El fin de semana pasado, los muertos se descubrieron uno tras otro en zonas cercanas. No hubo detenidos. La versión entre las corporaciones para justificar la matanza: “Los Uriarte”, comandados por José Luis Mendoza Uriarte “El Güero Chompas”, se enfrentan a “Los Chapitos” de Francisco Javier Mendoza Uriarte. Fue hasta el segundo día de los asesinatos, y en el octavo muerto, cuando en la Zona Centro, bajo el control de “Los Pelones”, la Policía Municipal reaccionó y capturó a dos presuntos homicidas. “La mayoría son tiradores – vendedores de droga al menudeo- de los mismos Uriarte. Otra vez, están matando a su gente”, dijo un investigador de la PGJE. De los motivos, explicó un policía municipal de Tijuana, les están cobrando la droga que pierden en decomisos, así como el no alienarse (traficar solo para Javier o Luis Mendoza Uriarte)”. Y en efecto, de acuerdo al análisis de los cuerpos aparecidos en la semana, están matando a distribuidores de droga. Asumen los de inteligencia que se debe a tres razones: por mantenerse con el primo rival, porque deben droga, o porque “se dejaron” decomisar enervantes y no tienen para pagarlos. Luis Mendoza Uriarte “El Güero Chompas” se ha convertido en objetivo especial de captura no solo de las autoridades estatales, también del Gobierno Federal. Ya es buscado en varios estados de la República Mexicana, en los que usualmente se refugian los narcotraficantes. El argumento para que “El Chompas” tenga atención nacional enfocada, radica en su creciente autoría intelectual en secuestros y homicidios violentos, Ahora en la pugna con su primo, pero además enfrentado con otros miembros del Cártel de Sinaloa, como Alfonso y René Arzate, “Los Aquiles”, y los matones del recién detenido Alfonso Lira “El Atlante”, con quien su primo “El Chapito” hizo un acuerdo criminal. Javier y Luis Mendoza Uriarte son sobrinos de Raydel López Uriarte “El Muletas” (detenido en febrero de 2010), quien bajo el padrinazgo de Eduardo García Simental “El Teo” (capturado en enero de 2010) integró con primos, hermanos y compadres, su cartelito delictivo, el cual siguió operando tras su aprehensión. La familia, dividida en los Machado Uriarte, Angulo Uriarte y Angulo Valdez, se quedó con los contactos e infraestructura para el tráfico de “ice” a Estados Unidos y entregas a algunos distribuidores en la Zona Este, de igual manera, la colecta de dinero y distribución. Además, manejan su ilícito negocio en ambos lados de la frontera. Aún no aparecen en las listas de los más buscados porque en términos ministeriales no han podido involucrarlos directamente en homicidios. A los Mendoza Uriarte les quedó principalmente el control territorial de la venta de droga al menudeo en la Zona Este; de acuerdo a los análisis del Consejo Estatal de Seguridad Pública, entre 2010 y 2012, quien predominaba era “El Chapito”. Para 2011, las autoridades locales ya lo habían identificado como el sucesor de “El Muletas” y presunto responsable de varias decenas de muertes. Para septiembre de 2012, la Subprocuraduría contra la delincuencia Organizada, dependiente de la Procuraduría General de Justicia del Estado informó que su nombre y presunta autoría intelectual se investigaba en por lo menos ocho averiguaciones previas: AP 32/12/201; AP 469/10/201; AP 6695/10/206; AP 6622/10/206; AP 5876/10/206; AP 510/10/201; AP 524/10/201 y AP 543/10/201. En aquella fecha la PGJE aseguró que en todas había orden de aprehensión. Tales averiguaciones sumaron 15 muertos, incluidos tres cadáveres localizados en una narcofosa, todas las víctimas asesinadas entre 2010 y 2012. Como presuntos corresponsables en esos expedientes también aparecían “El Lucas”, de apellido Mendoza y/o Uriarte, y su ahora rival, “El Güero Chompas”, quien actualmente tiene en su contra dos órdenes de aprehensión, una por el doble homicidio de José Guadalupe Ríos Cortez y Endi Quintero Osuna, ocurrido el primero el 12 de julio de 2006. Del segundo, la Procuraduría no proporcionó datos. Una vez detenido Miguel Antonio García Rebolledo, aseguró que los Uriarte ordenaron la ejecución de Miguel Cota Haro, el 6 de noviembre de 2012; de José David Sandoval López, el 31 de diciembre del mismo año; la de José Guadalupe Jiménez Ledezma el 27 de enero de 2013; y de Francisco Jesús Noriega Ceja (muerto) y Jaime Martínez Martínez (lesionado), el 10 de febrero de 2013. Parentela enfrentada por droga Según las autoridades incorporadas al Consejo Estatal de Seguridad, identificado y perseguido en 2011, “El Chapito” dejó como sucesor criminal a “El Güero Chompas” y se fue a Sinaloa. Pero Luis Mendoza