El manejo, la distribución y el tratamiento del agua es un asunto que en México mayormente corresponde al Gobierno Federal y a los Gobiernos Estatales. Pocos son los casos pero existen, donde los ayuntamientos son los responsables de la potabilización y la distribución del agua. Siendo un líquido vital, el traslado y manejo debe ser más que óptimo, rápido y saludable. Ello no sucede en Baja California. Tijuana, la sexta ciudad más poblada del país, tiene una de las peores aguas de México. No porque de la cuenca del Río Colorado así salga, sino por el manejo que le da el Gobierno del Estado bajo la supervisión del Gobierno Federal. Vaya, son dos dependencias estatales, Comisión Estatal de Agua y Comisión de Servicios Públicos, y uno federal, Comisión Nacional del Agua, las que incurren en un crimen contra la sociedad. Hace una semana develamos como dos de los tres procesos de una planta potabilizadora en Tijuana, que abastece al 98 por ciento de la población de dos municipios, están infestados de mejillones, almejas, langostinos y una que otra trucha. La imagen es simplemente de asco, y peor lo es el olor que las conchas de los moluscos retirados por el gobierno del estado y apilados en los terrenos de la potabilizadora, despiden. Es decir, un gobierno estatal y una delegación federal son los responsables de abastecer de agua a dos municipios, y les están entregando agua sucia. Agua sin calidad para su distribución, y con infesta de plaga en el proceso de potabilización. El Gobernador del Estado, el panista Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid (fue de los graciositos que ganó un juicio para incluir su apodo en la boleta electoral) no se ha pronunciado al respecto que su director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos, es buenísimo para la producción de mejillón, pero malísimo para la potabilización del agua. De hecho “Kiko” ignora el problema que abastase a los más de un millón 600 habitantes (oficialmente, extraoficialmente más de dos millones) de Tijuana. Del Gobierno Federal también ha habido silencio sepulcral. El verdecologista que pusieron de coordinador de la Conagua en Baja California, no ha dicho de esta agua no beberé… comparsa del Gobierno del Estado ha callado ante el crimen de hacer llegar agua a una importante población, agua cargada de heces y parásitos de los mejillones, las almejas, los langostinos y la una que otra trucha. El estudio de la contaminación del agua en la potabilizadora El Florido –así se llama- fechado el 2 de junio en la Ciudad de México por la Subdirección General Técnica Gerencia del Consultivo Técnico, dice a la letra: “Los comisionados concluyen que, la presa y la planta potabilizadora, están infestadas de mejillones en sus diferentes etapas del ciclo de desarrollo, por lo que para su prevención y saneamiento , se requerirá de medidas de mitigación y control y de procedimientos de tratamientos físicos y químicos”. Vaya, el mejillón cebra, la clase de mejillón que ha infestado un Presa y una potabilizadora en Tijuana, es hermafrodita y tiene la capacidad increíble de reproducirse al año, en un millón por cada uno. No es broma, chequen sus presas y sus potabilizadoras, porque los gobiernos tanto el Federal como el Estatal, están ocultando esta contaminación y distribuyendo agua de pobre calidad. En total, aparte de la fumigación acuífera (¿se le podrá llamar así?) solucionar el problema de La Presa El Carrizo y la potabilizadora El Florido, dice el gobierno federal a través de la Conagua, cuesta algo así como 38 millones de pesos, pero ningún gobierno a la fecha, ha tomado la decisión de hacerlo. Mientras, cientos de miles de familias reciben agua contaminada. De la Conagua no hay declaración, el Gobernador “Kiko” ya se va a Londres a buscar inversionistas –para venderles agua contaminada- del Gobierno Federal no hay ni una mirada, mientras el director Alfonso Álvarez –un panista perdedor de elecciones- se ha convertido en el principal colaborador de la primera dama de Baja California que busca reunir 126 millones de pesos para entregarlos a Televisa, a su fundación, para que le hagan un CRIT acá… ya sabe todos mirando hacia otro lado. Un caso más de gobiernos omisos… hasta que las consecuencias en la salud de los humanos ante la utilización de agua contaminada, no generen una epidemia o una denuncia civil.
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