Hace unos meses, el lanzador José Contreras buscaba un lugar en el bullpen de los Rangers de Texas. Firmó un contrato de Ligas Menores y, luego de tres apariciones en la pretemporada, fue reasignado al sistema de granjas del equipo, donde tuvo en mente el retiro. Pero el lanzador coahuilense Joakim Soria, cerrador de los Vigilantes, le recomendó que siguiera su carrera en México, específicamente en Tijuana, con los Toros. Así que echó una llamada a la directiva, y éstos rápidamente lo invitaron a ser parte de la novena. “Ya me iba a retirar, me iba a ir a mi casa, son 42 años los que tengo, casi 26 años jugando pelota, me iba ir para mi casa, y Joakim Soria, al cual respeto mucho como pitcher, como persona, me dijo que yo podía seguir jugando y marcamos a Tijuana; y aquí estamos, disfrutando mucho de esta plaza, de esta ciudad y del equipo”, reconoció. En la actualidad, el cubano ha aprovechado la oportunidad que le brindaron los Toros y ha renacido como lanzador efectivo. Lleva marca de siete triunfos por dos derrotas, con una efectividad de 3.02 de carreras limpias admitidas y ha recetado 100 ponches, la máxima cantidad en la Liga Mexicana. “Me siento muy bien jugando mi primera temporada en la Liga Mexicana, ya la conocía un poco, pero no es lo mismo participar en un partido que involucrarse todos los días. Jugar en esta Liga exige un alto nivel de concentración, pues participan peloteros de gran calidad”, afirmó el lanzador de los Toros de Tijuana. Sostuvo que si bien ya conocía el Beisbol mexicano cuando vino a jugar partidos amistosos con el equipo nacional de Cuba, no es lo mismo hacerlo todos los días. “Es importante jugar en una Liga fuerte, bien organizada, que exige mucho a los peloteros foráneos”, añadió. Contreras, quien se sometió a una cirugía de reconstrucción de ligamentos del codo en junio de 2012, estuvo la temporada anterior con Pittsburgh y Boston. Tuvo siete apariciones como relevista con los Piratas, en mayo, y luego lanzó en las Menores con los Medias Rojas. El cubano tiene marca de 78-67 en su carrera en las Mayores, así como 4.57 de efectividad en 299 juegos con los Yanquis de Nueva York, Medias Blancas de Chicago, Rockies de Colorado, Filis de Filadelfia y Piratas de Pittsburgh. El lanzador desertó de Cuba en 2002. Tuvo su mejor campaña en 2005, cuando registró marca de 15-7 con promedio de carreras limpias de 3.61 por los Medias Blancas en la temporada regular, e hizo tres aperturas en los playoffs, en ruta al título de la Serie Mundial de Chicago. “Sin duda el 2005 fue el mejor momento de mi carrera, ganamos la Serie Mundial, algo que no pasaba en esa ciudad desde hacía 89 años, y lo logramos con un equipo que nadie tomaba en cuenta”. Añadió que con los Toros se siente una gran energía, bastante compañerismo y buenos jugadores, algo parecido a ese 2005. “Somos un equipo bien unido, con un gran manejador como Matías Carrillo, buenos directivos con la familia Uribe y con una noble afición. Vamos por grandes cosas esta temporada, es cosa de agarrar nuestro ritmo y los triunfos caerán de manera continua”, puntualizó. Hasta el martes 2 de julio, los Toros llevaban una racha de cinco triunfos consecutivos, ubicados en la quinta posición de la Zona Norte. Mientras que al cubano, los Venados de Mazatlán lo tomaron como primera selección del Draft de extranjeros en la Liga del Pacífico.
Publicidad
