Víctima de un mal de salud que la aquejaba desde hace varios meses, falleció Martha Millán, columnista taurina de esta casa editorial. Hija de Oscar Millán, de quién tomó el gusto por la tauromaquia, y de Refugio Rico, “Arruzina”, como se le conocía en el ámbito y en honor a su padrino el matador Carlos Arruza, fue una fiel defensora de la Fiesta Brava y siempre expresó en sus líneas las constantes fallas de los jueces de plaza, la inequidad de los bureles y los errores de los protagonistas. Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación por la Universidad de Guadalajara, colaboró para varios medios impresos y radiofónicos en Tijuana, además de impartir clases de comunicación en la Univer. Fue secretaria general de la Asociación de Periodistas de Tijuana, miembro activo de la Peña Taurina y fundadora de la agrupación Toros Sí. En la última columna, que saldrá publicada este viernes 26 en la edición impresa, deja lo siguiente: “A todos ustedes los conocedores, aficionados y villamelones les pido que continúen apoyando La Fiesta para que no desaparezca. Vayan a las plazas disfruten las corridas de toros, pero no apoyen las orejas regaladas, esas no benefician a los matadores y denigra La Plaza que las otorga”. Descanse en paz.