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lunes, septiembre 30, 2024
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Cae venta de alimentos

La consecuencia más grave de la aplicación de las reformas estructurales, es que los mexicanos no tengan dinero ni para comer. Sus ingresos se han visto mermados a tal grado, que no les alcanza para adquirir leche, tortillas, huevo, pan y otros alimentos de primera necesidad. De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en el primer trimestre de 2014, el poder adquisitivo de los mexicanos cayó 5.76 por ciento en términos reales. Es decir, el triste ingreso laboral descendió de mil 398.19, a mil 317.76 pesos; 80 pesos menos respecto al año pasado. Y también de acuerdo a CONEVAL, en 2012 existían 53.3 millones de mexicanos en situación de pobreza, y en total, 27.4 millones de mexicanos se encuentran en una situación de carencia por acceso a la alimentación. Mientras que en Baja California hay por lo menos 47 mil familias que padecen pobreza alimentaria, el Gobierno Federal les mitiga el hambre con apoyos de 638 pesos mensuales, por medio de una tarjeta para que hagan sus gastos a través del programa Oportunidades. Estas cifras se quedan cortas con los aumentos que se han dado en productos para un ciudadano que en la frontera desea comprar una canasta muy básica. Según un comparativo de precios (2013-2014) de tiendas de autoservicio hecho por ZETA, el consumidor compró por un precio igual menor cantidad de producto. Testimonios Angélica vive en la Zona Este de Tijuana, en Villas de Baja California. Recibe un salario de mil 200 pesos a la semana, pero desde el presente año le descuentan aproximadamente 800 pesos de su casa que sacó con un crédito INFONAVIT. Es decir, le quedan 400 pesos con los que hace malabares para adquirir su mandado. “Compro 15 pesos de carne molida y la hago rendir con soya, pero mis dos hijas no saben, porque no les gusta. Con eso comemos por lo menos tres veces en la semana. Se las preparo de manera diferente, para que no sea lo mismo y tampoco les puedo dar más seguido, porque luego se acostumbran y no tengo dinero para comprar a cada rato. Para las tortillas pues a veces las hago en la casa con Maseca, porque me sale más barato. “Cuando de plano no tengo para la comida, les hago frijoles con arroz blanco. O les frío los frijoles con ollitas de masa. Si quieren unos hot cakes, pues no puedo comprar la harina preparada. Agarro harina normal, le pongo un huevo, leche y ya está. No se esponjan igual pero se los comen. Tampoco consumo leche entera porque no me alcanza, mejor compro Nutrileche, aunque es fórmula, les gusta. Ando buscando ofertas en Soriana porque ahí las ponen unas horas y luego las quitan. Para ir a mi trabajo me levanto temprano y lo hago a pie, está aquí cerca, mis hijas hacen igual para ir a la escuela, no les queda lejos”, relató.    Lorena López, quien es ama de casa con una familia de cuatro integrantes, mencionó que de plano compra la mayoría de sus alimentos en mercados sobre ruedas, pues le parece más barato. A las tiendas de autoservicio va por jabón, latería y artículos de limpieza.  Dos amas de casa entrevistadas por ZETA dijeron tener mil pesos promedio a la semana para hacer sus compras de mandado, pero a la hora de ir al súper son muy selectivas. Buscan lo que van a necesitar, o van de tienda en tienda para aprovechar las ofertas, aunque también hacen compras en San Ysidro, California, en tiendas de 99 centavos. “El pan para hot dogs o un pan multigrano aquí lo agarro en 20 pesos. Allá es casi un dólar. Las latas de granos de elote aquí cuestan entre 12 y 13 pesos, cuando allá los compro a dos por un dólar o hasta menos. La fruta y la verdura la traemos del sobre ruedas, porque allá con 200 pesos compro todo, y en el súper son 500 pesos y no me alcanza”. Negocios quebrados ZETA conversó con el gerente de una tienda Calimax de la Zona Este de Tijuana, si bien sus ventas en lo que va de 2014 han subido un 10 por ciento, los departamentos de panadería, así como el de frutas y verduras, han tenido pérdidas. “Lo que pasa es que varias a veces a la semana se pone el sobre ruedas y aquí cerca hay una frutería, y ciertamente dan los precios un poco