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lunes, septiembre 30, 2024
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Policías y ladrones, un cuento sin fin

  En el último sexenio, 529 mil 943 robos fueron denunciados en la Procuraduría de Justicia General del Estado (PGJE), según las estadísticas de la dependencia. Faltaría añadir aquellos que no son denunciados por temor o desesperanza de la víctima sobre la autoridad. Para que el dato frío cobre proporciones, una comparación: si el número de robos durante los últimos seis años se dividiera poblacionalmente en el estado, correspondería aproximadamente a que un tercio de toda la población de Tijuana fuera víctima de ladrones. O, que todo habitante del municipio de Playas de Rosarito, incluyendo niños y ancianos, según el último censo, fuera atracado cinco veces cada uno. Si se desmenuza la información no es menos grave, por ejemplo, de 2006 a la fecha en Baja California han quedado registrados en la Procuraduría de Justicia, el robo de 144 mil 112 vehículos. Con esos, alcanzaría para llenar casi 44 veces el estacionamiento de Plaza Río. Otra: los carros reportados como robados en Baja California en el mismo periodo, son tres veces más que las unidades que BMW vendió en 2012 en Japón (47 mil 663, según su portal oficial). En robo a casa habitación con o sin violencia, la cifra es igualmente delicada. En los últimos seis años, en Baja California se presentaron 114 mil 767 denuncias. Cerca de cubrir todas y cada una de las “viviendas habitadas” en Ensenada, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentados en 2010 (129 mil 558). Y entre la maraña de cifras y delitos, Tijuana se corona como el reino del robo.   Tijuana, la ladrona De los 57 mil 115 robos registrados en Baja California el año anterior, 23 mil 945 se cometieron en Tijuana, municipio que concentra más de la mitad de la población del estado. Según cifras proporcionadas por la PGJE, en 2013 se denunciaron 48 mil 207 delitos en Tijuana, de los cuales el 49.67 por ciento corresponde a robo. Es decir, 23 mil 945 casos con y sin violencia. Los tipos de robo más frecuentes  -al igual que en toda la entidad- son: * Robo de vehículo, 7 mil 838 casos en 2013 en Tijuana. * A casa habitación, 5 mil 475. * A comercio (con y sin violencia), 2 mil 628. * Asalto violento y simple en vía pública, 3 mil 633. Entre estos cuatro tipos de robos, Tijuana sufrió 19 mil 574 delitos denunciados en 2013, algo así como 53 casos diarios; 2.2 cada hora. La PGJE cuenta con tal nivel de inteligencia y registro para saber cuál día de la semana y cuál hora es la más problemática. Por ejemplo, la incidencia delictiva en Tijuana se registra mayormente a las diez de la mañana. En el caso del robo con violencia, las horas con mayor número de casos registrados, son las diez de la mañana y las dos de la tarde; contrario a la premisa popular, de la una de la madrugada a las nueve de la mañana, es el horario “más seguro” para no ser robado violentamente. Según datos proporcionados por la dependencia de Justicia, el Robo con violencia ha disminuido 11% en comparación a 2012. El robo a casa habitación registró en 2013, fue de 5 mil 475 casos; la hora pico para este tipo de delito fueron las diez de la mañana y las doce del día. En relación a 2012, en 2013 sí se registró incremento, del 8%.   En el caso del robo de vehículos es más probable ser víctima entre las ocho y las diez de noche, los lunes y los viernes. El domingo, los ladrones descansan. Ese día no se registra ni la mitad de robos que se cometen el lunes. Las áreas de seguridad presumen que este delito disminuyó 13% a comparación de 2012, cuando se reportaron 8 mil 958 carros robados. En 2013 fueron 7 mil 838.   Niños, a la escuela del robo El subprocurador Zona Tijuana de la PGJE, Gilberto Cota Alanís, explica que en el transcurso de 2014 se han desarticulado seis bandas dedicadas al robo, y hasta diciembre de 2013, “se concluyó con la desarticulación de 16 bandas dedicadas al robo en distintas modalidades”. El patrón de las bandas es detallado por Cota: “Son grupos de cuatro o cinco personas, que muchas veces, son personas no oriundas de la ciudad, han radicado poco tiempo aquí o que vienen deportadas con antecedentes delictivos, por eso los envían a México”. De hecho, describe el subprocurador, se ha consignado a quienes compraron los objetos producto del delito. Sin embargo, han descartado -por “no tener conocimiento”- que casas de empeño estén inmiscuidas. Lo que sí se ha detectado en Tijuana, son menores de edad, incluso desde los 11 años, utilizados por adultos, “por su misma dimensión, estructura física”, para ser introducidos a casas y comercios. “Les permite introducirse por un lugar más reducido y proceden a abrir un domicilio y extraer los objetos”, remata. De hecho solo los adolescentes pueden ser considerados como autores de delitos, si éstos son “graves”, podrían ser detenidos. El funcionario de la PGJE asegura que la mayoría de las detenciones de adolescentes son precisamente por robo con violencia en casa habitación y/o lugar cerrado.   