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domingo, octubre 6, 2024
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Grandes del rock

Como cada verano, llegan a la región las mejores fechas de conciertos que los fanáticos esperan, para vivir experiencias llenas de música, pasión a altos decibeles y disfrutar de sus artistas favoritos. Este año no fue la excepción, ya que por primera ocasión, dos grandes de la música se reunieron en un mismo escenario: Kiss festejando sus 40 años de vida y Def Leppard celebrando el 18 aniversario del disco “Slang”, sin duda, una estrategia comercial que aplican para que la gente asista a los conciertos. La idea de que ambas bandas compartan escenario, nace de Joe Elliot (vocalista de Def Leppard), al coincidir con Gene Simmons en un evento en que ambos participaron, llamado “Rock n’ Roll All Stars”, un súper grupo conformado por Matt Sorum, Duff McKagan y Gilby Clark (Guns n’ Roses), Glenn Hughes (Deep Purple), Steve Stevens (Billy Idol), Sebastian Bach (Skid Row), Ed Roland (Collective Soul), Mike Inez (Alice in Chains) y Billy Duffy (The Cult), quienes hicieron una gira de diez fechas en Sudamérica en 2012, que comenzó en abril y concluyó en mayo. Después de tantas pláticas, se consolida la idea y aprovechan para hacer actos de beneficencia en apoyo a las tropas estadounidenses e inglesas, al punto de ofrecer trabajo a veteranos de guerra durante la gira. La octava fecha de estos dos grandes del rock se llevó a cabo la noche del domingo 6 de julio en el Sleep Train Amphitheatre de Chula Vista, ante 10 mil personas que disfrutaron primero de Kobra and the Lotus, banda canadiense de heavy metal que vio la luz en 2009 con su vocalista Kobra Paige. Después de varias presentaciones en festivales europeos, les dan la oportunidad de ser los teloneros del concierto, promoviendo su tercer material discográfico “High Priestess”, bajo las alas de la compañía discográfica de Gene Simmons. Al terminar su participación y pocos minutos antes de las ocho de la noche, se escuchó el tema “Won´t Get Fooled Again” del grupo The Who como música ambiental, preámbulo del inicio de la presentación de Def Leppard con el primer éxito de su carrera, “Let It Go”, de su álbum “High and Dry” (1981); seguidas de temas de sus discos más comerciales, “Pyromenia” (1983) e “Hysteria” (1987). Con el tiempo justo para complacer a sus fanáticos, los ingleses ejecutaron éxitos como “Rocket”, “Animal”, “Foolin”, “Love Bites” y “Let´s Get Rocked”, para luego bajarle un poco a las revoluciones y regalar un set acústico con “Two Steps Behind”, “Bringin’ on a Heartbreak” y el tema instrumental que pocas veces tocan, “Switch 625”; momento aprovechado por Joe Elliot para recuperar un poco su voz, pues los años le han cobrado factura, y ese poder que lo caracterizaba antes, ha mermado al punto de hacerse ayudar con efectos especiales que cubran lo deteriorado de su calidad vocal. El tiempo continuó y  el concierto fue provocando en los seguidores diversos sentimientos al escuchar “Hysteria”, “Armageddon It” y “Pour Some Sugar on Me”, canción con la que la banda se despidió;  sin embargo,  el público aún no estaba satisfecho,  por lo que los ingleses nativos de Sheffield regresaron al escenario con sus éxitos más importantes: “Rock of Ages” y “Photograph”, ante la euforia de los fanáticos que convirtieron el inmueble en un total éxtasis de puro rock, prometiendo regresar muy pronto a San Diego, luego de que terminen de grabar su nuevo material, que será con música original; algo que no hacen desde 2008, cuando lanzaron “Songs from the Sparkle Lounge”. Después, las luces se encendieron para dar paso a Kiss. Acomodar el set de la banda es cuestión de minutos, mientras tanto, entre la gente se observaba a los espectadores que compartieron gustos musicales, padres con sus hijos, incluso bebés con camisetas de las bandas preferidas de sus papás, y como es ya una tradición, no podían faltar los que llegaron disfrazados o pintados como Kiss. Aunque no todos iban a ver a las dos bandas (fue notoria la preferencia o gusto de los asistentes que al finalizar la participación Def Leppard comenzaron a dejar el inmueble), en la segunda parte del concierto se quedaron los verdaderos fans del glam rock de cuatro décadas, representado por Kiss. La banda que fue galardonada en abril de 2014, al entrar al Salón de la Fama del Rock and Roll, aprovecharía el tiempo sobre el escenario para regalar lo que mejor