El lunes y en conferencia de prensa, Manuel Bejarano, director del Instituto Cultural de Baja California, recibió una pregunta de tres que hizo Manuel Ramos Saldamando –un periodista de toda la vida en Mexicali, comentarista deportivo, columnista– sobre las críticas que a diario recibe en un programa matutino de televisión, en evidente alusión a Heriberto Norzagaray. Bejarano respondió textual que “Las cosas se toman de quien vienen, el señor (Norzagaray) estuvo cobrando sin trabajar y al arribar nosotros dejó de hacerlo. Eran 13 mil 500 pesos mensuales, pero lo más importante es el control que tenía en las actividades del Teatro…”; luego aclaró que esos 13 mil 500 pesos le pagaban por publicidad. Heriberto es hermano de Ángel, el anterior director del ICBC y ahora titular del área de Control Escolar en la UABC. El martes no se publicó la respuesta de Bejarano en diario alguno y por la tarde esa parte de la respuesta de Bejarano la reprodujo el periodista Jaime Delgado en su portal Periodismo Negro. El miércoles en su matinal programa, Norzagaray dedicó casi toda la hora en despotricar contra los dos comunicadores, especialmente contra Ramos Saldamando, a quien de viejo decrépito e inculto no lo bajó, igual a Delgado. Ante su público “El Sopas” como le dicen a Heriberto, aceptó que sí recibía esa lana –muy poca, se lamentó– por servicios publicitarios, jactándose de “ser muy bueno” en eso de asesorar campañas. Lo que no dijo es que el año anterior cobraba como asesor en el Congreso –de la diputada del PT Claudia Agatón– 18 mil pesos por mes, y que en la UABC le aportaron anualmente 225 mil 800 pesos (otros 18 mil mensuales), más otro tanto por el Gobierno del Estado, negociado directamente con Finanzas y no con Comunicación Social y donde parece que tuvo que intervenir directamente la mano del Gobernador Osuna Millán.
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