Inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), en coordinación con personal de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), capturaron a un ejemplar juvenil de lobo marino Zalophus Californianus, de aproximadamente 45 kilogramos, el cual estaba a punto de morir desangrado por la presión de una red de pesca que tenía atorada en la cabeza, a la altura de los ojos. “Se reportó vía telefónica, que existían unos ejemplares enmallados en la zona del Faro de San Rafaelito. Se observaron los ejemplares, por lo cual se capturó uno, y se trasladaron aquí a la Universidad para darle el tratamiento y las curaciones necesarias; ahorita se va a mantener en observación y, dependiendo su evolución, se le va a liberar de nuevo en el mismo lugar”, explicó Roberto Robles, inspector de la PROFEPA. El espécimen fue llevado en primera instancia a la dependencia federal para levantar un acta y hacerle una inspección ocular, enseguida se le trasladó al Hospital Veterinario de la Universidad, donde se determinó el material que tenía atrapado en la cabeza, “un pedazo de malla de red de piola, cómo se la fue a encontrar, no sabemos”, planteó el representante de PROFEPA, para agregar que continúan las investigaciones en cuanto a actos de pesca a la deriva. Una vez en el hospital, especialistas de la Procuraduría y de la UABCS aseguraron al animal y lo anestesiaron para su atención; una vez dormido, lo llevaron directo a quirófano. Juan Manuel Ramírez Orduña, jefe Departamento de Zootecnia de la institución educativa, determinó el grado de afectación: “La malla laceró gran parte de los músculos faciales, incluso lesionando una parte del ojo derecho. Se tranquilizó, utilizamos un tranquilizante que conocemos como Filasina, y un anestésico general, Izoflorane, mucho muy seguro para los animales, incluso para los humanos”. El animal por poco perdía la vista a causa de la red de pescar, misma que le cercenaría la cabeza con el tiempo. “Se pudo retirar la piola que estaba lacerando, no requería más atención, se hicieron las curaciones pertinentes, se desinfectó”, finalizó el especialista de la UABCS. Una vez rehabilitado y curado, el lobo marino fue devuelto a su hábitat natural el lunes 23 de junio, en la misma zona donde fue capturado y habita una colonia de lobos marinos, a unos diez minutos de la playa Pichilingue, de La Paz. El lobo marino se encuentra en estatus de protección especial por la NOM-059-SEMARNAT 2010. Se sabe que por lo menos existen dos lobos más con problemas de enmallamiento y están en riesgo de morir.