En mayo el Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) logró ponerle un freno a Cryptolocker, una operación de Ransomware donde, por medio de un virus, los delincuentes logran bloquear archivos de las computadoras, negándose a liberarlos a menos que el usuario pague un rescate. Caso concreto, en nueve meses, Cryptolocker se hizo de 400 mil archivos, y exigió a sus víctimas el pago de 300 dólares en tres días para recibir a cambio la clave para desencriptar su contenido.