Dentro del marco de las celebraciones de la Universidad de Tijuana por su vigésimo aniversario, y dentro del ciclo de ponencias del Primer Foro Internacional “La educación ante los desafíos del cambio”, fue que el Dr. Jorge Servín quien presentó su exposición “La evaluación desde la política educativa: una mirada crítica”. En su ponencia, Servín realizó señalamientos hacia lo que llamó la “Nueva Gerencia Pública” y el papel auditor que ha tomado el Estado Mexicano, explicando que al someter el proceso educativo al sistema neoliberal y las exigencias del mercado, el organismo gubernamental se convierte en un mero administrador de intereses particulares. Servín señaló que para justificar la reforma educativa fue necesaria la creación de estadísticas poco favorecedoras y una campaña mediática en detrimento del magisterio, por lo que habría de ajustarse a un modelo que si respondiera a las demandas del mercado e implementar el miedo al despido mediante un sistema estandarizado de evaluaciones: rendir o ser despedido. “La calidad de la educación hoy se traduce en eficacia y eficiencia empresarial, hacer lo más con lo menos”, aseveró el catedrático. Servín aseguró que los maestros no se oponen a la evaluación, sino a la forma, ya que asegura que una evaluación estandarizada y medible “produce clasificación, y si clasifica, excluye”, además de señalar que estos no evalúan competencias ni habilidades. “¿Es posible lograr la verdadera calidad educativa a partir de este tipo de programas que estimulan el individualismo, la ansiedad, el estrés, la incertidumbre y la incompetencia entre los docentes?”, cuestionó el ponente a los más de 200 asistentes. Para finalizar, Servín señaló que los maestros son el mayor obstáculo para la privatización de las escuelas, señalando que las agencias de evaluación en Estados Unidos facturan entre 700 mil a mil millones de dólares al año, por lo que se preguntó cuál sería la ganancia anual de CENEVAL por aplicar un examen a su juicio mal estructurado. Al cuestionársele acerca de que si podía rescatarse de la reforma educativa impulsada por el Gobierno Federal, Servín opinó que “poco o nada”.