Rodulfo Figueroa, delegado del Instituto Nacional de Migración, y Marco Antonio Corona, delegado de la Secretaría de Desarrollo Social federal, entregaron esta semana 15 toneladas de alimento a cinco agrupaciones. Al Desayunador Saleciano, al Ejército de Salvación, al albergue de la Madre Asunta, a la Casa del Migrante y al albergue Pan y Vida de Mexicali. Lo hicieron solitos y sin tanta alharaca. Unieron sus esfuerzos y entre recursos de las dos delegaciones, tramitaron todo para, desde la Cruzada Nacional contra el Hambre, lograr la dotación de alimentos para ayudar a quienes apoyan a los más necesitados en Baja California. Aparte, ya realizaron convenio para que cada mes, esos organismos sociales reciban tres toneladas de alimento del mismo programa. La hazaña cuenta, sobre todo porque éstos y otros organismos de la sociedad civil, se han quejado de que la ayuda por parte del Gobierno del Estado y la Secretaría de Desarrollo Social estatal, nada más nos les llega. Por lo pronto, los delegados federales se lucieron.