Haz de mis noches un poema, de mis días una caricia de amor. De mis puestas de sol, un canto. Por mis oraciones sientas placer. Quiero ser descubridor de talentos. Haz de mi vida, eterno agradecer; por mis sueños, abrazaba la esperanza. De mis tardes, vivencias de la juventud. Haz que mis ojos se maravillen de tu hermosa creación. Que mis labios te alaben por todos los días de mi vida. Que tenga siempre una palabra de esperanza y aliento a las personas necesitadas de ti. Roberto Carlos Domínguez R. Tijuana, B. C.