Diariamente y desde hace dos años, el maestro Leopoldo Díaz llega hasta las oficinas de la Coordinación de Educación Especial en el edificio del Sistema Educativo -el llamado “Pueblito”-, estampa su firma en la lista y se sienta a esperar hasta que sean las doce del día y pueda retirarse. Desde mayo de 2012, por diferencias con la directora del Centro de Atención Múltiple (CAM Laboral 2), fue “puesto a disposición”, luego lo reasignaron al CAM 4, pero no se concretó el traslado. El caso es que desde hace un par de años, al maestro -licenciado en Turismo con estudios de Psicología y dedicado a impartir talleres a jóvenes con discapacidad- le pagan, pero no está frente a un grupo. Está “congelado” contra su voluntad y, asegura, se ha topado con el muro de la burocracia. “Esto es un desastre, un cochinero, es la mafia”, considera Leopoldo, quien de paso comenta que nunca se ha querido aprovechar de los apellidos Díaz Ochoa. Es hermano del actual alcalde de Mexicali. Los Centros de Atención Múltiple (CAM) atienden a jóvenes con discapacidad intelectual como autismo, Down, también a jóvenes con problemas dobles como discapacidad y sordera. Los dividen en laboral y pre-laboral, impartiéndoles fundamentalmente capacitación en áreas técnicas como mecánica, carpintería, herrería, belleza, corte y confección, así como manualidades. Buscan capacitarlos en un oficio y ubicarlos social y laboralmente. Este tipo de centros existen tanto en la zona urbana como en la rural. Desde diciembre de 2003, Leopoldo Díaz estaba adscrito al CAM Laboral 2, ubicado en la Zona Poniente de Mexicali, donde impartía el taller de carpintería. “Hay muchas cosas de cómo fui tratado, acusado, presionado, mentalmente hostigado”, refiere. En ese tiempo se vino la pugna sindical SETE-SNTE, lo que devino en conflictos, ya que al salir la directora -perteneciente al Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación-, heredaría el lugar a alguien del mismo gremio, pero no fue así, lo que implicó un clima enrarecido, tomas de instalaciones y pleitos continuos. Así llego la nueva titular, Rosalba Dueñas Ramírez, en un ambiente en el que un grupo de cuatro, cinco maestros eran constantemente hostigados -entre éstos Leopoldo-, hasta que la mayoría optaron por cambiarse de adscripción. “Me dejaron solo, llegó a pasar un año, año y medio en que nadie me dirigía la palabra”, comenta. Apasionado con su labor, Leopoldo recuerda cómo se involucraba con sus alumnos, les mandaba hacer mandiles de trabajo, aportaba su propia herramienta. En una ocasión se le ocurrió salirse del tema de carpintería y abordar con los jóvenes temas de lectura, lo que ocasionó un oficio de parte de la dirección, donde le advertían que estaba prohibido salirse del plan, por mencionar un ejemplo de una serie de discrepancias que fueron subiendo de tono. “Había mucho recelo, yo sin ser maestro normalista adecué el método de enseñanza a los jóvenes, basado en el Manual de CECATI, yo lo adecué a las necesidades”, dice mostrando manuales, documentos, fotos de sus alumnos y el avance de éstos, sus logros obtenidos. El caso es que el 25 de mayo de 2012, Leopoldo Díaz recibió un oficio donde le informaban que “por medio de la presente se libera a usted de sus funciones de Tallerista de Carpintería del Turno Matutino”. En el documento le ordenan presentarse ante el coordinador de Educación Especial -entonces Jesús Juárez Quintana- y trató de cambiarse a otro CAM, pero en la práctica nada se concretó. Luego vino el relevo en esa dirección, quedando Hildelisa Limón. “Pasaba por ahí y ni me pelaba, te tratan como si fueran de muy arriba, te ningunean; no te ven como maestro, te ven como apestado”, acusa. Según el entrevistado, por donde está “banqueado” han pasado varios maestros, algunos están dos, tres días, otros semanas, pero luego los trasladan. Cuenta el caso reciente que llegó un grupo, estuvieron varios días e inmediatamente los reasignaron. En eso se vino el trámite por el cambio al CAM 4, se lo autorizaron, pero -igual por la burocracia- no lo concretaron. Hubo “argumentos” de todo tipo, desde que en el turno matutino no había cursos de pre-laboral, hasta que en ese centro la directora tenía muchos problemas. Luego se vino el cambio de gobierno estatal y la posibilidad de que con la nueva secretaria, María del Rosario Rodríguez, su asunto pudiera arreglarse, pero nada. Lo único nuevo es que nombraron a otro coordinador en Mexicali, Tomás Grijalva. A la par, Leopoldo tuvo una serie de malestares físicos, entre éstos el llamado Herpes Zoster en el oído izquierdo. Se trata de la reactivación de una infección aguda causada por el mismo virus que causa la varicela, asociada a situaciones de estrés o alteraciones del sistema inmunológico. Aparte del problema en el oído, se le manifestó una parálisis facial del mismo lado izquierdo, lo que implicó involucrarse en una dinámica de rehabilitación de la que apenas va saliendo. “Llegó un momento en que no podía ni caminar por el vértigo, y no me creían”, recuerda Díaz Ochoa, quien incluso tuvo que recurrir a la medicina privada. Afirma que se la había ocurrido acudir el sindicato para pedir apoyo para un cambio de actividad, pero de inmediato una de las secretarias lo detuvo al advertir que había casos peores, mencionándole el de una maestra que apenas podía caminar y ni así le habían aceptado el cambio. “A lo mejor a ti te va mejor si gana el PRI”, le dijeron en alusión a su hermano -alcalde, senador, alcalde de nuevo-, lo que le ha molestado sistemáticamente. “No tienen por qué relacionarme con Jaime Díaz, yo tengo mis propios talentos”, sostiene Leopoldo, quien se muestra enfadado de tantos obstáculos que ha recibido. “Yo lo único que quiero es trabajar”, insiste al reportero en alusión al apego a su labor como maestro. Se apasiona, muestra documentos, fotos de sus grupos, de sus alumnos. “No entiendo cómo es que protegen violadores, drogadictos, léperos, aviadores, gente que de verdad está haciendo la maldad y los mueven a otros lugares”, refiere Díaz Ochoa en alusión a la última negativa, la de cambio de actividad. El caso es que lleva cerca de 30 meses “banqueado”, sin trabajar, se ha enfermado y no ha sentido absolutamente nada de apoyo. “Esto es un desastre, un cochinero, es la mafia”, e insiste en que debe hacerse valer por sí mismo y no por el apellido. “Pienso salirme del PAN, abandonar el partido, es lo siguiente…”, puntualiza el hijo de uno de los pilares en la fundación del panismo cachanilla.