El perdón es una llave que abre todo el sentimiento, pero también es la clave para calmar el sufrimiento. El perdón tiene un gran valor, el amor su complemento, podrás dominar el dolor sustentando el argumento. En el perdón no hay errores, el amor lo fortalece, olvídate de los horrores que solo nos entristecen. Trampolín de la felicidad, el destructor de cadenas, en el perdón no hay vanidad, sin el amor te condenas. Posee el donde los valores, la nobleza en el sentido, el perdón calma temores, el amor es su testigo. El perdón es alimento, el amor es don de vida, piensa qué tanto por ciento te queda para que vivas. El perdón es un baluarte, el perdón es infinito, el amor es su obra de arte, al dolor lo hace finito. El perdón se fortalece, si el amor hace mancuerna con la verdad él se crece, pues la mentira te cuerna. Las personas que perdonan, aligerando su lastre… crecen más y no abandonan, ¡serán personas ilustres! Si has logrado perdonarte habrás tomado ventaja para lograr liberarte de situaciones mortaja. Como es el odio y la envidia, son sus rivales directos, perdónales pero en vida, porque el perdón es perfecto. Perdonas de corazón liberando enfermedades que privan a la razón de seguir con esos males. A la verdad llegó el turno, el amor le hace la fiesta en el momento oportuno, el perdón se manifiesta. Es puerta grande, espaciosa, el camino a la perdición recta y angosta, preciosa, la vereda de salvación. El perdón es don divino, el amor es don del alma, la verdad el inquilino que se prende cuando se ama. El amor no tiene edad, la pasión tiene tus años si encuentra a la verdad el perdón va tras los daños. Orgullo del perdonado que por fin se ha liberado de lastres que en el pasado lo tenían aprisionado. El perdón tiene fortuna porque el amor le hace ronda, no te quedes en la luna, ayúdale a las personas. Joel Vizcaíno Parra Tijuana, B. C.