más bajos porque ellos no tienen mucho intermediario. A nosotros se nos encarecen los productos porque los mandan de otra parte, y como ha subido la gasolina, pues también aumenta el precio, pero además está el 5 por ciento del IVA”, resaltó el entrevistado. Por su parte, en el Mercado Hidalgo, Mónica Ramírez, quien atiende una tienda de dulces, declaró que las ventas han bajado un 40 por ciento en los primeros cinco meses del año. “Tenemos tres empleados y tenemos que pagar 4 mil 350 pesos de Seguro Social cada dos meses. El año pasado nos llegaba el recibo de  la luz por 3 mil 900 pesos o 4 mil, ahora ha subido hasta 4 mil 700, y nosotros sin tener ventas. Con esto a lo que nos obliga el gobierno es a no tener más empleados”, dijo. Mientras que la empleada de una frutería expuso que sus ventas se han desplomado en 30%, ya que la gente no tiene dinero para comprar. Yareli Sáinz, quien despacha un negocio de carne, comentó a este Semanario que las transacciones han disminuido en un 40%. “Abrimos hace cuatro años y no nos había pegado tanto antes. Las ventas han bajado porque han cerrado muchos comercios en pequeño como taquerías, fonditas, y pues a la gente no le alcanza. Con decir que otros años en mayo se activa la compra, pero éste de plano no repuntó”, lamentó. El departamento de Relaciones Públicas de dicho establecimiento informó que el encarecimiento de productos les ha afectado, pero aun así, sigue habiendo ventas. Comercio golpeado por fuga de compradores El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) Tijuana, Gilberto Leyva, aseguró que después de la homologación del Impuesto al Valor Agregado (IVA)  del 11 al 16 por ciento en la frontera, al comercio organizado le han afectado considerablemente la fuga de consumidores. “Algunos rubros nos reportan que ha bajado un 20 por ciento y otros un 30 por ciento. Varía entre un 20 y 35 por ciento. En la compra de productos, platicamos con una gerente de Soriana que está ubicada en una zona marginada de la colonia Francisco Villa, y nos dijo que han tenido una pérdida del 30 por ciento en consumo de productos. A lo mejor el Calimax de Zona Río no ha sentido mucho porque la gente que va ahí, tiene un mayor nivel económico. Todos los días puedes ver que la línea para cruzar a Estados Unidos está más larga de los tres kilómetros, ahí te das una idea de toda la gente que está cruzando a consumir a allá”, resaltó. De acuerdo al entrevistado, el Gobierno Federal debería quitar los inhibidores económicos para que despegue la economía en la frontera, y sobre todo, que reconozca que el aumento al IVA no fue lo mejor.   “La gente que tiene negocios de bajo perfil, lo que quiere es sobrevivir, porque muchos negocios han cerrado. Te la pongo fácil, el 43 por ciento de los REPECOs (pequeños contribuyentes) que teníamos en el estado, no han ingresado al RIF (Régimen de Incorporación Fiscal), lo que dice que ese porcentaje está pensando cerrar, o irse a la informalidad”.   A decir de Eliseo Díaz Cruz, representante de la Unión de Vendedores Ambulantes y Mercados sobre Ruedas “Lázaro Cárdenas del Río”, estos comercios también han tenido una disminución del 20% en la compra de productos nuevos, en abarrotes ha caído un 10%, y en contraparte, las verduras subieron un 10%. “Definitivamente lo que es ropa y calzado nuevo les ha bajado. Los precios de frutas y verduras no se ven tan afectados a lo mejor porque el comercio establecido paga más impuestos. La gente recurre a los sobre ruedas por los altos precios en el comercio establecido. Al subir el IVA un 5 por ciento en los productos, la gente solo compra lo básico, porque le da prioridad a la canasta básica. Para vivir con 800 pesos a la semana es imposible. Las amas de casa deben hacer muchos malabares para estirar su dinero. Un trabajador que gana mil 200 pesos, el gasto del trasporte, el calzado, el vestido y si tienen hijos, otro gasto aparte; es por eso que disminuyen las compras”, finalizó. Reforma a revisión en 2015: COPARMEX Por su parte, el titular de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en Tijuana, Gustavo Fernández de León, indicó que desde la entrada en vigor de la Reforma Hacendaria, han visto una disminución en la economía de la