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martes, octubre 1, 2024
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La imagen que se robó la noche

No. La instrucción no contempla excepciones. Nadie entra con paraguas al Estadio Caliente, propiedad de Jorge Hank Rhon. “Por seguridad”, responden los inquilinos de centros de rehabilitación contratados para el control de las entradas el lluvioso sábado 2 de agosto. El “no” es no. Y punto. Ni para los niños discapacitados o en sillas de ruedas que fueron instalados frente al escenario durante horas y, por largos ratos, bajo la lluvia. ¿No es éste el evento para beneficio de los pequeños con discapacidades? Pues ahí duraron horas antes que el retrasado evento, iniciara.  Acariciando las siete de la tarde, desfasada con lo programado por casi tres horas, la casa de los Xoloitzcuintles luce desierta. Apenas unas cuantas personas puntuales. Muy pocas lograron colar sus paraguas. Las pruebas de sonido, apenas. Cables, luces, pantallas, son conectadas con atraso. El sonido falla. Pero la organización más. No hay carpas, no hay músicos, no hay público. Los camareros cambiando manteles en las mesas VIP que son empapados una y otra vez. Para la fortuna y presencia del gobernador y la primera dama, las gotas de lluvia cesan. Francisco Vega de  Lamadrid entra al Estadio Caliente y se dirige a dar las primeras palabras de bienvenida ante las butacas vacías.   Ahí mismo, hace más de un año, cerró el Partido Revolucionario Institucional su campaña a gobernador. Sí, y bajo la misma condición de abrigo, pues en aquellos momentos se supo: Jorge Hank Rhon había patrocinado su estadio para el acto de campaña, la cual perdió electoralmente. Meses después, y desde el poder del Gobierno del Estado, la familia Vega de Lamadrid escogió nuevamente la casa de Hank Rhon para su gran cierre de recaudación para el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT), éste un final diferente. La pareja en la gubernatura de Baja California sí cumplió su meta. Los niños discapacitados fueron el pretexto, pero en el evento político, gobernantes y funcionarios  presumieron sus afectos, alianzas y lealtades. Ya entrada la noche, Kiko Vega se fundió en un abrazo de agradecimiento con Jorge Hank Rhon. El mandatario admitió lo generoso del ex alcalde priista, habría hecho aportaciones al antojo de la primera dama, para así construir un hospital auspiciado por Televisa. El “gran cierre”, mal organizado,  terminó sin gran entusiasmo y muy poco concurrido. Pero con muchos mensajes políticos. La bañada Minutos antes de las siete de la noche, el primer grupo musical arrancó. Giako Band, el nombre; para el rock and roll, el mismísimo titular del DIF, Héctor Rivera Valenzuela, sirvió de vocalista. Luego del atraso de tres horas, el programa del Bajatón se recortó, prescindieron de grupos y testimonios, ajustaron tiempos y el gobernador acompañado se apersonó. Justo antes de subir al escenario, Vega de Lamadrid atendió a los medios de comunicación. Un minuto de declaraciones por parte del gobernador, apenas iba a contestar a pregunta expresa, sobre trasparentar los ingresos del CRIT: “Mire, lo que yo he visto y sé…” (en ese momento el viento sacudió la lona que cubría el escenario, lo que hizo caer chorros de lluvia acumulados directamente al mandatario). Con la espalda mojada, fue necesario llevarle toallas y trapos para secarse, mientras que a su esposa, Brenda Ruacho, unos brochazos por parte del maquillista de Televisa. Una peinada para los dos con las manos. Ya en el escenario y frente a muchas ausencias, Vega dijo que era momento de “ponemos la camiseta y no quitárnosla, porque el propósito (del CRIT) es más que bueno y necesario”. Así agradeció a todos por su “granito de apoyo”. La primera dama, en trasmisión en vivo, a pesar de ser sábado entrada la noche, invitó a “participar ahí en la cuenta Banorte 7777, desde su casa, apóyennos”. Minutos antes, y ante la nula concurrencia, la indicación fue que la entrada al evento y a los conciertos era “completamente gratuita”, además, según confió un colaborador de los organizadores, “ir por la gente de colonias”. Antes de eso, las entradas generales tenían un costo de 110 y 120 pesos. Al lado de su esposo, la primera dama de Baja California justificó tantos espacios sin ocupar: “El clima no nos ayudó, desafortunadamente, no estamos acostumbrados a que en agosto llueva, no recuerdo nunca, un agosto que estuviera lloviendo; pero bueno, esperamos que conforme vaya pasando la tarde, tengamos la asistencia acordada”. Días antes, Ruacho había estimado una asistencia superior a 25 mil personas. A la hora que Vega y su esposa llegaron, ni una quinta parte de las gradas estaba ocupada.   