Uriarte fue capturado en diciembre de 2011 por la Policía Estatal Preventiva (PEP), primero dio nombre falso y advirtió a los uniformados: “Van a valer madres”; después confesó su identidad y actividad criminal, incluidos homicidios. Fue consignado pero obtuvo su libertad un año después, en diciembre de 2012, a través de un amparo. En libertad, fue concedida a las autoridades una orden de reaprehensión en su contra, pero ya había salido del Estado. Hace unos meses, posterior a la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, regresó a Baja California e iniciaron los ataques mortales contra otras células. También empezó la guerra de familias mafiosas. Actualmente, aunque conforme a las autoridades, ambos criminales están fuera de Baja California, la matanza continúa. Baleados y torturados El sábado 11 de octubre 2014, a las 12:10 horas, en la calle Ensenada esquina con Tehuacán de la colonia Ejido Francisco Villa, sobre calle de terracería entre maleza y basura, localizaron el cuerpo de un hombre de entre 30-35 años, semienvuelto en una sábana blanca. Lo habían golpeado en la cara hasta matarlo. El cadáver tiene el tatuaje de una hoja de marihuana en el pectoral izquierdo, una calavera en el brazo y otra en el antebrazo derecho, el rostro de un sujeto y el nombre SELENA, y a la altura del hombro la leyenda MARKET ST. La Policía Municipal reportó a la Ministerial que en el ejido conocían a la víctima como “El Seco”, quien se dedicaba a vender droga al menudeo, y lo mataron en una zona dominada criminalmente por “El Chapito”. En la misma área, a las 23:20 horas, otro hombre fue asesinado de un tiro en la cabeza. Lo encontraron en un lote baldío en Viñedos Casa Blanca, entre las colonias Morita y Terrazas del Valle. La versión de la PGJE es que el occiso llevaba un recibo “gastado e ilegible” que acreditaba su “reciente” salida de un Centro de Readaptación Social (CERESO), sin embargo, no han podido identificarlo, como tampoco han dado con el propietario del número de teléfono que traía anotado (664-165-5769; si alguien lo identifica y lo desea, puede informar a las autoridades). Veinte minutos más tarde, a las 23:40 horas del mismo sábado, el reporte de homicidio fue en la colonia Las Torres. Édgar Francisco Moreno Ayala estaba en una fiesta, de donde lo sacaron los hermanos Juan y Manuel Guerrero Ayala; lo mataron a balazos a 50 metros del domicilio, después de discutir con él. Manuel Guerrero Ayala es un ex policía municipal de Tijuana que había sido detenido en 2010, junto a otros uniformado delatados por “testigos protegidos” por sus presuntas ligas con la célula criminal de Eduardo García Simental “El Teo”. Fue liberado y, en abril de 2014, llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Tijuana para recibir del erario su indemnización. A las 6:00 horas del domingo 12 de octubre, un hombre identificado como “El Memo” y/o “El Ondeado”, con aprehensiones previas por delitos contra la salud, asesinó al mexicoamericano deportado Gilberto González y/o Martín Gilberto Caballero González (en Estados Unidos cumplió sentencia por droga), quien antes de ser ultimado, estaba consumiendo bebidas embriagantes con otros hombres en la calle Francisco I. Madero, cuando el homicida llegó en un auto. Viajaba como copiloto y, sin bajar del auto, le disparó. A las 7:45 horas del mismo domingo, por radio, los peritos recibieron el reporte de dos cadáveres masculinos abandonados en la cuneta pluvial del Bulevar 2000, ya en la zona de Otay, en el entronque que lleva metros adelante a la carretera de cuota Tijuana-Tecate. “Los privaron de la libertad en la Zona Este y los llevaron a esa zona a matarlos, ahí los balearon con un calibre grande, se presume una 45, porque les destrozaron el cráneo”, explicó un investigador. Los muertos estaban maniatados con esposas metálicas “Por su apariencia presumimos que son mexicoamericanos”. Los cuerpos de hombres morenos entre los 40 y 45 años, con alrededor de 1.80 metros de estatura, exhiben tatuajes. El primero, un calendario azteca, y leyendas como “Mi vida es Lupe”, “Dos coronas a mi madre”, “Danny”, “Mi hijo my Life Manny”, “My Life Jiny”, soles aztecas acompañados de los nombres “Fanny” y “Michael”, la figura de una mujer oriental y unas rosas. El segundo, los nombres Teresa, Bayron, Perla y Rubí. Los cuerpos aparecieron en zona que los policías dicen, es de ascendencia criminal de “El Chapito”. Ya en los espacios donde las autoridades saben que delinque “El Güero Chompas”, a las 9:30 horas del domingo 12 de octubre se denunció el homicidio de Alejandro Carededa en la