Exigen justicia tras asesinato del periodista James Foley

Por el asesinato del periodista James Foley, secuestrado en noviembre de 2012 en Siria por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, prometió actuar para obtener justicia. A su vez, Erick Holder, fiscal del Departamento de Justicia de Estados Unidos, informó sobre la apertura de una investigación criminal por la ejecución. El martes 19 de agosto de 2014, el ente islámico difundió un video donde se aprecia la decapitación del reportero de Associated Press (AP). En el material, además de despedirse de su familia, Foley responsabiliza al gobierno estadounidense de su muerte, toda vez que ésta fue motivada por la intervención aérea de aquel país en Irak, dentro de posiciones yihadistas. Obama aseguró que su gobierno no descansará hasta resolver el caso del reportero de 40 años, mantenido en cautiverio desde hace casi un año. Afirmó que por sus acciones, el Estado Islámico no puede ser portavoz de ninguna religión, pues representan “un cáncer que debe ser extirpado y sin espacio en el Siglo XXI”. El primer mandatario de la Unión Americana sostuvo que no terminará con las intervenciones en territorio islámico dentro de Irak, país invadido en 2002. Después de la difusión del material audiovisual, el gobierno del Reino Unido, a través de su Primer Ministro, David Cameron, sospechó sobre el origen británico del ejecutor de James, debido a su acento. El país europeo también condenó “los hechos brutales y bárbaros, un acto de asesinato sin justificación”. Luego de que la Casa Blanca confirmara la autenticidad del material y la identidad del comunicador norteamericano, sus padres pidieron públicamente al grupo islámico, piedad para que perdonen la vida de los que no tienen relación con las decisiones del gobierno de los Estados Unidos. Diana Foley, madre del periodista, dijo sentirse orgullosa por el trabajo que realizó su hijo: “Dio su vida intentando dar a conocer al mundo lo que sufría el pueblo sirio”. Steven Joel Sotloff es otro periodista  de origen estadounidense secuestrado por yihadistas del EI, con amenaza de ser ejecutado si Barack Obama no suspende las intervenciones en Irak. El reportero independiente fue privado de su libertad en julio de 2013, dentro de territorio sirio. Sotloff también trabajó en Libia y Yemen, y sus trabajos han sido publicados en publicaciones como Magazine y Foreign Policy.