Entre el 15 y el 16 de septiembre de 2014, el huracán “Odile” impactó en Ensenada, Bahía de Los Ángeles. El meteoro destruyó tramos de carreteras, caminos, viviendas e instalaciones públicas, escuelas, así como unidades deportivas. En esos momentos el gobernador Francisco Vega de Lamadrid se encontraba en gira de promoción por Asia, y el secretario general de Gobierno, Francisco Rueda, se encargó de hacerle frente a los estragos. El mandatario estatal regresó a Baja California casi 15 días después. Los daños entre carreteras, viviendas e instalaciones, se estiman entre los 90 y 100 millones de pesos, según confirmó el alcalde de Ensenada, Gilberto Hirata Chico. A la fecha, el Gobierno del Estado no ha iniciado el trámite para bajar los recursos ante la Federación. Versiones dentro del Gobierno Federal indican que a las autoridades se les pasó el tiempo, que hicieron un protocolo fuera del procedimiento del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), lo cual pone en riesgo los insumos necesarios para reconstruir el sur de Baja California. Sin embargo, la Secretaría General del Gobierno del Estado tiene otra versión. Su titular, Francisco Rueda, explicó a ZETA que se declaró estado de emergencia el 19 de septiembre. Por otra parte, su departamento jurídico detalla que están “esperando” a que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) entregue un documento de “confirmación de la ocurrencia del fenómenos” para, ahora sí, solicitar recursos de “emergencia”. Lo grave es que el procedimiento del FONDEN, publicado en el portal de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), establece que “la entidad federativa solicita insumos con una periodicidad de cuatro días para las necesidades urgentes de la población”. Han trascurrido 24 días. El procedimiento El Artículo 9 del Acuerdo que establece los Lineamientos del Fondo para la Atención de Emergencia FONDEN, publicado en julio de 2012, refiere: “Para que las entidades federativas puedan acceder a los recursos del Fondo, deberán remitir a la Coordinación (de Protección Civil de la SEGOB) una solicitud de declaratoria de Emergencia”. En esa carta, firmada por el gobernador, o en su ausencia quien le siga en jerarquía, debe seguirse un formato proporcionado en la misma página de Protección Civil. En la misma solicitud es necesario -según el mismo reglamento- “indicar el fenómeno natural perturbador”, el periodo y una descripción de la emergencia. Además, es necesario enlistar nombres de los municipios afectados y otros requisitos, tales como “señalar expresamente que ha sido rebasada la capacidad operativa y financiera de la entidad federativa y los municipios”. Según el flujograma que proporciona la SEGOB, el Estado debe “solicitar declaratoria de emergencia a la Coordinación General de Protección Civil”. A partir de esa solicitud, la Coordinación requerirá el “dictamen de corroboración a la instancia técnica facultada”, que en este caso, tratándose de un huracán, corresponde a la CONAGUA. El paso a seguir una vez que ésta emita el dictamen donde se confirma la existencia del fenómeno, es que la Coordinación General de Protección Civil expida “la declaratoria de Emergencia a través de un boletín de prensa”. Una vez emitida la declaratoria por parte del Gobierno Federal, la entidad solicitará los insumos para que la Dirección General del FONDEN analice “la solicitud y (se) envía a autorizados a la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales”. La omisión del gobierno de Kiko Vega Días después de que “Odile” afectó seriamente al sur de Ensenada, y ante la no respuesta del Gobierno del Estado, el alcalde de Ensenada, Gilberto Hirata Chico, solicitó al diputado federal David Pérez Tejada interceder en el inicio de los trámites. Tejada lo hizo. Envió la solicitud a la Secretaría de Gobernación. La petición de Tejada a la SEGOB era “emitir la declaratoria de emergencia en cumplimiento a los requisitos del FONDEN…”. El 26 de septiembre, la Cámara de Diputados recibió la respuesta por parte del titular de la Dirección General para la Gestión de Riesgos, Mariano González. En el documento, en poder de ZETA, el funcionario federal responde al diputado que la solicitud de declaratoria tendrá que ser suscrita por “el titular del Poder Ejecutivo de la entidad”, y además le escribe los requisitos. El oficio