colonia Internacional de la delegación Sánchez Taboada. Su familia reconoció: “Anduvo en malos pasos”. A este hombre lo habían privado de la libertad una semana antes, la familia reportó la desaparición inmediatamente y horas después recibieron una llamada de los secuestradores. Les pedían 200 mil dólares que Alejandro les debía de una droga, dijeron que era gente de Alfonso Arzate “El Aquiles”, entonces los Carededa pidieron a la Policía no intervenir, y aseguraron que el joven sí había sido traficante, pero ya no se dedicaba al delito. A las 21:25 horas del mismo domingo, la Policía Ministerial recibió el reporte del homicidio de Alfredo Osuna Vidrio, quien a bordo de un automóvil Lexus 1999 negro con placa de California, llevaba a su hija de cuatro años y, escondida en la entrepierna, una dosis de la droga conocida como “ice”. Estaba en un vehículo estacionado sobre la calle López Rayón de la colonia Independencia en la Zona Centro. Luis Sandoval Sotero y Salvador Jaramillo se acercaron, discutieron con él y uno metió la mano por la ventana y lo apuñaló. Salvador, quien había salido de la prisión apenas cinco días atrás, se negó a declarar, su compañero Luis dijo que no quería problemas y aseguró que fue Jaramillo quien peleó con la víctima, ambos en inglés. Jaramillo reclamaba a Osuna el pago de una deuda de la droga conocida como “cristal” y terminó apuñalándolo. Un traficante de la zona, los mandó a cobrar. Al occiso se le encontraron credenciales y tarjetas bancarias con tres nombres: Alfredo Osuna Vidrio, Alfredo Vidrio Osuna y Alfredo Vidrio Madrigal. Policías, también en el crimen Además del asesinato cometido por el ex policía municipal de Tijuana, Manuel Guerrero Flores, en la semana se sumó el secuestro fallido de dos traficante de medicamentos controlados: Fernando Garcés y José Martínez. El 14 de octubre de 2014 circulaban en un vehículo BMW negro de reciente modelo, cuando Hendel Gamaliel López Fuentes (deportado), Óscar Sandoval García (deportado) y Fabio Alexander Treviño Castañeda (colombiano), intentaron privarlos de la libertad sin éxito. En la huida fueron atrapados por los escoltas del secretario de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Alejandro Lares Valladares. Los detenidos confesaron otro secuestro: un vendedor de carros que pagó con automóviles. Además, que eran dirigidos por el ex policía estatal preventivo, David Santos Miranda, dado de baja de la corporación en 2005 tras la presunción de su participación en el secuestro de un yardero, pero no lo detuvieron. Hendel Gamaliel López Fuentes había sido detenido en julio de 2010 en San Diego, California, cuando estaba a punto de cruzar a México. Llevaba un lote de armas y 10 mil dólares. Confesó que la carga era para una persona en Tijuana, lo sentenciaron y después lo liberaron. Fue deportado por ser mexicano. Mexicali, narcomenudeo y crímenes pasionales “En Mexicali, la pugna principal es entre bandas de traficantes que operan en el Valle y sus competidores en San Luis Río Colorado” expuso un investigador de la Subprocuraduría contra la Delincuencia Organizada. Desde el viernes 3 de octubre de 2014 se ha presentado un aumento de violencia en la capital del Estado. Ese día fueron ejecutadas y enterradas dos personas en el Valle de Mexicali, en hechos relacionados con droga robada. Según las investigaciones realizadas por elementos de la PGJE, José Gabriel López Gutiérrez, de 23 años, se encontraba bajo amenazas del crimen organizado por una droga que no enteró a sus jefes inmediatos. Junto a José fue localizada otra persona aún no identificada, pero que elementos suponen, se trata de José Alfredo Osuna Ramírez, de 33 años. López Gutiérrez había sido reportado desaparecido días antes, cuando salió con José Alfredo y ya no regresaron. El martes 7 de octubre se denunció el homicidio de un joven de 21 años en el Panteón Sonora, a las afueras de Mexicali. Se trataba de Jesús Ramón Rentería García, de 22 años, quien fue a visitar la tumba de su hermano en compañía de un amigo. Explicaron investigadores: Antonio Delgado Valdez, de 22 años, estaba ingiriendo bebidas alcohólicas junto con la víctima cuando el segundo se quedó dormido en el capacete del vehículo. En su testimonio señaló a cuatro personas que habrían atacado a su compañero cuando le intentaban robar pertenencias, Jesús opuso resistencia y le dispararon, perforándole tórax y cuello, según el Servicio Médico Forense. Posteriormente huyeron y prendieron fuego al vehículo Honda Civic color verde, modelo 1992, el cual utilizaron para darse a la fuga. El sábado 11 de octubre, tras