A mediados de 2012, Roberto Salomón comenzó el ambicioso plan de fusionar el talento que posee ante el piano y su gusto por el cine, a través de la musicalización del filme francés “Amèlie”, que sobra decir, resultó en un éxito pleno que requirió de funciones extras y un pequeño recorrido por la región. Sin embargo, ese apenas fue el inicio del proyecto que en realidad tenía en mente: crear una trilogía musicalizada que cobrara vida en la Sala Carlos Monsiváis de la Cineteca Tijuana. Para completarla, un año después le tocó el turno a “Cinema Paradiso” y, en mayo de 2014, “El Piano” cerró el ciclo trazado. Las ideas por seguir manejando esas dos pasiones no quedaron ahí, pues Roberto está a menos de una semana de concretar “Miyazaki y Piano”, espectáculo que incluso ha considerado como un riesgo en su carrera, pero que no está dispuesto a abandonar. En entrevista con ZETA, el músico detalló por qué ha decidido seguir con el reto: “Como músico y creador me gusta ir a otros mundos y soy muy cortante con un proyecto que termino. Para mí ya está terminado cuando lo estreno y siempre estoy en búsqueda de algo nuevo. Ha sido algo nuevo muy refrescante realizar este proyecto, porque también me ha nutrido mucho en mi vida personal. Como todos, he tenido sucesos de peleas, relaciones y de complicaciones por aquí y por allá, y ver estas películas me ha recordado el perdón y los valores importantes para nosotros. Ha sido muy bonito para mí, porque me siento renovado de alguna forma”. La iniciativa de Salomón por brindarle a la comunidad el amor hacia la música de Joe Hisaishi, compositor de cabecera del cineasta Hayao Miyazaki, se logra gracias al acercamiento del regiomontano con las creaciones de otro músico japonés: Ryuichi Sakamoto, a quien considera una de las personas que con su trabajo, le hizo notar otras posibilidades para canalizar su talento, y que, después de estudiar a fondo, pudo interpretar cuando recién inició a tocar el piano hace aproximadamente diez años. “Cuando yo vi las películas de Miyazaki hace mucho tiempo, no me conecté con el material inmediatamente. No sé si había sido por mi madurez o por las condiciones de vida, siempre trato de mantener una conexión especial con las narrativas y los proyectos que realizo, en el caso de Miyazaki no era así, pero con la música sí”, admitió el artista. A diferencia de los proyectos previos del pianista, éste no se centrará en una sola película, sino que, como su nombre lo indica, abarcará una parte de la trayectoria del director, con un collage de “Mi Vecino Totoro”, “Kiki: la Aprendiz de Bruja”, “La Princesa Mononoke”, “El Viaje de Chihiro” y “El Castillo Vagabundo”, a fin de realizar un poema audiovisual de la filmografía de Miyazaki. “Escogí escenas claves de las cinco películas que a mí me parecen que son las más apropiadas a lo que yo quiero dar a entender. Todas tienen subtemas que son importantísimos, como la naturaleza, la transición de niño a adolescente, la condición femenina, y todas repiten un viaje que al final siempre es feliz”, agregó. No obstante, también declaró cuál es el común denominador que decidió para darle una narrativa coherente al proyecto: “Miyazaki es muy feminista, y los protagonistas de las cinco películas que escogí son mujeres que están en este periodo de transición de ser niña a mujer. Todas se enfocan a la adolescencia. También está la temática de la cultura japonesa de la muerte, de los espíritus y el perdón. En ninguna de estas películas hay un villano específico, los conflictos son productos de las circunstancias. De los diferentes puntos de vista, y más que nada creados por algo sobre la naturaleza. El preocuparse por cómo preservarla, porque algunas personas tienen diferentes intereses. Al seleccionar estas cinco películas, sí me puse como propósito que las protagonistas fueran figuras femeninas”. Mantenerse en el estándar de tiempo que ha usado con las otras musicalizaciones, es una prioridad a la que Salomón se quiere apegar con la nueva presentación, por lo que espera que la edición final, a cargo de Joshua García, sea de aproximadamente una hora con veinte minutos. En ese tiempo, el espectador verá la transformación en crecimiento cronológico de una figura femenina mediante varios rostros, para concluir con una pequeña regresión hecha con el “El Viaje de Chihiro”, en la que el creador del proyecto quiere mostrar la dualidad entre hechos fuertes y una edad corta. “En lo personal no soy muy seguidor del anime o del manga, no es porque no me guste, sin embargo, mi disciplina es la de ser músico. Eso siempre me lleva hacia otras disciplinas, como es el caso de la apreciación del cine. Al pensar en un recital como éste, porque la música de Joe me emociona mucho, me puse a ver de nuevo las películas y fue una conmoción, así, literal. Me había perdido de muchos temas ricos de Miyazaki y de una poesía visual. A diferencia de otros directores de quienes he musicalizado su película, es el primero que me cuestiona espiritualmente. Eso para mí fue muy fuerte”. En el redescubrimiento de Salomón con los filmes del estudio Ghibli, destaca “La Princesa Mononoke” y su lucha por salvar el bosque, como su consideración a lo que es una obra maestra que combina el folclor japonés con el odio, la muerte y la disputa que representa el todo para los personajes. Tutor privado, además reconoce en sus alumnos de varios años el primer destello por trabajar con la música de dichas películas, al ser las peticiones para desarrollar sus clases, por lo que algunos de los temas que componen a “Miyazaki y Piano”, en realidad han sido parte un repertorio que dominó tiempo atrás, y que, contrario a lo que podía pensarse por ello, no quería presentar ante un público hasta 2015, pero todo se acomodó para hacerlo este verano. “Tenía muchas dudas de ponerlo en cartelera. Es una temática muy bonita y no quería que pasara desapercibido, pero siento la misma vibra que con ‘Amèlie’. Siento que como es un director contemporáneo y por lo colorido de sus películas, está muy vigente con el público, pero también hay parte de mi público que dice ‘quién es ese’. Tengo muchos lados musicales y la fortuna de haberlos desarrollado, sé que voy a estar ante un público joven, lo cual me emociona mucho porque ellos también necesitan conocer este estilo de música, y saber que se puede hacer algo así Tijuana”, concluyó el pianista que regularmente toca para escuchas mayores con preferencias por el jazz y bolero. “Miyazaki y Piano” se presentará en la Antigua Bodega de Papel, el próximo 10 de julio, en un evento con capacidad máxima de 150 personas. Los boletos están a la venta en la taquilla del lugar, por un costo de 100 pesos.