Quien vea este enfrentamiento, inmediatamente se irá con Alemania sin pensarlo, pues Argelia era de los señalados como conjuntos más débiles del torneo por el simple hecho de ser Argelia. Esa misma lógica hace favorita a la oncena teutona en cada partido. Después del campeonato obtenido en 1990, los alemanes han caído en un patrón. Golean y se ven imparables al principio, batallan desde ese punto en adelante y terminan por sufrir una eliminación prematura para la calidad de plantel. Los pupilos de Joachim Löw han caído en lo mismo. Apabullaron a Portugal, empataron a duras penas con Ghana y ese poder ofensivo fue limitado a un gol ante Estados Unidos con una creciente preocupación en la defensiva. Ese patrón de juego hace peligroso a un rival un tanto desconocido como Argelia, que le dio batalla a Bélgica, goleó a los coreanos y se levantó de recibir un gol potente para desanimar a cualquiera y dejó fuera a Rusia. Sofiane Fighouli ha surgido como la bujía de los “Zorros del Desierto”, hasta jugó con una hemorragia en la cabeza ante Rusia. Feghouli anotó el primer gol argelino en un Mundial desde México 86. La goleada de 4-2 a Corea del Sur los convirtió en el equipo africano con más goles en un partido de la Copa del Mundo. Islam Slimani es una amenaza ofensiva y marcó el tanto del empate que dejó fuera a Rusia y empujó a su equipo a octavos de final por primera vez. No es por casualidad, el bosnio Vahid Halilhodzic ha levantado al grupo desde su llegada en 2012 y están en posición de sorprender al mundo, pero Alemania tiene la urgencia de romper la racha de cinco Mundiales sin campeonato y cuenta con el talento individual para hacerlo. Ghana tuvo a los germanos sobre la lona y los dejó con vida. Argelia es un grupo más completo que Ghana, pero no tan sucio, juega un estilo más europeo. Un arma de doble filo al enfrentar a una potencia europea. Pese a momentos de sufrimiento en ambos lados de la cancha para los teutones, no hay motivo para creer en su eliminación a manos de Argelia. Es exactamente lo que quieren los “Zorros del Desierto” para llegar sin presión.