Aunque el Instituto Nacional de Geografía y Estadística en las últimas semanas ha hecho un esfuerzo inconmensurable para ofrecer cifras que respalden el proyecto económico del gobierno de Peña Nieto, brotan otros números a la vista imposibles de tapar. Tal es el caso del último Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) que revela que las finanzas del país se contrajeron un 0.12 por ciento en mayo, a pesar de que el abril alcanzaron el mayor ritmo registrado desde noviembre de 2012, cuando Felipe Calderón se despedía de Los Pinos. La realidad de las cosas es que el sector servicios se contrajo 0.22 por ciento, y el IGAE apenas creció 1.4 por ciento, cuando la expectativa era que alcanzara el 2.0 por ciento.