Seguidores de Raymundo Figueroa Pérez, conocido como el “Padre Rebelde” de Rosarito, niegan las acusaciones que lo involucran con el tráfico de indocumentados. “El padre está muy enfermo, lo picó una viuda negra, y eso es mortal”, dijo a ZETA, Marco Gómez Moronati, feligrés del Padre Ray, a quien dice conocer desde hace más de 10 años. Y es que ayer viernes 13 de junio, trascendió un acta emitida por la Corte Federal de San Diego, California, la cual explica la detención del presunto sacerdote, ya que Diócesis de Tijuana lo desconoce, el pasado 22 de noviembre de 2013. El documento detalla, que Figueroa Pérez cruzaba la garita de San Ysidro, en su pick up Toyota, Tacoma, en el que a bordo en un compartimiento clandestino, se encontraba una persona escondida. Por ello, el “Padre Ray” fue detenido por autoridades norteamericanas. Durante el interrogatorio, el indocumentado narró a los agentes de la Aduana y Protección Fronteriza, que a través de un par de personas, se canalizó con el sacerdote para cruzarlo hacia Estados Unidos, luego de haber pagado una cuota de 8 mil dólares. Para el 25 de noviembre del mismo 2013, Raymundo Figueroa se presentaba ante autoridades de San Diego, y ahí fue acusado de violar las leyes de inmigración de los Estados Unidos Americanos, y desde entonces está recluido en una cárcel del vecino país. Sin embargo, la versión de los hechos, no es aceptada por los seguidores del expulsado de la Arquidiócesis de Tijuana, quienes aseguran que está gravemente enfermo. Marcela Lara, vocera administrativa de los Misioneros Guadalupanos del Santísimo Sacramento, capilla fundada por el Padre Raymundo, asegura que todo se trata “de un mal entendido”. Concertada, a través de una llamada telefónica con ZETA, explicó que en las siguientes horas se dará la versión oficial de lo acontecido con el párroco, pero que sin duda “las acusaciones son falsas y amarillistas”.