Sin mencionar el número de homicidios que han sucedido bajo su mandato desde que ocupó la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto aseguró que en el país han disminuido en un 12.5 por ciento en comparación al 2012. ZETA ha publicado que en la administración federal hasta finales de agosto se han registrado 57 mil 899 asesinatos dolosos, es decir, 14 mil 205 más que en el mismo periodo de Felipe Calderón. En su mensaje con motivo del Segundo Informe de Gobierno, Peña además presumió que en los primeros 7 meses que van del 2014, se han registrado 27.8 por ciento menos homicidios en comparación del año pasado. Además aseguró que ha disminuido en un 13 por ciento el robo a casa habitación, el 53 por ciento en robo en carreteras, 7 por ciento en secuestro y 20 por ciento menos en extorsión. Peña mencionó la Gendarmería enviada por su gobierno a los Estados de “debilidad institucional”. Sin mencionar Tijuana, Baja California. En Palacio Nacional y trasmitido por cadena abierta, Peña también presumió que los derechos humanos en su gobierno se respetan más que antes, pues el Ejército Mexicano ha recibido 87 por ciento menos recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. En todo momento hizo mención de las 11 “grandes reformas” impulsadas desde su poder: algunas de ellas para promover la economía, por ejemplo, dijo, la laboral, financiera, hacendaria, telecomunicaciones y energética. Durante una hora y 30 minutos Peña enlistó un país que se ha trasformado, cifras aventuradas, números sin comparación pero en dirección positiva, millones invertidos en educación e infraestructura. Por ejemplo, la Cruzada Nacional contra el Hambre que según ha beneficiado a mil 12 municipios y 3.1 millones de personas. Peña mencionó que su reforma ya “transformó la educación en México”, pues “facilita y acelera la profesionalización de los maestros”, dándoles, dijo, mejores condiciones de trabajo. “Es una reforma en la labor de los maestros”. Sin mencionar metas ni números de la Reforma Energética la presumió como “un antes y un después” en el país. Sin embargo, advirtió que ya se contemplaron las zonas que se licitaran para que inversionistas privados exploten petróleo y energéticos. Según Peña “éste ya no es el país de antes”. Análisis y más información en la próxima edición impresa