Desde ese punto alto se aprecia un espléndido panorama de Tijuana y de San Diego. Una vista privilegiada. Y más por tratarse de una de las zonas residenciales más exclusivas y ostentosas de la ciudad. Cumbres de Juárez, el exclusivo residencial, alberga a empresarios, banqueros, políticos millonarios y hasta –aseguran los mismos vecinos– narcotraficantes de alto rango. Ahí cimienta una residencia de extensas dimensiones el gobernador de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid. En pocas semanas se observan avances significativos en el predio de 2 mil 566 metros cuadrados donde el Gobernador tendrá su domicilio oficial en Baja California. El extenso terreno, es, por ejemplo, equivalente a 9 duelas profesionales de basquetbol, o bien la mitad de una cancha de fútbol soccer profesional. Entre que cumple con su agenda de trabajo por Tijuana, el Gobernador Vega se escapa de los actos públicos para ir y supervisar personalmente la obra. Así lo hizo los dos días que estuvo esta semana en la ciudad. Saliendo de una conferencia, no atendió al reportero porque tenía otros actos en la agenda, pero la realidad es que su comitiva se encaminó hacia Cumbres de Juárez, donde se localiza su millonaria inversión. El predio donde el gobernador supervisa la obra, está dado de alta en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio bajo el nombre de una tercera persona. Lo mismo en las bases del ayuntamiento y el papeleo en Administración Urbana. Karina Orquídea Vargas Benítez es oficialmente la legítima propietaria del mencionado terreno en Cumbres de Juárez, donde fácilmente cabrían 5 casas de las dimensiones comunes en esa zona. 2 millones de dólares… bajita la mano Para construir en una residencia como la que erige el gobernador, habría que invertir mínimo 2 millones de dólares, algo así como 25 millones 300 mil pesos. El estimado lo obtenemos de Alfredo de la Lama, ex presidente de la Asociación de Profesionistas Inmobiliarios (APIT), sin explicarle quién es el dueño ni las intenciones de la construcción, se le pidió una consulta para calcular el costo de un inmueble en la zona y en tales dimensiones. De entrada, sitúa Cumbres de Juárez, entre las 3 zonas residenciales más caras y exclusivas de la ciudad. Que lo que le da alta plusvalía es el tipo de fraccionamiento y algunas de sus características. La superficie –asegura el experto en bienes raíces– de los terrenos en esa zona son mínimo de 300 metros cuadrados. Agrega: “Es privado, cuenta con algunas amenidades, todos los servicios son subterráneos, además una ubicación en el centro de la ciudad como el bulevar Agua Caliente o la garita, es lo que hace que el fraccionamiento tenga bastante plusvalía”. La primera cifra abre el panorama: el metro cuadrado integrado (terreno y construcción) debe oscilar entre los mil 500 hasta los 3 mil dólares, depende de los acabados que tenga la casa, estima quien es también vicepresidente de fianzas de la Cámara Nacional del Comercio en Tijuana, CANACO. El terreno de Francisco Vega de Lamadrid en Cumbres (aunque no esté a su nombre) es de más de 2 mil 500 metros, bajo este cálculo, el predio y una construcción de esas dimensiones podía estimarse entre los 3 millones 750 mil y los 7 millones dólares. “El puro terreno, nosotros hemos visto, van desde los 250 dólares hasta los 330 dólares, sobre eso andan los números, pero pueden haber picos”, explica de la Lama. Bajo este cálculo el predio estaría evaluado en 625 mil dólares como mínimo. Aunque el ex presidente de la APIT dice que en el caso de un terreno con estas dimensiones, podría aplicar la regla que “mientras más grande es el terreno más barato se podría conseguir”. “Conozco algunos terrenos de 2 mil, 3 mil metros y he hablado con los dueños, hasta donde sé es que el problema con esos terrenos, es que el desarrollador no los deja subdividirlos, si tengo un terreno de 2 mil metros, una de dos: o quiero construir 5 casas en él o bien hacer una verdadera mansión”. Alfredo de la Lama estima entonces, “hacer una casa en una territorio de 2 mil metros, pues no vas hacer una casa de 200 metros, la harías de 900 o mil metros, quizá más, si lo comparas con una casa de interés social o vivienda económica, ahí te das cuenta que estamos hablando de una mansión realmente”. Entonces, mínimo el metro cuadrado dependiendo de la superficie se podrá conseguir actualmente en 200 o 250 dólares, el puro terreno podríamos hablar de 513 mil a 641 mil dólares. “Y si vas a construir en 2 mil metros, lo harías con acabados lujosos, estás hablando de un costo, no de venta, sino del costo de construcción, de 1 millón 700 mil o 2 millones de dólares por una construcción de 800 o mil metros”, concluye el entrevistado. Si la construcción es mayor pues habría que sumarle. A otro nombre Según las bases de datos del Registro Público de la Propiedad y el Comercio, el terreno donde el gobernador del Estado edifica una residencia, no está a su nombre. Sino al de Karla Orquídea Vargas Benítez. Además a decir de las escrituras públicas número 14789 fechadas el 14 de julio del 2003, la Fraccionadora Arnaiz, representada por don Ramón Raymundo Arnaiz Rosas, vendió el bien a Roberto de la Madrid Victoria, hijo del ex gobernador priista de Baja California y familiar de un socio de