Un pajarito iba volando a toda velocidad por la autopista en sentido contrario, y de repente se estrella contra un policía motorizado. ¡Paooofff! El motociclista se detiene: “¡No puede ser! ¡He matado a un pobre pajarito!”. Llega a donde cayó el pajarito y lo encuentra todavía vivo, lo recoge, se lo lleva a su casa, lo mete en una jaula, le da agua y le pone alpiste. Al rato el pajarito va recobrando el conocimiento, despierta, ve la jaula y dice: “¡No puede ser! ¡Maté a un policía y estoy preso!”. Autor: Un juez.