saben hacer: rock, rock, y más rock, apoyados con una producción que ningún artista tiene en la actualidad. La noche abrió con “Psycho Circus”, mientras desde las alturas, Gene Simmons, Paul Stanley y Tommy Thayer descendieron sobre una estructura en forma de araña con seis largas patas, y atrás de ellos, Eric Singer sobre otra plataforma con todo y su batería. Los fuegos pirotécnicos y humo ensamblaban en el tema que se dio a conocer en 1998, al tiempo que en la pantalla gigante se enfocó a Gene Simmons, mostrando su característica  lengua para el deleite del público asistente. Paul Stanley, guitarrista, vocalista y miembro original de la banda, no dejaba de llamar la atención, bailando y lanzando besos para robar cámara.   Lo cierto es que la noche del domingo en Chula Vista, la banda tenía algo distinto en mente para ofrecer a sus seguidores: una lista de canciones poco común, entre las que destacan “Deuce” y “Shout It Out Loud”, para luego pasar a “War Machine” (éxito del disco “Creatures of the Night”, de 1982), “Hotter than Hell” y “Christeen Sixteen”, tema controversial  lanzado en 1977 porque habla de un hombre mayor que está entusiasmado por una adolescente de 16 años. Le siguieron “Lick It Up” con algunas estrofas de “Won’t Get Fooled Again”, del grupo The Who. Llegaría el momento que muchos esperaban, el solo de Gene con su bajo para luego escupir sangre, llenándose el rostro y vestimenta, finalizando con éste elevándose en la imponente estructura  para interpretar “I Love It Loud”. Después se escucharon “Hide Your Heart” (1989) y “Cold Gin”, tema de 1974, de su primer disco, que nunca fue lanzado como éxito, pero que siempre ha sido un corte musical preferido de la gente en los conciertos de Kiss. El reloj marcaba las 10:50 pm, y con ello, el final de un concierto donde Kiss tenía lo mejor de su repertorio para sellar una noche de rock puro con los himnos “Love Gun”, “Black Diamond” y “Detroit Rock City”, siendo la cereza del pastel, “Rock and Roll All Nite”, aderezada con unas estrofas de “God Gave Rock and Roll to You II”, en memoria al baterista Eric Carr, dejando satisfechos a los fanáticos que aman y disfrutan cada espectáculo de los irreverentes Kiss. 40 años, discos y mercancía Kiss está de manteles largos, y para celebrarlo, trabajan en la reedición completa de su material discográfico (un total de 34 lanzamientos, incluyendo grabaciones en vivo, compilaciones y grandes éxitos) en vinil de 180 gramos. A este material se agregará lo más nuevo de la banda, titulado “Kiss 40”, un CD doble con sus grandes éxitos, seleccionados de cada uno de sus discos, para el que eligieron canciones que jamás han salido a la luz, pero que fueron grabadas hace varios años. Si eso aún no satisface el apetito musical de sus seguidores, se encuentra una colección llamada “Kissteria”, edición limitada a mil copias a nivel mundial, que contiene los 34 discos en vinil de 180 gramos, con sus “mangas” o protectores de cada álbum reproducidos a los originales, agregando posters, fotos, portadas exclusivas, un juego de dominó, un limpiador de vinil, una calcomanía y un certificado de autenticidad firmado por los miembros de la banda; todo esto en una caja de metal como las que utilizan para transportar los equipos musicales en las giras. Kiss ya no es solamente una típica banda que se preocupa por grabar discos, se ha convertido en un monstruo de hacer dinero, en una industria valuada entre dos y cinco billones de dólares, según el propio Gene Simmons, otorgando licencias a más de 2 mil productos con su nombre y logo, desde cepillos de dientes o cuadernos de apuntes, convenios con otras grandes compañías como Hello Kitty para disfrazar a su emblemática gatita con ropa y pintura de Kiss; hasta vender ataúdes y urnas para depositar a sus deudos de una manera muy singular, tal y como lo hicieron con “Dimebag” Darrell, guitarrista de Pantera asesinado en 2004, en el escenario de un club donde se presentaba con su banda Damageplan, en Columbus, Ohio. Junto con Doc McGhee (mánager musical de la banda desde 1995), Kiss ha producido con éxito giras mundiales y festivales, en los que se han podido beneficiar los grupos invitados tanto en exposición, como en ventas de mercancía y discos. Y el verano de 2014 no es la excepción, un recorrido de más de 40 fechas por toda la Unión Americana y México, lo avalan.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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