El primer mandamiento judicial en contra de Luis Toscano Rodríguez y /o Juan Barajas Aguilar “El Mono”, se giró en julio de 2010 por su presunta participación en el secuestro de una mujer de origen estadounidense, pero no tuvo consecuencias. El 8 de enero 2011, en medio de la pugna entre el Cártel Arellano Félix y “Los Teos” por la venta de droga al menudeo en la Zona Norte de Tijuana, fue baleado mientras circulaba acompañado de su hijo, un menor de edad. Entonces, miembros del Grupo Coordinación expusieron que se trataba del cabecilla criminal del CAF en la Zona Norte y que estaba muy mal en el hospital. Cuando ZETA habló con personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), se informó que no lo habían entrevistado porque su mujer lo sacó “muerto” del nosocomio para llevarlo a enterrar a su tierra, Manzanillo, Colima. Meses después, lectores de ZETA se comunicaron para revelar que “`El Mono’ estaba de regreso en la Zona Norte”. Se cuestionó a las autoridades del Consejo Estatal de Seguridad, quienes insistieron en la muerte del presunto narcotraficante. En julio de 2012, después de 18 meses, el Ejército Mexicano detuvo con 38 gramos de cocaína, un rifle, una pistola y varia municiones a Manuel Toscano. El 20 de octubre de 2013 se dieron cuenta que lo habían liberado, cuando policías municipales lo recapturaron, tras atender una denuncia por detonaciones de arma de fuego en la calle privada Lomas de Cierzo, nuevamente en Tijuana. Salió libre 40 horas después, pese a que dio un nombre falso e intentó sobornar a los agentes, porque el de nombre Julián Ramírez, quien iba con “El Mono”, se responsabilizó del arma y los disparos. Días después, un hombre que dijo ser su abogado se presentó a las oficinas de ZETA para decir a la recepcionista que su cliente no era delincuente y quería que se le dejara de mencionar en las publicaciones de este Semanario, negándose a esperar para ser atendido por un editor. El miércoles 23 de octubre de 2014, Toscano Rodríguez fue recapturado “sobre la calle Circunvalación de la colonia Los Álamos en la delegación La Mesa”, por la Policía Estatal Preventiva y el Ejército. De acuerdo al parte policíaco, estaba en posesión de “… un arma de fuego calibre .38 abastecida con nueve cartuchos útiles, de los cuales cuatro son expansivos”, mientras que al inspeccionar el interior del vehículo, los uniformados encontraron un envoltorio con una sustancia similar a la cocaína, un portacargador y varios cargadores para arma abastecidos”. También le aseguraron un vehículo Nissan Murano 2009, de color perla, con placas de circulación extranjeras 6FJC031. Estaba en compañía de “una mujer que dijo llamarse Adelia Varela, de 35 años”. Ambos fueron remitidos a la PGJEZ para determinar lo conducente. En esta célula criminal, el segundo a cargo es Alberto Ávila Alvarado “El Chacal”, y para venta y homicidios, tienen a la célula identificada como “Los Pelones”. Su zona de influencia abraca las colonias Hidalgo, Independencia, México, Cañón K, Alemán, Panteón Jardín y toda la Zona Norte, en la delegación Centro de Tijuana. Asesinado frente al WTC Román Lara Méndez, un hombre que conforme al sistema AFIS de la Procuraduría General de la República, había ingresado al sistema penitenciario en tres ocasiones -con antecedentes por robo con violencia y portación de arma blanca-, fue asesinado aproximadamente a las 7:30 am del jueves 23 de octubre de 2014 en la Vía Rápida Oriente, a espaldas del World Trade Center de Tijuana. En la escena se encontraron tres cartuchos calibre 45. El cuerpo presentaba dos heridas perforantes en la cabeza. Testigos de los hechos reportaron que el sujeto circulaba en un auto en compañía de una pareja, discutieron, él se bajó del carro y le dispararon. Leyzaola: “No he sido notificado” Héctor González Mocken, abogado de uno de los tres agentes municipales de Ciudad Juárez, Chihuahua, identificados como Grupo Delta -acusado de la desaparición de cuatro ciudadanos en marzo de 2011- informó a la prensa que el 20 de octubre de 2014, un Tribunal de Juicio Oral ordenó la búsqueda del ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Julián Leyzaola Pérez, para que declare. El defensor quiere presentarlo como parte de sus estrategias de defensa, y asegura, existe resistencia del militar en retiro a comparecer. Entrevistado vía telefónica por ZETA, el Teniente Coronel Leyzaola, aclaró: “No he sido notificado, me han comentado que el abogado habló de órdenes de presentación o localizaciones forzadas, pero nadie me ha notificado y los medios de comunicación no son medios de notificación, sin orden judicial no voy a llegar de ofrecido”. Leyzaola expuso a este Semanario que las cuatro privaciones de la libertad, sucedieron en el período en que él aún estaba en el proceso de entrega recepción, que ese fin de semana, cuando ocurrieron los hechos, él había viajado a Tijuana, precisamente para atender un citatorio judicial. “Si mal no recuerdo, eso sucedió en viernes y las familias afectadas se acercaron conmigo el miércoles de la siguiente semana, las atendimos, reunimos a los elementos del Grupo Delta, porque los denunciantes decían que los habían visto. Se los pusimos a la vista para ver si identificaban a alguno y no pudieron, después los apoyamos para que presentaran su denuncia a la fiscalía, como no avanzó, regresaron y los remitimos a la Procuraduría de los Derechos Humanos”, detalló, para complementar: “Recuerdo que todo mundo tenía miedo, porque en aquel entonces, el Grupo Delta era visto como un comando negro”. Cuando finalmente la Procuraduría de Chihuahua retomó el caso y pidió entrevistarlos, se giraron instrucciones para que los miembros del Grupo Delta se presentaran a declarar, y hasta ahí se quedó Leyzaola. “No considero que haya algo que yo pueda aportar, y además, repito, nadie me ha notificado. Creo que esto es una manera del abogado de llamar la atención sobre el caso y retrasarlo”, concluyó el ex funcionario de la SSPM en Tijuana.
Las tres capturas de “El Mono”
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