región: “Desde el inicio del planteamiento de la reforma dijimos que se tenía que revisar más del 90 por ciento, pero finalmente COPARMEX está proponiendo que para 2015 se haga. Hemos visto cierre de empresas, obviamente la cadena va a hacia abajo, y la gente que menos tiene empieza a sufrir un mucho”. Por otro lado, externó que de acuerdo a cifras de El Colegio de la Frontera Norte, la fuga de consumidores ha incrementado a 65% en comparación a 2013. Antes eran 978 mil y ahora son 1.6 millones. El monto en compras ascendió a 7 mil millones de dólares, lo que representa un 2.7% respecto al año pasado. Mientras que de acuerdo a un análisis del Banco de México, del cruce de personas que se presenta, el 63% va por compras. “Vemos que esta diferencia de precios derivada de la reforma, como por la homologación  que ha generado esta fuga. Para activar la economía se debe ajustar la Reforma Fiscal y dar más estímulos fiscales para la innovación y desarrollo. Potencializar las asociaciones- público privadas, es decir, cómo lograr que la iniciativa privada pueda tomar parte de los proyectos del estado, de tal forma que sean más productivos. Dicha Ley en Baja California no ha sido bien desarrollada y necesita reglamentos”, acotó Fernández de León. Tarjetas para el hambre De acuerdo al delegado de la Secretaría de Desarrollo Social en Baja California, Ricardo Magaña Mosqueda, uno de los cinco objetivos de la Cruzada Nacional contra el Hambre, implica “cero hambre a partir de una alimentación adecuada”. “En 2010 aplaudieron mucho a Oportunidades, porque venía a ayudar a gente en pobreza extrema, sin embargo, de 2000 a 2012, los estudios dicen que en lugar de haber disminuido la pobreza, aumentó. Y esto se daba porque el recurso se entregaba directamente a las familias, y llegaba el marido, a lo mejor, y se gastaba la lana en otras cosas. Hoy no. Hoy todas las personas que están en Oportunidades, se cambia por la tarjeta, para que la familia se vaya directamente a Diconsa, se surta su producto, presente su tarjeta y su huella digital. Va dirigido a la mujer de familia para que sea ejecutado y realmente poder ir bajando”, explicó el funcionario. En Baja California, hay 97 mil 579 inscritos en programas de asistencia social, del total, 86 mil 318 son beneficiarios de Oportunidades; Diconsa reporta 4 mil 591 beneficiarios que con la tarjeta van a las tiendas; y Liconsa, 6 mil 400 beneficiados. “De acciones de impacto, los números que traemos, son 390 mil beneficiarios en Baja California con acciones de impacto, que van a disminuir carencias”, expresó Magaña.  Mexicanos pobres Según datos de CONEVAL, al año 2012 existían 53.3 millones de mexicanos en situación de pobreza, y en total, 27.4 millones de mexicanos se encuentran en una situación de carencia por acceso a la alimentación. “Es importante observar que el desempeño de nuestra economía en los últimos años ha generado que el 69 por ciento de los hogares mexicanos tenga que ajustar su gasto en materia de alimentación, incluso por debajo del costo de la canasta básica alimentaria. Dicha situación impacta negativamente en indicadores de competitividad, y a la postre lacera el potencial productivo de nuevas generaciones que gradualmente se incorporan a la fuerza productiva de esta país. Por ello, se observa con preocupación que el 13.6 por ciento de la población de cero a cuatros años, sobrevive con un problema de desnutrición crónica. “Somos un país de grandes contrastes, pues tenemos municipios con un nivel de desarrollo humano (IDH) muy alto, similar al de los Países Bajos, y superior a la media de Europa occidental, como es el caso de la delegación Benito Juárez (DF) y San Pedro Garza García (NL), con respecto a municipios como Cochoapa el Grande (Guerrero), con niveles de desarrollo humano inferiores a la media de los países de África Subsahariana, como el caso de Liberia”. Por lo anterior, estos datos revelan que aún persisten importantes áreas de oportunidad para mejorar las condiciones de bienestar de los mexicanos, mediante políticas y acciones debidamente focalizadas, acompañadas del recurso público correspondiente.  