A 42 años de prisión, fue sentenciado José Luis Almazán Cordero, alias “La Pareja”, por ser el por ser responsable del delito de homicidio calificado agradado por razón de parentesco no consanguíneo, violación agravada y violación impropia contra una menor de 5 años. Luego de que el Juez Tercero de lo Penal dictó la sentencia condenatoria ordenó el pago de 101 días de multa. Los hechos se registraron el 18 de enero de 2013, cuando se recibió una llamada del personal de la agencia del Ministerio Publico de Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar para informar que en avenida Magisterial esquina con calle Veracruz del fraccionamiento Magisterial, se encontraba el cuerpo sin vida de una menor de aproximadamente 5 años. Las autoridades decidieron asegurar al padrastro de nombre José Luis Almazán Cordero, alias “El Pareja”, por lo cual al ser presentado ante el Ministerio Público, cayó en diversas contradicciones, por lo que terminó por confesar de haber privado de la vida y abusar sexualmente de su hijastra Cecilia Joselin Hernández Raymundo. “El Pareja” se encargaba de llevar a Cecilia Joselin al kinder, pero el día de los hechos, se quedó dormido, y al despertar observo que la niña se encontrara viendo las caricaturas. Aproximadamente a las 10:30 de la mañana llegó a su casa un amigo de nombre Osvaldo Elías Vázquez Sánchez, alias “El Chato” invitándolo a que fumaran marihuana en la parte posterior del domicilio y media hora después se retiró su amigo. Posteriormente el sentenciado salió de su casa a comprar droga ya que su esposa le había dejado cien pesos para comprar pañales, alcanzándole dicha cantidad para comprar dos pastillas Roche y un globito de cristal, los cuales consumió en el baño que se encuentra fuera de su domicilio. Al ingresar se percató que la niña saltaba en la cama, hecho que lo molesto golpeándola fuertemente en la cara y después con el puño cerrado en el abdomen para posteriormente tomarla del cuello apretándoselo, luego l levantó y sacudió en varias ocasiones y después arrojarla al suelo. Como consecuencia de los golpes, la menor se hace del baño y deja de respirar, por lo que decide limpiarla y “al verle sus partes íntimas” decide abusar sexualmente de la pequeña. Posteriormente, la vistió con su uniforme escolar para simular que la había llevado a la escuela y la envolvió en unas sábanas para ir a tirar el cuerpo a unas cuadras de su domicilio, luego llamó a su esposa para decirle que no encontraba a la niña por lo que ambos fueron a reportar la desaparición. Al ser entrevistado el sentenciado cayó en diversas contradicciones hasta que confesó su crimen y llevó a los agentes investigadores hasta el lugar donde había tirado el cuerpo.