agrega: “Comunicamos que en lo que va del Ejercicio Fiscal 2014 y al día de la fecha, el Gobierno del Estado de Baja California no ha solicitado la emisión de alguna Declaratoria de Emergencia, por la inminencia alta probabilidad o presencia del fenómeno aludido”. A la espera En entrevista con Gilberto Hirata Chico, éste recuerda: “Nosotros en tiempo y forma inmediatamente solicitamos al Gobierno del Estado y al Gobierno Federal, la solicitud para que diera seguimiento a esa declaratoria, incluso les mandamos los formatos para que solo los firmara el gobernador y nada más los mandara a México; a la fecha no hemos recibido tal declaratoria, estamos a la espera”. Francisco Rueda, secretario de Gobierno, expuso que sí se publicó una Declaratoria de Emergencia en el Periódico Oficial. Y es cierto, el 19 de septiembre, en el tomo CXXI, dice: “La declaratoria prevista… se expide a efecto de atender los daños ocasionados, ejecutar las acciones emergentes…”. Asimismo, se instruye a los titulares de la Secretaría de Planeación y Finanzas, Oficialía Mayor y de Desarrollo Social, emprender “las acciones y gestiones financieras y presupuestales que sean necesarias”. En todo caso, una declaratoria para su gobierno, no para el Federal. El departamento jurídico aseguró a este reportero, que están en tiempo y forma, según los lineamientos que ellos están siguiendo (publicados en 2010). Pero por lo pronto siguen esperando el dictamen que les confirme el paso del fenómeno que ocurrió hace casi un mes. El delegado federal de CONAGUA, Eduardo Ledesma Romo, citó que se están revisando las posibilidades de resolver el problema y acordar la manera en que el Estado reciba recursos federales. Sobre el dictamen que espera la entidad para que le confirmen el fenómeno, Ledesma advierte que fue realizado por el equipo técnico meteorológico. Mientras el enredo burocrático sigue y la falta de experiencia y capacidad de movilizar los recursos imperan, al menos 70 familias afectadas en el sur del estado reciben despensas y dádivas ante las pérdidas en sus hogares, en carreteras y el destrozo de sus escuelas. Isla de Cedros: pide Hirata declarar zona de desastre Por otro lado, el huracán “Simón”, que arribó al territorio de Baja California convertido en depresión tropical el lunes 6 de octubre, provocó intensas lluvias en comunidades costeras ubicadas al sur de Ensenada, resultando afectada Isla de Cedros. Los primeros reportes, proporcionados por la Dirección Municipal de Protección Civil, arrojaron estimados de 100 milímetros de agua que cayeron entre la noche del lunes 6 y la madrugada del martes 7 de octubre, que representan alrededor del 80 por ciento del total de lluvia que recibe Isla de Cedros en todo un año. Esto provocó una rápida avenida de agua que bajó desde la zona montañosa de Cedros por sus diversas cañadas, hasta las playas. La principal vialidad que atraviesa por el centro del poblado fue uno de los puntos del escurrimiento del agua. Para la madrugada del martes, una fuerte corriente comenzó a crecer, llevándose algunos postes, dañando viviendas, afectando la infraestructura del malecón, y llevándose por completo la construcción de un comercio recién instalado, justo al final del cauce. No se registraron pérdidas humanas en este incidente, y de acuerdo a Protección Civil municipal, la delegación fue advertida de las lluvias con antelación, pues la trayectoria de “Simón” estaba siendo monitoreada desde su paso cercano a las costas de Baja California Sur. La situación con “Simón” fue similar a lo ocurrido en Bahía de los Ángeles, cuando el agua de las montañas bajó a toda velocidad y en enormes cantidades hacia la costa, llevándose a su paso vegetación, animales e infraestructura como carreteras, viviendas, calles, cercos y automóviles. No obstante, a diferencia del huracán “Odile”, que impactó como tormenta tropical a Bahía, “Simón” arribó como depresión tropical, lo que representó únicamente lluvias, y no vientos fuertes como en el caso de “Odile”. En un recorrido por la delegación de Isla de Cedros, autoridades del Gobierno del Estado y del XXI Ayuntamiento de Ensenada, comenzaron a recopilar la información de los daños y el estimado de la afectación, en términos económicos sería reportado el jueves 9 de octubre por la tarde, una vez que se obtuvieran todos los datos. Mientras esto