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domingo, octubre 6, 2024
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Reforma energética: un compás de espera para los mexicanos

El meollo del asunto serán los modelos de contrato y las licitaciones con las cuales funcionará Petróleos Mexicanos y la CFE, ahora que la Reforma Energética ya llegó a su fin en el Congreso. Tres meses tuvieron que pasar para que los legisladores aprobaran las Leyes Secundarias de estas políticas que abrirán la extracción de energéticos a la iniciativa privada, medida que se antoja inevitable, considerando la actual situación económica de ambas paraestatales. Más allá de la polémica que esta última reforma promovida por el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, desató sobre todo desde la izquierda mexicana, analistas del país y extranjeros han coincidido en señalar que los cambios en la manera en que utilizamos nuestros recursos naturales, habrán de generar una riqueza que se reflejará en el crecimiento económico de la nación. <p align=”left”>El problema es que no se prevén resultados a corto plazo. Por ejemplo, existe la promesa de que las tarifas eléctricas bajarán dentro de 2 a 7 años. Por otro lado, se habla de la necesidad que existe ahora, de que el gobierno mexicano tenga la capacidad de ofrecer contratos que llamen la atención de firmas como British Petroleum, Exxon y Shell. Por un lado, hay quienes dicen que con la actual política fiscal, carente de incentivos, y con un gran colmillo clavado en la generación de ingresos, los inversionistas no se atreverán a poner su dinero en México. En otras palabras, como decimos coloquialmente, papelito habla. El otro dilema es que tal vez al gobierno priista en turno no le quede mucho tiempo para darle a los mexicanos al menos un destello de luz al final de este camino de reformas que inició, y que tiene al Presidente a la cabeza de la lista de impopularidad. Quizás la única salida que le queda a Peña Nieto es fomentar la planificación para que la Reforma Energética ofrezca resultados positivos, aunque se espera que esto se dé en ocho o diez años. Queda la duda respecto a cuántos mexicanos sumidos en la pobreza habrá de aquí al 2022-2024. En ese sentido, las promesas de bonanza suenan demasiado huecas ante los oídos de una población que empieza a carecer de todo. 

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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