una llamada al C4 fue localizado el cuerpo de una persona calcinada al sur de la ciudad, cerca de un lote baldío en las cercanías de la Laguna Xochimilco. Se encontraba en una pequeña fosa, semienterrado, relleno de llantas. En la PGJE hay dos teorías: la primera y más sólida es que se trata de una persona recientemente levantada por drogas; la segunda es que sea una persona reportada como desaparecida por la familia en días recientes. En los dos casos se realizan pruebas de ADN para identificar a la víctima. El lunes 13 de octubre, se dio el reporte de otra persona calcinada en una vivienda en construcción del fraccionamiento Las Margaritas. Según el velador, a la zona ingresó un vehículo marca Atos, minutos después logró observar un pequeño incendio, motivo por el que se acercó y pudo ver el cuerpo de una persona. Cuando llegaron los policías descubrieron el cuerpo calcinado de un hombre a quien habían desmembrado piernas, brazos y cabeza, ésta localizada enterrada en un pequeño agujero detrás de una vivienda. El Servicio Médico Forense confirmó que la muerte se dio por cuatro puñaladas, dos del lado derecho y otro tanto en el izquierdo del tórax. El corte de las extremidades, dijo el forense, sucedió una vez calcinado el cuerpo. Un investigador de la PGJE señaló -sin precisar hora- que se presentó una denuncia a C4 alertando sobre dos sujetos responsables. La PEP acudió al domicilio y al cuestionar a la persona, de nombre Gustavo “N”, de 32 años de edad, se le sorprendió con un serrucho oxidado y unas tijeras con mango naranja para podar césped con manchas de sangre. La corporación lo consignó por tener entre sus pertenecías droga -no determinada-, posteriormente se hicieron pruebas químicas y se comprobó que las herramientas habían sido utilizadas para cometer el homicidio. Se le giró orden de aprehensión. Aunque aún no es identificada la persona calcinada, los policías sospechan que se trata de Gerardo Rodríguez Verdugo, y contemplan dos hipótesis: un homicidio pasional donde se involucra a una señora, y una disputa con su verdugo al calor de la intoxicación por drogas, específicamente “cristal”. En estado de descomposición, el miércoles 15 de octubre, fue localizado un cuerpo. Estaba atado de pies y manos, tenía un tatuaje en el pecho con la leyenda “Vanessa”. Lo abandonaron en un canal en el Ejido Cuervos de la delegación Paredones. Mientras que el jueves 16, se reportó a la central de emergencias un vehículo accidentado en la colonia Huertas del Progreso, a las 5:36 horas. Al acudir elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, se encontró a una persona muerta por impactos de arma de fuego, además de una mujer herida. En las primeras investigaciones se identificó a la víctima como Pedro Ismael Aguilera, de 27 años, y a la lesionada como Laura Yuridia Fuentes, de 23. Muchos ejecutados, muchas hipótesis, pero sin detenidos y sin estrategia de contención de la violencia e inseguridad por parte del Gobierno del Estado. Resultados en homicidios dolosos Del 1 de enero al 15 de octubre de 2014 en Tijuana Homicidios ocurridos: 410 Averiguaciones previas abiertas: 383 Averiguaciones consignadas: 112 Detenidos: 39; 36 hombres y tres mujeres Homicidios por narcomenudeo: 85 por ciento Pasionales, violencia intrafamiliar, robo simple y otros: 15 por ciento Del 1 de noviembre de 2013, al 14 de octubre de 2014 en BC Homicidios: 587 Averiguaciones previas consignadas: 180 *Cifras proporcionadas por la PGJE Impunidad interna En Ensenada, Juan Ramón Flores Paredes, policía ministerial, y Carlos Armando García Ortega, policía estatal preventivo, desparecieron el 10 de mayo de 2014. Desde el principio las autoridades se negaron informar de la investigación coordinada entre la Procuraduría General de Justicia del Estado y el área de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública de Baja California. Contrario a otros delitos de alto impacto, los primeros diez días del secuestro de estos elementos, la investigación la realizó sin avances, la Subprocuraduría de Zona en Ensenada. El 20 de mayo, el expediente fue transferido a la Subprocuraduría contra la Delincuencia Organizada, y tampoco hubo resultados. Ahora las autoridades han decidido dejar de trabajar en el expediente, y de los ocho elementos que de la Policía Estatal Preventiva que trabajaban en el caso, ya no queda ninguno; en tanto, de los seis ministeriales que investigaban la desaparición en la PGJE, solo dos quedaron asignados y ya no es una averiguación previa relevante. Si no les interesan los suyos, qué puede esperar el ciudadano común.