ocurre, las cifras preliminares son 16 viviendas que registraron inundaciones y 15 personas que solicitan estancia en alguno de los albergues temporales; el Ayuntamiento adelantó la entrega de 15 despensas, distribuyeron 40 camastros y 40 cobijas. El mismo jueves 9 de octubre, el alcalde Hirata declaró a ZETA que esperaba lograr la declaratoria de zona de desastre para Isla de Cedros, ya que el daño había sido considerable. En particular, por afectar la principal vialidad de la isla. “Averió este huracán, las avenidas principales de Isla de Cedros. Podemos decir, la calle principal prácticamente desapareció. Afortunadamente la energía eléctrica nunca la perjudicó, sí hubo postes ladeados, y lo mismo el teléfono no se perjudicó. Pero la parte de obra pública, por ejemplo la deportiva, área comercial principal de Isla de Cedros, sí se vio afectada, y hubo comercios que en su totalidad desaparecieron en la parte del Malecón, desapareció ese restaurant. Y hay viviendas dañadas, unas 70. Hay desaparecidas como tres totalmente, y nosotros nos abocamos a llevar lo básico, que son víveres, despensas”, explicó el presidente municipal de Ensenada. De los cuatro albergues temporales en Cedros, únicamente han utilizado uno, donde permanecen las familias afectadas. Personal de la coordinación de delegaciones del Ayuntamiento estará por algunos días en Ensenada, con el objetivo de coordinar los apoyos hacia la comunidad y resolver los problemas de esa delegación, una de las más retiradas de Ensenada, junto con Villa Jesús María, ambas cercanas al Paralelo 28, que divide Baja California y Baja California Sur. El director de Protección Civil municipal se encuentra realizando un censo con cada familia de Cedros, con el respaldo de la Secretaría de Desarrollo Social para el llenado de formatos, donde recopilarán la afectación en las viviendas y los principales apoyos que requieran los pobladores. “Ayer mismo le presentamos al gobernador. Sí le presenté ya la carta para que tome las medidas pertinentes para que sea declarada zona de desastre Cedros, porque vamos a necesitar tanto dinero, recursos, el Municipio y el Estado, un dinero que no tenemos ni el Estado ni el Municipio; entonces tenemos que recurrir a la instancia federal, para que también se tomen recursos del FONDEN y le envíen a la Isla de Cedros, ya sea a través del Estado, a través del Municipio, o a través de las delegaciones”, expuso Hirata Chico. A la par de esta carta de solicitud de apoyo en gestiones para el Ejecutivo estatal, como Ayuntamiento han tenido comunicación con el delegado estatal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Alfonso Orel Blancafort Camarena, y el representante de la Secretaría de Desarrollo Social, Marco Antonio Corona Bolaños Cacho, para recibir apoyos directos de la Federación para Isla de Cedros. “También estoy exigiendo que ya nos envíen la promesa que hicieron SEDESOL, Zonas Áridas y SEMARNAT con recurso federal, para pagarle a la gente en Bahía de los Ángeles, del programa Empleo Temporal, que son lo que tiene el Gobierno Federal. Nosotros únicamente fuimos gestores y estamos solicitando ese recurso para que llegue a las personas de empleo temporal”, agregó el mandatario municipal. Mientras se concreta algún apoyo extraordinario para Isla de Cedros, maquinaria de la empresa Exportadora de Sal está siendo utilizada desde el miércoles 8 de octubre para el raspado de las calles, las cuales quedaron sepultadas por tierra y rocas. Residentes de Isla de Cedros explicaron a ZETA que el agua que bajó de las montañas trajo consigo plantas y animales, incluidas algunas víboras. Aseguran que un vendedor local de tanques de gas, perdió su vehículo y sus tanques fueron a parar al mar, y que un comercio recién inaugurado, en la zona del Malecón, desapareció por completo debido a la fuerte corriente. Por otro lado, luego de un recorrido por Cedros, el Gobierno del Estado reportó el envío de siete toneladas de víveres para la comunidad. El secretario General de Gobierno, Francisco Rueda, viajó a la Isla para constatar el daño, donde aseguró, darían prioridad a la coordinación entre los tres órdenes de gobierno para actuar rápidamente en la atención de situaciones como ésta. Asimismo, la Segunda Región Naval de la Secretaría de Marina (SEMAR), cuya cabecera se encuentra en Ensenada, informó el 8 