Jaime Ramos, alias “Jaime Urquiza Amarias”, “El Negro” o “El Moreno” de 38 años de edad, originario de Sinaloa y César Sagrero Lua (a) La Bety de 41 años de edad, originario de Michoacán, fueron consignados por el homicidio de Librado Florentino Nicolasa ocurrido el 18 de septiembre de 2014 en el interior de un comercio denominado “El Pollotote”, ubicado en la colonia Altamira. De las investigaciones realizadas por agentes de la Policía Ministerial, adscritos a la Unidad Orgánica de Homicidios Dolosos, se logró dar con el paradero de los ahora indiciados, quienes al ser presentados ante el agente del Ministerio Publico confesaron haber planeado el homicidio de la víctima. Sagrero Lua dedicado a la prostitución, manifestó ante el Ministerio Publico que mantenía una relación sentimental con un sujeto familiar del hoy occiso, y que dicha relación no era aceptada por sus familiares, ya que culpaban a “La Bety” de inducirlo al consumo de cristal. Por ello los familiares optaron por internarlo a un centro de rehabilitación, hecho que molestó a César Sagrero; por tal motivo acudió con su amigo de nombre Jaime Ramos, hoy indiciado, siendo éste un criminal deportado de los Estados Unidos, a quien le pidió el favor de vengarse de los familiares, quienes truncaron su romance. Por tal razón, César Sagrero se puso de acuerdo Jaime Ramos para asesinar a un tío de su pareja, el cual era el encargado y velador del asadero de pollo. Cuando la víctima empieza a gritar de dolor, César Sagrero le sujetó fuertemente del cuello hasta que dejó de respirar, en tanto Jaime Ramos le sujeto ambos manos hacia atrás con unos cinchos de plástico, y para que no sospecharan de estos, le escribieron al occiso con un plumón la leyenda “Sigues tú Luis por no pagar CAF” esto con la finalidad de desviar las investigaciones de la autoridad, y que pensaran que se trataba de asuntos de drogas. El agente del Ministerio Público ejercitó acción penal en contra de los indiciados, solicitando al Juez Penal la orden de aprehensión urgente, la cual fue concedida y cumplimentada por los investigadores, quienes internaron a los implicados en la Penitenciaria de La Mesa en Tijuana.