El Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito con residencia en Jalisco confirmó la negativa de amparo al narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo para que sea trasladado del penal de máxima seguridad “Altiplano” al Reclusorio Preventivo de Guadalajara de mediana seguridad. En votación unánime los magistrados confirmaron la negativa del Primer Tribunal Unitario que el pasado 18 de marzo negó el amparo y protección de la justicia federal al quejoso “debido a que su calidad de sentenciado impide su traslado a un reclusorio preventivo destinado exclusivamente a albergar procesados”. El capo de origen sinaloense es procesado actualmente en el Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales de Guadalajara por el secuestro, homicidio e inhumación clandestina del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, crímenes ocurridos en el año de 1985 en la capital de Jalisco. Sin embargo, Félix Gallardo tiene la calidad de sentenciado debido a la condena de 40 años de prisión que le fue impuesta en el Juzgado Octavo de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal a finales de los años noventa por su responsabilidad en la comisión de los delitos de acopio de armas, cohecho, contra la salud en la modalidad de posesión de cocaína, y contra la salud en la modalidad de introducción y extracción ilegal de cocaína en el país. La autoridad judicial estima que la estancia del narcotraficante en el Centro Federal de Readaptación Social número 1, en Almoloya de Juárez, se debe precisamente al cumplimiento de la pena antes referida, misma que fue confirmada en segunda instancia el 9 de julio de 2001. Los abogados de Miguel Ángel Félix Gallardo consideran que se violan los derechos fundamentales de su cliente, pues se encuentra en un penal lejano del lugar donde se encuentra el juzgado que lo procesa por el “Caso Camarena” y desde el año pasado solicitaron al juez de la causa su traslado, pero éste fue denegado. Además argumentó la defensa que el convicto no debería estar preso en un centro de máxima seguridad, pues a través de diversos documentos que ofrecieron al juicio de garantías, expedidos por los funcionarios de los penales donde el quejoso ha estado recluido, señalan que ha observado buena conducta, ha participado en las actividades institucionales y “de los exámenes que se le han practicado se advierte que tiene una mediana peligrosidad”. Al conocer el fallo del juicio de amparo, expertos en materia penal opinaron en los pasillos judiciales, que de haberse solicitado el traslado de Félix al centro penitenciario para sentenciados de Guadalajara, en vez de al penal para procesados, hubiese procedido la protección constitucional para el legendario capo de las drogas.