de octubre sobre la activación del Plan Marina, en el que transportaron 9 mil 25.5 kilogramos de ayuda para la Isla. La SEMAR refirió que dicho plan tiene como misión, “auxiliar a la población civil en casos y zonas de emergencia o desastre”. Ese mismo día, en coordinación con autoridades estatales y municipales, iniciaron con vuelos en un helicóptero de la Armada de México, estableciendo un puente aéreo para el traslado de ayuda hacia Isla Cedros, que resultó la zona más afectada por el paso de “Simón”. La aeronave transportó mil 591 kilogramos de despensas y cobertores, recolectados por la Secretaría de Desarrollo Social del Estado y por la asociación civil denominada Unidos por Baja California. De igual forma, la aeronave quedó destacada en la Isla para mantenerlos comunicados con la Península de Baja California, y apoyar en las labores de búsqueda, rescate y reconocimiento de áreas afectadas. Finalmente, la SEMAR reportó que la noche del 8 de octubre zarparía un buque con 7 mil 434.5 kilogramos de víveres, cobertores y agua, recolectados por DIF Estatal, DIF Municipal y la Secretaría de Desarrollo Social de Baja California. Transportarían material para restablecer los servicios básicos, y una unidad médica del Gobierno del Estado para realizar labores de atención ciudadana en Isla Cedros. Habrá que esperar si después del reparto de víveres, la lamentable experiencia de negligencia e ineptitud del gobierno estatal que se vive en la etapa de reconstrucción de Bahía de los Ángeles tras el paso de “Odile”, se repite en Isla de Cedros luego de “Simón”. “Simón” causó severas inundaciones en BCS De nuevo un fenómeno tropical sorprendió a las autoridades. Mientras el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, visitaba el municipio de Los Cabos para declarar que “la emergencia había terminado”, en el Pacífico Norte, “Simón” causó severas inundaciones, tomando como punto de impacto la zona central de la Península de Baja California. El meteoro generó fuertes vientos y abundantes lluvias, por lo que Fernando García Romero, secretario de Pesca de Baja California Sur y comisionado por el gobernador del Estado para atender la zona norte, declaró: “Desde el día domingo (5 de octubre) nos trasladamos a esta localidad de Bahía Tortugas, generamos cuatro equipos de trabajo, mandamos uno a la zona de Punta Abreojos, otro a La Bocana, otro a Bahía Asunción y otro a Bahía Tortuga. Se retiraron desde el día lunes, se retiraron embarcaciones, y se cerró el puerto para la navegación vía la pesca para evitar algún problema en este sentido”. Los primeros efectos se sintieron el 6 de octubre, cuando “Simón” estuvo cercano a la zona, exactamente la noche del lunes y madrugada del martes 7, y la población se vio amenazada solo unas horas después de que la ayuda llegó. “A partir de las nueve de la noche se deja sentir lo que es el efecto de vientos y lluvia permanente en Bahía Tortuga, no así en Asunción, La Bocana y Abreojos, que nada más se presentaron marejadas y vientos leves, pero aquí en Bahía Tortuga, Punta Eugenia, Isla Natividad, sí se generaron ráfagas de viento de hasta 80 y 90 kilómetros por hora o lapsos de lluvia muy fuerte, donde toda esa lluvia de esa noche y madrugada para amanecer martes, ocasionó que algunas casas aquí en Bahía Tortuga se vieran inundadas”, expuso el funcionario. Inundaciones, afectaciones en viviendas, entre otras situaciones, llevaron a las autoridades a actuar de inmediato y evacuar a familias asentadas en zonas de riesgo, mientras se sentían los primeros efectos de “Simón”. De igual manera, los principales caminos de acceso a los campos pesqueros fueron severamente afectados por las corridas de arroyo. “Aquí la zona de Bahía Tortugas es una zona de cerros cortos, tuvimos un reporte de aproximadamente diez viviendas que estaban siendo afectadas por las corridas de agua, obviamente tuvimos el apoyo de Protección Civil, una asociación civil, la delegación municipal, Gobierno del Estado, Marina y Policía Municipal para sacar esa gente y trasladarla a algún albergue que se activó esa noche”, puntualizó García Romero. La evaluación de daños y revisión de los puntos afectados se mantienen, con el propósito de verificar que no haya familias afectadas en las lejanías de los pueblos o en campos pesqueros por lluvias abundantes de entre 50 y 70 milímetros.