Trabajando como jornaleros, en labores de cosecha de tomate y chile, en campos agrícolas de Sinaloa, fueron localizados los cuatro menores desaparecidos de San Quintín. A un mes de haberse ausentado de sus casas, los jóvenes de 15, 16 y 17 años, tomaron la decisión de irse a laborar al estado de Sinaloa, en donde si los podían emplear, sin importar que fueran menores de edad y que dos de ellos sólo cuentan 15 años. Fue el miércoles 7 de mayo cuando Luis Enrique Ríos Segura, de 15 años, se reportó vía telefónica con su mamá, luego de saber de la intensa búsqueda que los preocupados padres habían iniciado en medios de comunicación y redes sociales. Entablada la comunicación, los padres se enteraron que los menores se ubicaban en Villa Juárez, en el municipio de Navolato, Sinaloa. Luego de haber abandonado el hogar paterno, los muchachos viajaron de San Quintín a Tijuana, en Baja California, pero al no encontrar empleo en la ciudad fronteriza optaron por irse a Mazatlán, Sinaloa, en dónde la vida cara y la escasa oferta laboral los hizo tomar la decisión de buscar el sustento en labores del campo. Los lugareños les recomendaron Villa Juárez, poblado inminentemente agrícola en dónde de inmediato se emplearon en la colecta de chile y tomate, jornada que cuando mucho les redituaba 300 pesos al día, aunque hubo días que a lo mucho lograron obtener un pago individual de 20 pesos, con lo que apenas lograron sobrevivir. Una vez localizados, sus padres fueron por ellos. Así, desde el viernes 9 de mayo se encuentran en San Quintín: Beatriz Marcos Manuel, de15 años; Lizet Abilene Luis García, de 16 años; Juan Carlos Medrano, de 17 años; y Luis Enrique Ríos Segura, de 15 años, quienes se habían ausentado desde el viernes 4 de abril.