Comercio, el más golpeado Según Genaro de la Torre Quintanar, representante de la Comisión de Seguridad Pública en Tijuana, el robo a comercio es el “foco rojo”. De hecho, a comparación de 2012, el año pasado aumentó 20%, con un total de 2 mil 628 denuncias y averiguaciones iniciadas. Del total, el 70% fueron asaltos violentos en los comercios, es decir, mil 839 casos en 2013. Al igual que el resto de los delitos, los lunes son los días con mayor incidencia, entre las ocho y las diez de la noche.   El top 10 Identificadas las zonas, las horas, los días, los delitos, las características, las corporaciones policiacas pudieron disminuir el 2% de la incidencia delictiva a comparación con 2013 (casi el margen de error de cualquier estudio cuantitativo). Entre la información que las áreas de inteligencia cuentan, están las zonas problemáticas. En Tijuana, la Zona Centro y la colonia Libertad (separadas únicamente por el canal) son las de mayor incidencia, en estas dos colonias se registraron cerca de 2 mil delitos en 2013. No hay cuadra ni calle en la Zona Centro donde no se haya cometido algún hecho delictivo (ver mapa adjunto) Le sigue la Zona Urbana Río, Mariano Matamoros, Camino Verde, Zona Norte, Anexa Loma Dorada, 10 de Mayo, El Florido primera y segunda sección, y Mariano M. Norte. Cuando se trata de robo a casa habitación, se agrega la 3 de Octubre, Independencia, Terrazas de La Presa, El Pípila, Terrazas del Valle y Real de San Francisco. En el caso de asaltos y robos violentos, la estadística proporcionada por la Subprocuraduría (PGJE) Zona Tijuana ubica además las colonias Chihuahua, Anexa Dorada, Guadalupe Victoria, Arboledas de la Mesa, Villa del Sol, Buenos Aires Sur, El Refugio y Alfonso Corona. La Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) agrega para este reportaje otras zonas: Hacienda Las Delicias, Nueva Tijuana, Empleados Federales, Urbi Villa del Prado 2 y Villa del Campo.   Robos, prioridad de la PEP En entrevista, Marco Antonio Sotomayor, subsecretario del Sistema Estatal de Seguridad Pública, admite que no se cuenta con un grupo especial antirrobos, sin embargo, justifica: “Una de las prioridades de la PEP es este delito”. Sotomayor alega que las acciones dentro de la SSPE parten de análisis e inteligencia. Luego se habla con los agentes “de dónde y cuándo se presentan los robos, el modus operandi. Lo que se hace es todo el estado de fuerza de la PEP en sus patrullajes”. En el caso del robo a casa habitación, el subsecretario asegura que a su cargo está el análisis de información, “nos encargamos de crear bases de datos, tenemos un Sistema Estatal sobre Información sobre Seguridad Pública, con 40 bases de datos diferentes y alrededor de 40 millones de registros”.   La cifra negra Genaro de la Torre Quintanar arroja un porcentaje para estimar cuántos delitos no se denuncian en Baja California, y con ello abre la discusión para estimar una cifra más real: “Nos vamos acercando a la realidad en comparación con 2008. No (se denuncia) tanto por temor, sino por falta de eficiencia dentro de los procedimientos de las corporaciones. De un 100 por ciento, estamos entre 70 (denuncia)-30 (no denuncia) u 80-20”. Pero con ese porcentaje, los números no cuadran. Información proporcionada por el C-4 (Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo) del Estado reportan que en enero de 2013 recibió 11 mil 97 llamadas para denunciar robos en distintas modalidades, contrastadas con las 2 mil 345 denuncias formales en la PGJE. Considerando que todas las denuncias que se reportaron en el C-4 fueron a denunciarse, solamente se formalizó cerca del 20%. Lo mismo ocurrió en enero pasado. El C4 recibió 10 mil 130 reportes de robo; la PGJE solo recibió denuncia por mil 255 casos, un 10%. Y eso considerando que todas las denuncias ante el Ministerio Público se reportaron anteriormente en el Centro de Control. Bajo esta lógica, el porcentaje podría cambiar: 20-80.   Pero, ¿por qué? Genaro de la Torre, integrante de la Comisión de Seguridad Pública, opina que parte de la causa de los niveles delincuenciales específicamente del robo es por no tener los suficientes rondines de la Policía, además de “no tener la Policía suficiente”. A eso, se le suman “muchos factores”, dice el empresario: “Uno de ellos la falta de empleo, la drogadicción y la gran migración de Sur, no de todos, pero quienes vienen de situaciones difíciles de sus estados. Todo esto viene a sumarle más a este problema”, explica en este análisis De la Torre. Las reformas propuestas por Enrique Peña Nieto y aprobadas por los legisladores no están de más y vendrían empeorar el panorama. “Tanta gente que ha trabajado en diversos oficios que anteriormente no daban algún recibo, ahora muchos no podrán ejercer su trabajo, les requiere esos recibos que exige Hacienda, además de las complicaciones de que vayan a darse da alta, nos exigen un primer mundo que ni nos dan con nuestros impuestos, y eso avienta a los trabajadores a la delincuencia… sí, porque tienen que comer”, concluye el comisionado. Las penalidades por robos Gilberto Cota Alanís, subprocurador Zona Tijuana de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE),  detalla: “El robo a casa habitación o lugar cerrado y con violencia es grave. Para una persona mayor de edad, no le permite libertad provisional, aunque se haya robado una pluma o 10 pesos, es un delito grave”.