A través de un comunicado de prensa, la Arquidiócesis de Tijuana, confirmó que se realizan investigaciones, donde se presumen suspensiones a sacerdotes de la localidad, por estar inmiscuidos en casos de pederastia, aunque el documento eclesiástico, no especifica los nombres ni el número de clérigos removidos de sus cargos. Ayer lunes 16 de junio, un medio de comunicación reveló que cuatro párrocos, fueron suspendidos de sus actividades religiosas, presuntamente por haber cometido actos de pederastia. Los casos fueron enviados hacia el Vaticano, por una presunta omisión en la apertura de una investigación por parte de la Arquidiócesis de Tijuana, encabezada del arzobispo, Rafael Romo Muñoz. En el comunicado de la Arquidiócesis de Tijuana, detalla: “En comunión con la Iglesia Católica Universal en lo que respecta a la atención de casos de abuso a menores por parte de clérigos, esta Iglesia particular participa en algunas revisiones que la Santa Sede está llevando a cabo”. “La Iglesia siempre ha indicado los criterios doctrinales respecto a la vida de los presbíteros. Estos criterios han sido incluso acentuados por el Papa emérito Benedicto XVI, y asumidos y continuados por el Papa Francisco, quien insiste a tiempo y a destiempo en revisar y afrontar las situaciones irregulares que puedan darse en algunos clérigos de las diversas diócesis del mundo”. “En tal sintonía, la Arquidiócesis de Tijuana asume sus deberes morales y espirituales y colabora con la Santa Sede en juicios eclesiásticos en los que se analizan acusaciones hechas a algunos clérigos pertenecientes a esta Iglesia particular”. “Mientras duren estos procesos, la emisión de un juicio definitivo queda reservada a las instancias competentes, cuando dichos procesos concluyan. Hasta el momento no hay ninguna sentencia definitiva por parte de la Santa Sede. Nadie puede ser inculpado hasta la culminación del proceso. La Iglesia, como otras dignas instituciones, presume que toda persona por su dignidad y derechos es inocente hasta la demostración de lo contrario, lo que implica un juicio justo”. En el mismo documento, la Iglesia católica convoca a las personas que hayan sido víctimas o testigos de tal delito, a denunciar ante las autoridades civiles competentes.