En el tramo costero de 120 kilómetros que comprende Tijuana, Rosarito y Ensenada, existen unas 12 mil unidades habitaciones en desuso, mismas que no han podido venderse al mercado principal que es Estados Unidos, debido a la crisis inmobiliaria en el país vecino, según indican autoridades de Secretaría de Infraestructura de Desarrollo Urbano del Estado (SIDUE). A través de la Dirección de Ordenamiento Territorial de la SIDUE, se promueve el programa Corredor Costero 2014, documento que busca actualizar la versión de 2001, con los nuevos lineamientos económicos federales y estatales, en materia de infraestructura, para lograr atraer mayor inversión a la localidad, y las constructoras respeten las disposiciones a la hora de edificar en zonas prohibidas, así como el reordenamiento de la imagen urbana. El director de la dependencia estatal, Carlos López Rodríguez, ejemplificó algunas de las adhesiones al documento, como la delimitación de zonas para la construcción dentro de las 60 mil hectáreas que corresponde al Corredor Costero. Por medio de 48 unidades de gestión ambiental, establecidas por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) se determinará las zonas no aptas para construcción, éstas consideradas peligrosas o de alto riesgo. Entre ellas se encuentra el tramo de 300 metros desde Salsípuedes hasta la Caseta de cobro de San Miguel. Asimismo, densificar las zonas pobladas, más que hacer crecimientos urbanos horizontales, y la generación de servicios públicos como agua, luz y electricidad, así como la creación de nuevas carreteras. Sin embargo dijo, es necesario atraer la inversión a la zona, ya que indicadores económicos oficiales estiman que el corredor costero que comprende Tijuana, Rosarito y Ensenada, solo crece económicamente en un 1.6 por ciento anualmente, en comparación con el 2.4 por ciento que el Estado presenta año con año. Solo en el tramo de Popotla, en Rosarito, hasta La Salina por la altura del Arroyo La Misión, se concentra la mayor cantidad de vivienda que no se ha podido comercializar principalmente en Estados Unidos. En el Corredor Costero existen unas 12 mil unidades habitacionales sin vender, debido a la crisis financiera de Estados Unidos, lo que impide a los clientes potenciales de aquel país, adquirir su condominio en la zona. El costo de las propiedades frente al mar en 2008 osciló en el millón de pesos, pero el precio se ha incrementado en los últimos años, a aproximadamente en 1.5 millones de pesos, aunque a pesar de no ser el ideal para ganancia, tampoco logran venderse. “Luego de la reunión con el director de inversión de SECTUR a nivel nacional, le estamos planteando cómo hacerle para poder revivir esta inversión, principalmente en Estados Unidos, porque a nivel local, la economía todavía no está como para comprar un condominio en esa zona”, informó López Rodríguez. El funcionario aseguró que también las inmobiliarias entrarán a regirse por el documento, para así verificar espacios dónde construir, alturas, verificación de áreas para no irrumpir en las vistas y demás. Se estima que el documento se integre totalmente en aproximadamente 30 días. Posteriormente, se presentará ante los Cabildos de los tres municipios, y finalmente a la Comisión Coordinadora del Gobierno del Estado, para posteriormente iniciar con su aplicación legal.