Ahora resulta que en una panadería especializada en donas en Connecticut a un niño de apenas 4 años de edad se le ha prohibido la entrada EN ZERIO! por haber hecho una pregunta que le dejó un mal sabor de boca a otra clienta. El chamaco imprudente lleva por nombre Justin Otero y el incidente tuvo lugar en el Doughnut Inn, adonde fue con su madre y al ver a una señora algo rechoncha abiertamente le preguntó si “tenía un bebé en la barriga”. Cuando la mujer respondió que no, la madre del pequeño, Rebecca Denham, le pidió disculpas y hasta ahí quedó el asunto. O al menos eso creyeron los involucrados. Cuando los Otero volvieron a visitar el comercio el dueño le dijo a Rebecca que su hijo no podía estar ahí por grosero. Ahora, esa madre y su chiquillo digamos que parlanchín tendrán que comprar donas en otro lugar.