Más de dos o tres reproducciones completas tendrán que ser necesarias para que el escucha de “Turn Blue” lo entienda y acepte tal como es: un disco hecho con especial cuidado musical, que no temió alejarse de la fórmula creadora de éxitos radiales. No por ello, el actual inédito de The Black Keys, se queda fuera de los elogios, que si bien es muy probable que no le lleguen en gran medida por la industria, seguramente sí tendrán cabida en un público que sepa valorar el que la banda no se quede en una zona de confort. Prueba del funcionamiento que tendrá con la gente, es que a nueve días de su lanzamiento oficial, y en una competida riña con “Xscape”, disco póstumo de Michael Jackson, finalmente llegó a la cima del ranking de Billboard. El logro del dúo originario de Ohio, se dio al vender 164 mil copias del 13 al 18 de mayo. Las cifras dadas a conocer a mediados de esta semana por Nielsen SoundScan, son el primer índice favorecedor para Dan Auerbach (voz/guitarra) y Patrick Carney (batería) con su nuevo material. Hay que recordar que desde el lanzamiento de “Brothers” en 2010, la dupla que se abrió paso con una mezcla de blues y rock, despuntó su éxito a lo grande. El resultado: tres Grammy por la grabación y el inicio de una popularidad que ya no se detiene. Por el contrario, se hizo más evidente con su siguiente entrega a cargo de “El Camino” (2011). Con el antecesor a “Turn Blue” volvieron a repetir la hazaña de ganar tres gramófonos, entre ellos el otorgado a Mejor Álbum Rock. Ante un historial de buenos recibimientos para su sexto y séptimo álbum, reflejado en altas ventas, público desmedido, premios, masivos sold outs y espacio en los festivales más importantes, presentar un inédito era todo un reto a enfrentar. Sin embargo, mediante doce canciones producidas por Brian Burton, mejor conocido como Danger Mouse, The Black Keys dio resolución al pendiente al crear una placa que mantiene su sello, pero experimenta con la añadidura de sintetizadores. Presentadas bajo una atmósfera psicodélica, las variaciones que incluyen en su sonido fueron justificadas por el dúo como una reafirmación a su libertad creativa, para no atarse a generar solamente éxitos pegadizos una y otra vez. Así que los que decidan darle una oportunidad a “Turn Blue” deben tener como antecedente que no está colmado de reversiones de sus sencillos pasados o por fórmulas que garantizan buenas críticas, sino que escucharán temas más ambientales, con una carga emotiva que en buena parte se debió al divorcio de Auerbach durante el año pasado. Con un comienzo instrumental de más de dos minutos, “Weight of Love” es la muestra idónea del balance perfecto que logra The Black Keys entre letra, voz y sobre todo música, sin importar qué elementos decidan incluir. “In Time” da coros que suavizan el golpeteo característico de Patrick en la batería, mientras que el segundo sencillo, “Turn Blue”, es calma con pequeños saltos, efectos en voz y sintetizadores, que preparan bien el lugar de “Fever”; la canción que debutó a la placa tiene una estructura lúdica que invita a lo bailable. De lo retro a lo moderno, fusionando rock, jazz, disco y blues, el álbum mantiene la sorpresa en cambios con “Year in Review”, “Bullet in the Brain”, “It´s Up to You Now”, “Waiting on Words”, “10 Lovers” e “In Our Prime”, para terminar con “Gotta Get Away”, único destello directo de lo que el grupo había ofrecido en los últimos años, pero que hoy se agradece que no sea el ancla que los estanque.