La línea más solida sobre el presunto abatimiento del narcomenudista Abraham Cervantes Escareaga “El Babay”, ocurrido el 13 de julio en una comunidad conocida como “Ranchito de Llanes” en el municipio de Sinaloa de Leyva, es la complexión física, la vestimenta y la descripción del que fuera hasta hace poco el jefe de la plaza de Los Cabos. Según el peritaje levantado por la Dirección de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Sinaloa, uno de los ocho integrantes del crimen organizado encontrados muertos tras un enfrentamiento con efectivos de la Secretaría de Marina alrededor del monte de esa población, correspondía a quien se supone es “El Babay”, porque las dudas que había terminaron de ser respondidas por los propios familiares del narcomenudista en base a lo siguiente: 1.- La ropa coincide con la que traía puesta el último día que fue visto con vida. 2.- La complexión de hombros y espalda y estatura. 3.- El color de piel morena clara, orejas grandes, boca grande, ojos negros pequeños, ceja grande y cabello rapo. 4.- Según testigos, la zona donde presuntamente andaba ese día, cuando habría ido a recoger un cargamento de droga entre las comunidades de El Naranjo y Oconorí en la sindicatura de Sinaloa de Leyva. 5.- Algunos accesorios y joyería que todavía tenía puestas. El cuerpo del jefe criminal había permanecido desde ese tiempo –cerca de 17 días– en calidad de desconocido, por lo que al cierre de esta edición presentaba un avanzado estado de descomposición. Así, la PGJE de Sinaloa hace lo posible por confirmar su identidad y corroborar a través de estudios especializados en criminalística o dactiloscopia, los cuales tendrían que pasar un segundo proceso para ser comparados en el Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Dactilares, conocidas como AFIS, lo que podría tomar más de un mes y medio porque el cuerpo sería sometido a un estudio de Ácido Desoxirribonucleico, conocido como ADN. El enfrentamiento La noche del supuesto abatimiento de Abraham Cervantes Escareaga “El Babay” ocurrió el 12 de julio, cuando un fuerte convoy de efectivos de la Secretaría de Marina, entró a la comunidad de “El Ranchito de Llanes” y se desató una balacera en la obscuridad de la noche. El choque entre integrantes del crimen organizado y de las fuerzas armadas comenzó en la población de El Naranjo y se extendió hasta Oconorí, donde según reportaron los pobladores, “la balacera duró desde las 9 de la noche del día 12 de julio hasta las 2 de la tarde del día siguiente y donde solo se escuchaba la refriega y no se podía ver nada”. Sin embargo, la luz del día develó el número de bajas por parte del crimen organizado. Entre la maleza, árboles y piedras, fueron encontrados 8 cuerpos sin vida de parte de presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa, y donde en primera instancia solo fueron identificados los siguientes: 1.- Felipe Sánchez López. 2.- Jorge Luis Castro Medina. 3.- José Rodríguez Gámez Arce “El Tortillero”. Según un investigador de la PGJE de Sinaloa, los integrantes del crimen organizado iniciaron la agresión cuando observaron al convoy militar a 10 kilómetros de la comunidad de “El Ranchito de Llanes”, después de verse sorprendidos cargando droga en un campamento que tenían instalado en la zona. Después del levantamiento de los cuerpos, los efectivos de la Secretaría de Marina y peritos de la PGJE de Sinaloa, incautaron dos camionetas pick up, una de ellas blindada y las cuales tienen en su interior uniformes militares, pistolas y armas largas, lo cual fue resguardado y puesto a disposición del Agente del Ministerio Público. Hoy se sabe, de acuerdo a un integrante del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública de Baja california Sur, todo apunta a que el sucesor de “El Babay” será el ex agente de la policía municipal de Los Cabos, Vidal Martínez Barraza “El Vidal” o “El Víctor”.