En total son 45 los jueces municipales en Tijuana, todos dependen de la Consejería Jurídica que maneja el abogado Gerardo Herrera Zavala, aparecen contratados como empleados de confianza y ganan poco más de 16 mil 500 pesos al mes. También conocidos como jueces calificadores, son quienes reciben de entrada a los detenidos por elementos de la Policía Municipal y que se encuadran en la Secretaría de Seguridad que maneja el doctor Alejandro Lares Valladares. Bien, la queja de los agentes municipales no es poco grave: en las oficinas de los jueces calificadores, particularmente en la Zona Este de la ciudad, el servicio es deficiente y corrupto. Ejemplifican los policías: “Tenemos un detenido en la madrugada, lo agarramos vendiendo droga, o drogado, o robando, y lo presentamos al juez para que dé fe de los hechos, y los jueces a veces se quedan con la evidencia. Hay unos que de plano abren el cajón del escritorio y nada más la dejan caer”. Las quejas de los oficiales y por la vía adecuada, se han hecho llegar a la máxima autoridad municipal, pero nada ha cambiado. Aquí en la foto, de madrugada, un juez y encargado en El Refugio, de plano abandonó su labor y oficina. Se fue, se durmió o se tomó un descanso y hasta letrero puso. Los policías debieron esperar, con todo y detenido y evidencia, hasta que el juez municipal regresara… luego por qué los aprehendidos salen libres al violarse el debido proceso.