Hacienda: aumento en gasolina, de acuerdo a la inflación Si el incremento a la gasolina dejara de ser mensual y se incrementara de acuerdo a la inflación, los consumidores saldrían ganando. En las condiciones actuales, con un incremento de 8 pesos mensuales a partir del 2008 en el precio de la gasolina, al año el aumento llega a 7.57 por ciento. La inflación en 2013 cerró en 3.97 por ciento. Incluso con los números de la inflación al alza en el primer trimestre de 2014, con un 4.45, aumentar el costo de la gasolina de acuerdo a este indicador podría ser beneficioso. Sin embargo, el economista Jorge Fonseca refiere, que se debe establecer la cifra oficial a considerar, así como los casos de compensación cuando la inflación no sea el estimado tomado en cuenta para el incremento. Dos medidas en torno a la gasolina surgieron del gabinete de Enrique Peña Nieto. Si bien la Ley de Ingresos de la Federación 2014 considera detener el aumento mensual al precio del combustible en México a partir de 2015, y en 2020 abrir la oferta a otras marcas, está pendiente que en la Cámara de Diputados aprueben las leyes secundarias que regirán dichas acciones. Ha trascendido que el programa piloto iniciaría en Baja California. A ciegas, o contando con información privilegiada sobre las leyes secundarias, los secretarios de Energía, Pedro Joaquín Coldwell y de Hacienda, Luis Videgaray han afirmado que los precios de las gasolinas irán a la baja una vez que el precio sea indexado a la inflación. Los gasolinazos (término acuñado en 2008 en el sexenio de Felipe Calderón, cuando cada mes incrementaba el precio 8 centavos), surgieron para reducir poco a poco, el subsidio –de siete mil 532 millones de pesos en el primer bimestre de 2014– que el gobierno federal aplicaba para mantener el costo; lo que se “ahorraría” al no pagarlo el gobierno sino los usuarios, se invertiría en salud, seguridad y educación. Seis años después la historia no cambia mucho; Enrique Peña Nieto busca que dichos recursos vayan a programas como la Cruzada Nacional Contra el Hambre. A la fecha se han aplicado 102 gasolinazos, el costo de la gasolina Magna se elevó más del 60 por ciento en comparación con 2006; la Premium cuesta 42 por ciento más. Juan Manuel Hernández Niebla, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, dijo que lo único que saben de la homologación del precio en las gasolinas con la inflación, es lo declarado por los secretarios. “Hablaban que para 2020 el precio se determinará conforme al sur de Texas… que se fijarán los precios del otro lado de la frontera. Será el costo de la gasolina dividida en los 12 meses y sobre la misma inflación anual con las variaciones mensuales a partir de 2020. A partir de la oferta y la demanda con los impuestos que el gobierno federal determine, pero todo está en función de las leyes secundarias”. Dijo que un incremento de acuerdo a la inflación podría ser beneficioso para la economía, pues el combustible está subiendo, por encima de la inflación que se percibe, y se convierte en un círculo vicioso: el mismo aumento se refleja en la inflación. La ventaja, para Hernández, es que balancearán el agujero presupuestal de los incrementos; pues aun con los gasolinazos, de alguna manera el producto está subsidiado. La interrogante es, agregó, qué tan eficiente puede ser Pemex para mesurar el impacto que le falte de los gasolinazos y no que le vaya a repercutir. Pues con la medida, “habrá un agujero adicional en el presupuesto a la federación –ya nos prometieron que no habrá más impuestos–, pero seguramente habrá más déficit que cubrirán con endeudamiento”. Respecto de que sea Baja California el inicio de la medida, dijo que los consumidores fronterizos son los primeros en resentir el diferencial de precios en comparación con Estados Unidos; “Si hablamos que en un principio el costo sea menor de lo que nos están aumentando, seguramente va a apuntalar la economía. No le veo un aspecto negativo. Si la inflación es del 3 por ciento se divide entre 12 meses y aplicarías el incremento. Vamos a ver en qué termina el galón de la gasolina al fin del año y el tipo de cambio. Y ver si verdaderamente podemos recuperar competitividad contra las gasolinas americanas. Para la apertura en la oferta de gasolinas, y la entrada de otras marcas, dice el empresario, “Es