El gobernador también explicó ante reporteros: “Recordemos que este evento acaba de iniciar hace un rato y que acabará a las tres de la mañana, tiene mucho, nada más que pase un ratito, van a ver que vamos a tener mucha gente”. La tercera parte la puso el gobierno Luego de recaudar los 126 millones de pesos que exige Fundación Televisa para considerar construir un CRIT en el estado, Kiko Vega se congratuló: “Estoy muy contento por este evento, porque además nos hemos dado cuenta que Baja California tiene un gran potencial. Coincidimos en los problemas y en la solución de dar lo que estamos viendo; 126 millones de pesos, se dicen rápido, pero se requieren de un esfuerzo. Estamos sumamente agradecidos por ayudar en esta causa tan noble de darle terapia a los niños… aquí tenemos un gran corazón”, remató. Sobre la transparencia de los millones de pesos en manos de hasta el momento, alguien desconocido, el gobernador aclaró: “En las cuentas, yo he visto puros ingresos… vamos a dar a conocer puntualmente todo lo que está entregando el gran esfuerzo”. El Ejecutivo admitió que una tercera parte de lo recaudado, aproximadamente, fue una aportación  del gobierno “con el apoyo decidido del Congreso”. Los VIP Para el concierto-evento, la cancha del Estadio Caliente se dividió en tres. De la mitad para atrás, una zona para la entrada general, la cual hasta las once de la noche no se habitó, muy apenas y ya entrada la noche, lograron ocupar parcialmente las gradas. La otra mitad, frente al escenario, se dividió igualmente en dos partes. En un lado, los niños en sillas de ruedas y sus familiares; en el otro, los “invitados importantes”, los VIP. Desde temprano, y no como invitados, varios funcionarios del Gobierno del Estado “afinando” detalles, encabezados por Jorge Cornejo, coordinador general del evento. Personal de Comunicación Social, de Relaciones Públicas, empleados del DIF, el mismo Óscar Vega y sus asesoras. La mayoría de los policías estatales fueron llamados a brindar seguridad, toda un área del estacionamiento repleta de unidades. Igual, algunos elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado. De hecho, una de las primeras en llegar fue la procuradora, Perla del Socorro Ibarra, en la mesa 18 de la zona VIP. De un lado, los niños discapacitados con un lonche-DIF, una lechita y galletas. Por el otro, las botellas de Buchanan´s, los cigarros y la opulencia. José Teodoro “Lolo” Barraza jalando para hablar en lo corto a César Hank Inzunza, hijo del ex alcalde de Tijuana y funcionario del Gobierno del Estado. Con la barba desarreglada y en chanclas, Hank junior pedía a los escotas de su papá lo acompañaran a los baños portátiles que quedaban a metros de distancia. El titular de la Comisión Estatal de Servicios Públicos, Alfonso Álvarez Juan, pidió de comer y beber, tortas y vino para combinar. En lugar de usar servilletas, se chupó los dedos en confianza. Héctor Rivera, en jeans y playera, la familia del gobernador en una mesa con meseros exclusivos para su servicio. Más tarde, César Moreno, alcalde de Tecate y su esposa, tendrían su lugar. Cuauhtémoc Cardona pidió foto con Vega de Lamadrid. Juanita Pérez y un séquito hankista no pudieron faltar. La fiesta comenzaba y Sexy Cumbia, un grupo de cuatro mujeres en brassieres de cuero, botas largas, medias de red y calzones a media nalga, intentaban prender el ambiente familiar. A dos mesas de distancia de la familia de Kiko Vega, dos escoltas se pararon durante largo tiempo para resguardar al invitado esperado: Jorge Hank Rhon al lado de su novia, la ex porrista y ex edecán de los “Xolos”, Esmeralda Morales, y de su hijo Jorge Hank Inzunza, presidente del equipo de futbol. Luego de tomar asiento, al ex candidato a gobernador le acercaron una botella de tequila que simula un pene. Desde ahí, los conocidos y amigos no dejaban de acercarse a saludarlo para darle la bienvenida. El abrazo En su atención a medios, quien escribe pregunta sobre las aportaciones que Jorge Hank Rhon ha hecho al proyecto de su esposa sobre el CRIT. El gobernador Vega contestó: “El ingeniero Hank ha contribuido. Contribuyó en un baile de gala que se hizo aquí en sus instalaciones, y nos hizo el favor de prestarnos el estadio para que se llevara a cabo este Bajatón”. — A cambio de qué gobernador…, plantea ZETA. “No señor, a cambio de nada”. Vega de Lamadrid duró al menos una hora saludando a los niños del público y, mesa tras mesa, a los invitados especiales. Antes de tomar su asiento, se acercó a la mesa