Por orden de la Corte Federal de Estados Unidos en San Diego, el estadounidense Song Shen Zhen pagará una multa de 120 mil 500 dólares a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) por el tráfico de 241 vejigas natatorias de totoaba, especie en peligro de extinción. De acuerdo a la fiscal Laura Duffy, la sentencia busca “reparar el daño” ocasionado al ecosistema mexicano. Al respecto, Gustavo Almaraz, delegado de PROFEPA en Baja California, indicó a ZETA que de enero a agosto de 2014, la dependencia federal ha realizado 19 detenciones de traficantes de totoaba en la entidad. Todos han sido turnados ante la Procuraduría General de la República (PGR) por el delito de daño ambiental. Ya que esta especie únicamente es encontrada en el Mar de Cortez, los pescadores fueron sorprendidos en el área de San Felipe. Una vejiga natatoria de totoaba tiene un valor de hasta mil 800 dólares en México, pero este precio puede llegar a los 20 mil dólares en los mercados asiáticos. De hecho, personal de PROFEFA y de UABC, acudieron a las audiencias de este caso y ante la Fiscalía para explicar los programas de recuperación de esta especie, protegida bajo la norma 052 2010 de la PROFEPA por estar en peligro de extinción, por lo que se le prohíbe su extracción de la vida silvestre. La Corte consideró esta información al momento de dictar la sentencia y la multa por reparación de daño. Aunque el dinero de la sanción será entregado directamente a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México, la cantidad deberá ser retribuida a los programas de protección a la totoaba. Por ejemplo, los costos del programa encabezado por UABC para la reproducción de totoaba mediante el cultivo de las semillas, su crecimiento y su liberación al mar. Song Shen Zhen, originario de Calexico, California y de 75 años de edad, cruzó la frontera de Mexicali a Calexico, el 10 de abril de 2013, en su vehículo Dodge Attitude, a las 12:45 horas. Aunque el norteamericano indicó al oficial de Aduana de Estados Unidos, que no tenía artículos que declarar, éste notó una deformidad en los tapetes de la parte trasera del automóvil. Conforme realizó la inspección, descubrió dos bolsas de plástico con 27 vejigas natatorias de totoaba, totalmente secas y con un peso de 1.85 kilogramos. Como parte del operativo, una de las vejigas, fue tomada como muestra y a Zhen se le permitió salir de la garita, pero fue seguido por agentes de Aduana hasta llegar a su domicilio. Al día siguiente, cuando el hombre salió de su domicilio, las autoridades estadounidenses ya habían emitido una orden de cateo para su hogar, el cual servía como una fábrica para disecar las vejigas natatorias de totaba. Ahí fueron localizadas 214 vejigas natatorias más, colocadas en fila frente a ventiladores para secarlas. En el lugar, también encontraron material para empacar y otra evidencia “relacionada con el envío de vejigas natatorias de totoaba a otros países”, indica el comunicado enviado por la Fiscalía. El valor de la mercancía rebasaba los 361 mil dólares en México, pero llegaba hasta el 1.2 millones de dólares si se vendía en Estados Unidos, mientras que en el mercado negro – principalmente de Filipinas – se podía cotizar en hasta 3.6 millones de dólares. La vejiga natatoria de la totoaba alcanza altos precios en los mercados asiáticos y es utilizada para cocinar sopas que, a su vez, sirven como remedios terapéuticos y medicinales. Al igual que en México, la totoaba es una especie protegida por las leyes estadounidenses, por lo que queda prohibida su captura, posesión, transportación, importación, venta e intercambio.