</span> En caso de que algún empleado domestico hurte o se le acuse de robo dentro de la casa donde labora (es un agravante por ser a casa habitación), así sea de valor mínimo, podría penar de 5 a 12 años tras las rejas. Además, mientras se declara inocente o culpable, el presunto tendría que permanecer encarcelado. No alcanza fianza por ser “delito grave”. Cota Alanís amplía: “En cuanto a los menores de edad, por ser delito grave, se presentan ante el juez para adolescentes privados para recibir tratamiento de privación de libertad, bajo medida cautelar de internamiento”. Si son menores de 14 años no pueden ser detenidos, “de acuerdo a la Constitución y Tratados Internacionales, un niño es hasta los 12 años, el adolescente de los 14 hasta antes de los 18 años, para considerarlo un delito o infracción”. El abogado Jesús Quezada y su grupo de colaboradores atienden casos especializados en materia penal, “en nuestra opinión, respecto a las penalidades establecidas por la comisión del delito de robo en las diversas modalidades, no puede considerarse que las mismas atiendan a una política de readaptación y reinserción social del delincuente, por lo que son solo sancionadoras”. Quezada razona que tratándose más de un castigo que de una política de atención al delincuente, las condenas por robo son injustas, “en cuanto no permiten que el individuo se reintegre a la sociedad readaptado, es así como falla el Estado en este rubro tan importante de la política criminal”. Ejemplifica: las diversas hipótesis y penalidades de comisión del delito de robo están tipificadas y condenadas en el Código Penal para el Estado de Baja California. El Artículo 201 previene tres parámetros para sancionar el delito de robo, atendiendo al valor de lo robado; la primera cuando lo robado no supera 80 veces el salario (5 mil 383 pesos), de este valor para abajo se impondrá de seis meses a tres años de prisión, y hasta 100 días de salario mínimo de multa (6 mil 729 pesos). Cuando el valor de lo robado excede de 80, pero no de 250 veces el salario (16 mil 822 pesos), se le impondrán de tres a seis años de prisión, y de 100 a 200 días de salario mínimo de multa (6 mil 729 a 13 mil 458  pesos);  y cuando el valor de lo robado excede la cantidad de 250 veces el salario, será de seis a catorce años de prisión, y hasta quinientos días multa (33 mil 645 pesos). Uno de los robos que actualmente afectan a Baja California, es el de cableado. El Artículo 201-Ter (si corresponde a cableado de energía eléctrica), dicta que se impondrá de uno a cinco años de prisión, y de 50 hasta 200 días de multa. En caso de que no se puede acreditar el monto de lo robado, o cuando lo robado no se pueda cuantificar, el Artículo 202 de Código Penal, estima penas de tres días hasta cinco años, “considerando los jueces para la imposición de la mínima o máxima, que existiendo un gran margen entre la mínima y la máxima, la forma adecuada de determinar la pena debe corresponder en cada caso particular”, aseguran los abogados. Si es un asalto o robo violento, además de la pena que corresponda por el robo simple, se agregarán de uno a seis años de prisión. El Artículo 208 trata el robo calificado considerado como grave, es decir, lugar cerrado; en edificios, viviendas, aposento o cuartos que estén habitados o destinados a ello, ya sean fijos o móviles; cuando lo cometa un dependientes o domésticos en perjuicio de su patrón, cuando lo cometa un huésped o comensal o alguien de su familia o criados que lo acompañen, en la casa donde reciban hospitalidad, obsequio o agasajo; cuando lo cometa el dueño o algún familiar en la casa del primero. Si se trata de un vehículo (Artículo 208-Bis), se impondrán de cinco a 12 años de prisión, y de quinientos hasta mil días multa (33 mil 458 a 67 mil 290 pesos). Si un delincuente utiliza a menores incluso de 11 años para la comisión del delito de robo domiciliario, podría constituirse el delito de corrupción de menores, “debido -explica Quezada- a que dicha conducta incide de manera negativa en la moral y el intelecto del menor”. Además, de la condena por el robo, puede dictarse una sentencia de cinco a 10 años de prisión, y de 300 a 700 días de multa (20 mil 187 a 40 mil 374 pesos).  

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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