de Jorge Hank. Éste abrió los ojos en señal amable y se puso de pie. Primero un apretón de manos, luego el abrazo, tradicionales palmadas en la espalda y las palabras de ambos en evidente cortesía. Hank presenta a su novia, y Kiko saluda a la mesa completa, desde ahí, sin moverse del lado del priista. “Sigan sentados”, les invita el mandatario con la promesa de verlos “al rato”. La otra foto: a la hora de la deshonra Bajo el mismo recinto, los saludos y los afectos de los senadores. Las pleitesías y las alianzas son captadas en imágenes periodísticas y en combinaciones poco fáciles de creer. Es común verlas. Panistas secreteándose, priistas adormilados, senadores de izquierda distraídos en sus celulares, éstas y otras combinaciones. De todo tipo. En el Senado de la República, pese a que cada uno de los 128 legisladores guardan un asiento exclusivo e intransferible, es común verlos murmurar en pasillos, compartiendo espacios, celebrando votaciones, indiferentes o fríos a discursos preparados, en acaloradas discusiones, o explosivas e insurrectas declaraciones. En esta hamaca legislativa, resalta una fotografía tomada el martes 5 de agosto y publicada por Agencia Reforma. Es en la Cámara alta. Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los senadores priistas, está rodeado y con las manos ligeramente levantadas. Arriba las manos: Gamboa está siendo asaltado por otros legisladores, pero con palmadas y golpecillos de aprobación, risotadas y congratulaciones. Su cara de ligera expresión  campante, sostiene su grueso bigote. Traje a la medida y el pin tricolor enganchado al pecho. Sin duda es un momento célebre y celebrado. Fúnebre y funesto, para los que se nombran defensores del petróleo. En la foto, faltó la copa para el brindis. ¿Pero quiénes rodean al clásico mostacho del priismo? ¿Por qué lo felicitan? ¿De qué alegría se ha perdido México que no comparten los protagonistas de la escena? ¿Qué puede hacer agasajar a Gamboa, enquistado por más de 34 años en el poder, 15 como legislador al término de este periodo? El cuarteto que se congratula con un Gamboa alegre, lo integran los embajadores en el Senado de las dos alas más representativas del Partido Acción Nacional: el calderonismo encarnado en Ernesto Cordero Arroyo y Mariana Gómez del Campo; así como Jorge Luis Preciado Rodríguez, nuncio de Gustavo Madero, dirigente nacional del PAN y quien condujo el choque interno con el primero y su grupo. El panismo en plena caricia y romance con uno de los representantes más prehistóricos del PRI, Gamboa, eterno político en las altas esferas del poder desde los años setenta. Salinista y sempiterno operador del partido en el poder. Solo para recordar: una conversación telefónica fue publicada en 2006, se trató de Kamel Nacif (nexo de Jean Succar Kuri, encarcelado por pederastia y pornografía infantil) y el propio Gamboa Patrón. Al hoy -y entonces- senador de la República se le pedía por parte del empresario impedir leyes relacionadas a los casinos. De ahí la famosa frase del priista: “pues entonces va pa´tras, papá”. En fin. La fiesta de los legisladores la noche del 5 de agosto en el recinto se debió a la aprobación del último paquete aprobado por el Senado a los dictámenes de la legislación secundaria de la Reforma Energética. Esa noche, los senadores del PRD y del PT acusaron al PRI, PAN, PVEM y PANAL, de avalar que el pasivo laboral de Petróleos Mexicanos pasara a deuda pública, no sin antes recordar que el mentado pasivo incluye los desvíos de miles de millones de pesos que pararon al Sindicato petrolero, encabezado por el también senador priista, Carlos Romero Deschamps, para cubrir campañas electorales y juicios en el extranjero. Y bueno, entre otras muchas referencias, quedó casi por completo la intención inicial del inquilino de Los Pinos, Enrique Peña Nieto, de permitir a extranjeros buscar y explotar petróleos y energías naturales en territorio mexicano. Días antes de esta última votación, con 92 afirmativos (PRI-PAN-PVEM y PANAL) y 25 en contra (PRD-PT-MC), la Secretaría de Hacienda había revelado que de las regalías que las empresas extranjeras obtengan del petróleo mexicano, el país alcanzará únicamente el 10 por ciento -no más–. La foto de Reforma ya no da constancia, pero al fin de la jornada, los senadores a favor se abrazaron, sobraron besos y faenas novelescas. Entre tantos encuentros quedarán para la posteridad los arrumacos de los panistas hacia un Emilio Gamboa encantado por dejarse querer.  Isaí T. Lara Bermúdez

Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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