Francisco Vega. El hijo del ex gobernador, ese mismo día que compró el terreno en 112 mil 775 dólares pagados en una sola exhibición -pese a que el avalúo fue de 4 millones 394 mil 600 pesos-, lo vendió a Karla Vargas, en 336 mil 909 dólares, de los cuales una parte se liquidaría en abonos durante los 3 siguientes años. Roberto de la Madrid pues, ganó en un solo días, 224 mil 134 dólares con esa transacción. En 2003 Francisco Vega de Lamadrid no ostentaba cargo público alguno. Dos años atrás había concluido su alcaldía en Tijuana. Karla Vargas Benítez, la propietaria legal del terreno donde construye casa el gobernador, en 2003 tendría 30 años de edad y se encontraba a la mitad de su licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Baja California, según bases de datos oficiales consultadas por ZETA. A su joven edad, la señorita Vargas ya habría hecho su primera transacción millonaria. Karla Vargas Benítez podría pasar desapercibida en la política local, de no ser porque es la ex esposa de Aldryn Aguirre Dehesa, ex regidor del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Rosarito. Lo anterior registrado en el Juzgado Primero de lo Familiar en Tijuana bajo el expediente 04/071, que trata sobre el divorcio voluntario concluido en 2011. La propietaria del terreno además es dueña junto con el ex regidor de Rosarito y su hermana de nombre Paola, de 2 empresas en Tijuana, una importadora de nombre Akko, una empresa de trasporte, maniobras y carga, llamada Sikka. Los Victoria El apellido Victoria vuelve a rodear a Kiko Vega. El caso más conocido entre Vega y Victoria fue publicado en la edición del 1 de marzo del 2013 en ZETA, titulado “Kiko trianguló millones en terrenos”. Se trató de un terreno con construcciones de más de 9 mil metros cuadrados propiedad del ayuntamiento de Tijuana, el mismo que durante la administración de Vega de Lamadrid, asistido por Loreto Quintero según documentos oficiales, se puso en venta. El predio fue desincorporado del municipio con autorización de cabildo, días antes que Vega terminara su gobierno municipal. El comprador que pagó 5 millones 503 mil pesos fue Enrique Victoria Espinoza, quien meses después lo vendió al hoy gobernador por el mismo precio. Hoy, hijos y familia de Victoria Espinoza y hermanos de Vega de Lamadrid son propietarios de los terrenos ubicados en Villa Fontana, donde se encuentra la plaza comercial Aranjuez y la cual a la fecha ha superado al menos 6 veces su valor original en más de 23 millones de pesos según el último avalúo en 2007. En una entrevista para ZETA, Vega respondió sobre la adquisición de ese terreno y la relación con Enrique Espinoza: “no fue la única sociedad ni negocio que tenemos y lo pueden revisar…hubo otras asociaciones que así se dieron”. ¿Es su socio?, se le preguntó. “De ese momento, creo yo, participamos en sociedad, pero si me quieren crucificar, pues crucifíquenme, no hay problema. Se hizo todo el procedimiento conforme a la Ley y todo lo que hice, lo hice público”. Enrique Victoria Espinoza tiene parentesco con familiares de Roberto de la Madrid Victoria, quien compró el terreno en Cumbres de Juárez en primera instancia y lo vendió en ese instante a Karla Vargas, y donde hoy se construye la mansión del gobernador. El Góber supervisa El lunes 9 de junio, Francisco Vega de Lamadrid acudió al Centro de Alto Rendimiento en Tijuana. Felicitó a niños y jóvenes deportistas, entregó reconocimientos y los motivó “a seguir luchando”. Después algunos reporteros lo abordaron. Entre las preguntas surgió la duda de si iniciado el mundial de fútbol a los empleados de gobierno se les permitiría ver o escuchar los partidos de México. Vega, contestó de inmediato: “No. Todos tenemos que trabajar, todos debemos cubrir nuestros horarios de trabajo, todos los sabemos, así es que ni televisión ni radio, a chambearle y el gobernador pone el ejemplo”. Luego su personal de comunicación social pidió detener las preguntas, pues el mandatario “andaba corto de tiempo”. Lo que no se hizo público es que de ese punto (terrenos de la UABC) el demorado gobernador se trasladó rodeado de su convoy de seguridad, a Cumbres de Juárez a supervisar su construcción. En el predio identificado como lote 25 de la manzana 706, Vega de la Madrid se reunió con el arquitecto encargado de la obra y con el encargado de materiales entre otras personas que le dieron informe de los avances. Al menos 4 camionetas, entre ellas la blindada donde se trasporta el gobernador, esperaron sobre una de las avenidas principales de Cumbres mientras el jefe del Ejecutivo caminó entre varillas, albañiles y bloques. Luego de al menos una hora en el lugar, el mandatario se retiró. El cortejo de seguridad a la hora de visitar la mansión Antes de salir aprisa del Centro de Alto Rendimiento, quien escribe le preguntó sobre su nuevo proyecto de construcción. El mandatario sin detenerse, contestó que efectivamente lo estaba llevando a cabo. Sin embardo dijo desconocer el costo. —Cuánto gobernador, un aproximado, se le preguntó. “No sé, hay que ver, todavía no sé”. Antes de subir a su camioneta y desaparecer con destino a su obra, atinó: “pero si te preocupa, si les preocupa, acuérdate: sepan que soy empresario y gobernador y tengo cómo pagarla, tengo cómo pagar esa y otras casas”.