hasta 2020…falta un rato, están pateando el bote”. Para el Senador Víctor Hermosillo Celada, ha habido muchas cosas que el gobierno federal, a través de las secretarías de Hacienda y de Energía han declarado, que considera temerarias, pues afirmaron que en un año iban a cambiar las cosas con las Reformas Estructurales lo que no ha sucedido hasta el momento. “Después que aprueben las leyes secundarias, hay ver cómo quedan, y va a tomar tiempo. Se tienen que hacer las normas del juego, que los inversionistas se interesen…van a estar muy cautelosos porque lo que se quiere es seguridad. Reglas claras que cambien de un año a otro. “Si llega esta situación, porque la necesita el país, va a tardar mínimo tres años si se hacen las reglas secundarias. Se trata que haya competencia y con ello bajarían los precios. Pero la realidad es que no van a bajar mucho porque los mismos son normados por los precios mundiales. En lo que sí hay más esperanzas es en el tema del gas, porque hay gasoductos nuevos y el gas americano está más barato para producir electricidad, habrá mejoría por los precios”. El economista Jorge Fonseca dijo que no le ve mucho problema a la indexación del combustible con la inflación, siempre y cuando tengan la situación controlada. “Lo que hemos visto desde el inicio de la administración es que han batallado con alcanzar las metas que ellos mismos han establecido. Resulta interesante que salga de ellos la propuesta y es ambiciosa, creo que sí sería beneficiosa indexarla a algo. Habría que ver los mecanismos que se establecerán para darle estabilidad a la indexación, es decir, si de repente amanecemos con una inflación del 3 por ciento cuando esperábamos el 2, ¿habrá una compensación? “Si hay una variación de más allá del 20 por ciento de lo que ellos tenían estimada van a subsidiar la gasolina porque con la modificación que hicieron en la ley es evitar que del erario salga dinero para mantener los precios de la gasolina artificialmente bajos, porque ni están bajos y sí nos cuesta como si los mantuvieran bajos”. Afirmó que suena atractivo al consumidor porque le da seguridad de presupuestar su gasto, sin embargo las variaciones de los indicadores económicos son lo que le llaman la atención, pues insistió: el gobierno federal no ha podido sostener los indicadores económicos. Lo que queda sin entender es si la federación establece una meta independientemente de la cifra del INEGI, de Hacienda o del Banco de México (cada cual trae sus cifras), si van a forzar a las gasolineras a que se apeguen el indicador oficial estimado. También le “causa ruido”, porque así se hacía con la leche, la canasta básica, las tortillas y otros productos, y el resultado de la medida fueron productos de mala calidad o sin las cantidades exactas. “En todo caso ¿por qué no casan la gasolina con el salario mínimo? Si lo que quieren es proteger al consumidor; vamos, con el que gana menos. Cuando quieres proteger al consumidor tienes que irte con el más desprotegido, porque la inflación no nos pega igual a todos. “Entonces sí, vamos a ver si la inflación es democrática es decir si le pega a alguien de Guerrero, Baja California, Cancún o Distrito Federal, porque una vez casado el precio con la inflación luego vamos a decir que nos gustó y va a estar establecido en la ley de egresos y no habrá marcha atrás, va a ser como el 16 por ciento del IVA”, finalizó. Igual precio pero menos producto A los consumidores les alcanza cada vez menos para comprar la canasta básica. A principio de año, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) acordó otorgar un aumento de 3 pesos promedio a este tipo de sueldos. Mientras que desde 2008, las empresas se dieron a la tarea de etiquetar sus productos en presentaciones de menor tamaño, las bolsas de un kilo de cualquier producto pasaron a 900 gramos y hasta 750 gramos, por el mismo precio. Por si esto fuera poco, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la primera quincena de enero de 2014 la inflación a nivel nacional se situó en 4.6 por ciento, rebasando así el aumento salarial del 3.9%.   2013 2014 2013 2014 2013 2014

Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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