Denuncia agresión sexual de policías en Ensenada

Tomás Lucio Peralta Gastélum fue arrestado y agredido sexualmente por policías municipales de Ensenada que lo detuvieron presuntamente por una orden de aprehensión. También en su traslado a Tijuana, donde se generó el ordenamiento legal, policías ministeriales lo golpearon y humillaron, asegura en su relato. El martes 14 de enero de 2014, acompañado de su esposa y sus siete hijos, Tomás esperaba dentro de su camioneta frente a la clínica 6 del Instituto Mexicano del Seguro Social, como parte de su tratamiento para combatir el cáncer de páncreas que padece. Al lugar llegaron dos policías municipales, Damián Molina Vázquez y Luis Manuel Delgadillo Castillo y preguntaron sobre la identidad de los niños, Peralta Gastélum demostró su parentesco con los niños mostrando las credenciales de identidad para menores de edad. Uno de los policías municipales hizo una propuesta a Tomás y a su esposa, si ella se subía a la patrulla y “le daba una mamadita” no le quitarían sus hijos y no “les iba a cargar la chingada”, según relata el afectado a ZETA. Una orden de aprehensión resaltó en el historial de Tomás cuando los municipales reportaron su nombre. En 2007, Manuel Teodoro Yorba Castillo lo acusó de fraude por un negocio en el que el demandado instalaría celdas solares. Aunque Peralta Gastélum asegura que no cometió el ilícito, la orden de aprehensión se giró desde 2011 y ese día se ejecutó con su traslado al ministerio público. Tomás relata el traslado en la patrulla de la Dirección de Seguridad Pública de Ensenada. Los oficiales le dijeron que lo llevarían “al grupo de aprehensiones” para que lo trasladaran a Tijuana, donde ha enfrentado su proceso. “Un policía se brincó al asiento de atrás, se bajó el pantalón y me obligó a hacerle sexo oral, introducía sus dedos por mi recto y me echó sus porquerías en mi boca”, describió también que dos veces el policía municipal abusó sexualmente de Tomás mientras lo apuntaba con su arma de fuego. Después del traslado a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el detenido fue entregado a dos agentes ministeriales adscritos a Tijuana, Juan Carlos León Zamorano y Raúl Reyes, quienes “me amarraron con cinchos y me aventaron a la caja del pick up”. En el camino, con las náuseas causadas por el abuso, sumado a los movimientos del vehículo en tránsito, Tomás vomitó, “uno de los oficiales se bajó y me agarró a sopapos”. Antes de ser internado en el penal de La Mesa en Tijuana, Tomás fue golpeado nuevamente por los ministeriales principalmente en la cabeza, según comenta en la entrevista. Preso pasó alrededor de dos meses en la Penitenciaría de Tijuana, hasta que pagó una fianza de 59 mil 107 pesos en marzo. Después de esto, ha interpuesto una denuncia contra los policías ministeriales en el departamento de Asuntos Internos de la PGJE con el expediente 064/2014/TIJ por  abuso de autoridad. Además, Peralta denunció a los municipales que abusaron de él ante la Procuraduría para que se integre la averiguación previa 1274/14/EXHT/AP y en la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) se abrió la queja 197/14. Sobre el caso, autoridades de la Sindicatura Procuradora del municipio de Ensenada, explicaron a ZETA que no tenían conocimiento del tema, a pesar de que los elementos señalados ya entregaron un informe justificado de la detención a la PDH. El relato de Tomás está plasmado en la causa penal 0252/2011 dentro del Juzgado Primero de lo Penal de Baja California, expediente que guarda el caso de fraude por el que fue privado de su libertad. Hasta la fecha, el ciudadano continúa aportando pruebas ante la PGJE y la PDH para demostrar el abuso del que se dice víctima. A la par, acude a desahogar el proceso en su contra y recibe tratamiento contra el cáncer que lo invade, por lo que exige a las autoridades que se investigue su caso.