Mientras el tijuanense Raúl Plascencia Villanueva, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos reconoce a Enrique Peña Nieto de respetar las garantías de los mexicanos, organizaciones señalan el desprestigio y lo viciado de la institución que preside. Por si fuera poco, el periódico El Reforma hace un recuento de los auditorios, cátedras y un busto que Raúl Plascencia ha inaugurado a su nombre a lo largo del país, especialmente en Puebla, donde el mismo titular de la CNDH avaló la “ley bala” para sofocar manifestaciones. El pasado 19 de agosto, Enrique Peña Nieto encabezó el 15 aniversario de la Autonomía Constitucional de la Comisión Nacional de los Derechos humanos en el Distrito Federal. Los halagos fueron correspondidos entre el inquilino de Los Pinos y el Presidente de la Comisión de los Derechos Humanos en el país. Peña discursó a favor de la CNDH: “este órgano autónomo, también ha contribuido a hacer de México un país comprometido con los grupos más vulnerables, su esfuerzo ha permitido incluir en la agenda pública temas prioritario como al no discriminación, la protección de los migrantes, la igualdad de género, la promoción de los derechos infantiles”. Luego remató: “por ello, esta institución se ha ganado el respeto y la confianza de la sociedad mexicana, uno de los pilares de su fortaleza institucional es el profesionalismo de sus Consejeros y servidores públicos, quienes han proyectado una instancia seria y de reconocido prestigio. Este día expreso mi reconocimiento al trabajo comprometido de su presidente”. En respuesta, el Ombudsman, reconoció al Presidente de la República su voluntad y sus atenciones. Además de exponer que se han reducido las quejas contra las autoridades en un 50 por ciento, “particularmente” las quejas contra el Ejército en lo que va de la administración de Peña. En el mismo acto, Plascencia celebró que la Presidencia de la República haya atendido las recomendaciones emitidas por la CNDH hechas hacia su gobierno. Por otro lado, organizaciones civiles dedicadas a vigilar los derechos humanos han documentado y denunciado la ineficiencia de Plascencia ante la CNDH. Uno de ellos es Darío Ramírez, director de Artículo 19, quien señala la “prostitución” de la Comisión ante los poderes del país. “¿Con qué cara voltea a ver los 25 mil desaparecidos y a 75 periodistas asesinados?”, declaró a medios el activista… la CNDH está secuestrada por un grupo de personas incompatibles con la defensa de los derechos humanos… Plascencia ya no es un ombudsman del pueblo, no cumple con ninguna de las características de un defensor del pueblo. Independencia no la tiene”, publica el portal de El Cambio en Puebla. Periódico dio cuenta el miércoles 20 de agosto de un recuento de las cátedras, auditorios, salones y un busto en honor de Plascencia Villanueva. Por ejemplo, el salón de usos múltiples de la Comisión de Derechos Humanos en Puebla que lleva el nombre del titular de la CNDH. El homenaje para bautizar con el nombre de Plascencia estuvo encabezado por el mismo gobernador Rafael Moreno Valle, quien decretó con –el aval del Ombudsman– la “Ley bala”. En Sonora, el nombre de Plascencia también luce en un monumento creado para él, un busto dorado, en su honor, en el 2012, fue el mismo titular de la CNDH quien develó la escultura con su nombre. En los últimos dos años y en al menos tres entidades, el Ombudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva ha inaugurado un busto, un auditorio y cátedras que llevan su propio nombre”, publica el diario. En la memoria nacional no existe precedente al “ego” que se le atribuye a Plascencia. Ni el mismo Jorge Carpizo McGregor, primer presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, quien fue Secretario de Gobernación de México, Procurador General de la República, Rector de la UNAM y múltiplemente premiado a nivel internacional por ser un constitucionalista y un catedrático del derecho, se prestó a los homenajes a la personalidad con bustos o monumentos. Para Carpizo, finado en el 2012, solo existen cátedras y edificios con su nombre.
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