No hay muchos que esperen afecto o sensibilidad en el Tribunal Superior de Justicia de Baja California, finalmente, los sentimientos no imperan en las decisiones judiciales, menos aún con la presidenta del Poder Judicial, María Esther Rentería, quien a punto de concluir su septenio es, además -dicen-, la dama de hierro cuando se trata de asuntos internos y de dineros. Resulta que en los últimos días de diciembre de 2013, el oficial mayor del Tribunal Superior de Justicia de Baja California, Héctor Ávila Niebla, sufrió un derrame cerebral. Hasta el 1 de enero de 2014 salió del hospital, pero en el ISSSTECALI, institución en la que es derechohabiente, le emitieron una incapacidad para recuperar movimientos motores y lenguaje. A la fecha, mensualmente y después de la revisión médica y observar los avances que ha tenido Ávila en su recuperación, el médico le extiende otra incapacidad por mes. El 8 de junio venció la última, y el procedimiento indica que al martes siguiente debe presentarse al hospital para examinarlo, pues solo ese día y el jueves, atiende el neurólogo. Así lo hizo. Lo revisaron y le dijeron que le darían un mes más de incapacidad, pues su recuperación era rápida y extraordinaria. Pero en administración no le quisieron emitir el documento. Dijeron que había sido un acuerdo entre ISSSTECALI y el Poder Judicial. Y en esa estaba Ávila cuando, al día siguiente, su madre recibió en su casa la notificación donde le hacían saber a Héctor Ávila Niebla, que había sido dado de baja como oficial mayor del Tribunal, tras una votación en el consejo. Aun incapacitado, lo corrieron. Ahora Ávila no tiene trabajo, tampoco alta del hospital, ni incapacidad extendida, pues por obra y gracia de los magistrados, lo dejaron fuera del servicio. El repentino ex funcionario no sabe cuál camino seguir, si pugnará por recuperar su trabajo, pues aún no ha sido dado de alta. A ver qué pasa en el Tribunal… aunque en el mismo Poder Judicial ya comentan que la baja fue un acuerdo con el Gobierno del Estado, para ocupar esa plaza con alguien más afín, tanto al Poder Judicial, como al Poder Ejecutivo. ¿Quién suena?, se preguntan y responden: Jaime Zatarain, por cierto, un kikista de Tijuana ¿Será?