A mediados de 2013, Salvador Guerrero, ex jugador, directivo y patrocinador de la Liga Municipal de Tijuana, decidió emprender una lucha frontal contra el presidente de la Asociación Estatal de Beisbol, Freddy Armando Lugo. Su intención, acabar con 16 años de lo que considera “una dictadura”. Meses antes, Guerrero, quien era vicepresidente de dicho organismo, había sido castigado de manera injusta por Lugo, por lo que se dedicó a concientizar a delegados, presidentes de ligas y jugadores, de que era hora de un cambio. Sin embargo, quienes manifestaron simpatía con Guerrero o alzaron la voz contra Lugo, fueron castigados por este último. Así ocurrió con Eliseo Arce Cázares, presidente de la Liga Rural de Maneadero; Juan José Carrillo Huerta, patrocinador de la Liga; y con Luis Ernesto Díaz Jiménez, secretario de la Asociación Estatal. Aunque ellos reclamaron ante el Comité de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD), y les fueron restituidos sus derechos. El mismo organismo, creado por la Ley de Estímulo y Fomento del Deporte, determinó, junto con el Instituto del Deporte y la propia asociación, llevar a cabo una asamblea extraordinaria el próximo sábado 17 de mayo en las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento, donde se dará un informe de la presidencia, así como el estado financiero y se realizarán elecciones para titular. Tal determinación tiene más que complacido a Guerrero, quien siente que todo el esfuerzo realizado valió la pena. “Con Lugo no tengo nada personal, pero no puede seguir al frente del Beisbol alguien que su trabajo es fomentar y desarrollar el Beisbol, y nunca lo he hecho. Solo ve esa posición como trampolín político, y quien dirija este deporte, debe hacerlo con el corazón, sentirlo de verdad y apoyarlo”, señaló Salvador Guerrero. Asegura que quien hará el cambio, es el ingeniero Luis Díaz, quien ya trabaja en su candidatura para contender por la Asociación. “Creo en Luis porque lo conozco de hace muchos años, es un tipo trabajador y honesto, es lo que necesitamos en cualquier dirigencia. Habíamos pensando en una candidatura en común, pero Ensenada trae el suyo y nosotros vamos por nuestro lado”, apuntó Guerrero. Por su parte, Díaz ya lleva algunos días visitando varias ligas en distintos municipios y ha sentido el respaldo de los dirigentes, porque saben, él es “gente de Beisbol”. “Me gusta ser honesto y transparente. Ya empecé a platicar con muchos amigos que tengo en todos los municipios y me han manifestado su apoyo”. Sin embargo, y lo reconoce, hay quienes le han manifestado su duda porque lo involucran con un asunto de venta de terrenos en la zona de Otay, a principios de los noventa. Pero dice no tener nada que esconder. Detalla que cuando el presidente de la Asociación era Salomé Hernández, él fungía como tesorero interino, porque Mario Juárez había dejado el puesto. “Produtsa (Promotora de Desarrollo Urbano de Tijuana) hizo las gestiones para vender el terreno, y yo recibo un cheque de 236 mil dólares, que fue un anticipo, y cuando Lugo entra como como tesorero del siguiente trienio, de 1992 a 1995, le entregué chequera y libro de tres columnas, con un capital superior a los 225 mil dólares. Posteriormente seguí en esa directiva como vicepresidente de Óscar Lugo, y luego Freddy recibió otro cheque semejante; de ahí se contrataron compañías que hicieron mejoras a los campos, pero igual, nunca supe los montos e ingresos de la Liga, lo demás no sé a dónde se destinó. Me demandaron y tuve que apelar, todo se aclaró”. Luis Díaz prefiere mirar hacia adelante y dejar en claro esta situación: “Vengo con la intención de unificar el Beisbol, hay muchas ligas en el valle de Mexicali; trabajar con las ligas municipales, canalizarle recursos y respetarles acuerdos, ponernos de acuerdo y darle continuidad a los programas. Siempre he trabajado con los asociados, no tengo inconvenientes ni nada en contra, espero seguir contando con ese, Lugo los margina y en lugar de apoyar, los castiga. Las ligas castigadas, ya saben cómo reingresar, acta constitutiva, registro y solicitud, y lo demás, hacer Beisbol”.