(ZETA/SinEmbargo).– La Secretaría de Hacienda revisó a la baja hoy, por segundo año consecutivo, sus propias proyecciones de crecimiento. El país no crecerá 3.9 por ciento como había anunciado, sino menos: un 2.7, anunció el subsecretario de la dependencia federal, Fernando Aportela Rodríguez. Aportela dio a conocer que en el primer trimestre del año se registró un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos equivalente a 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y atribuyó dicho resultado “en parte” a lo ocurrido en Estados Unidos por un clima “extremadamente malo”, y al menor consumo tras la entrada en vigor de nuevos impuestos aprobados en la Reforma Fiscal. Sin embargo, destacó que hay elementos que “ratifican el mayor dinamismo que se espera en la economía mexicana del segundo al cuarto trimestre de 2014″, entre ellos las perspectivas favorables de la producción industrial en EU, que deberán reflejarse en un “mayor dinamismo de las exportaciones mexicanas”. Antes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) anunció que el PIB aumentó un 1.8 por ciento en el primer trimestre de 2014 respecto al mismo período del año anterior. Informó que el crecimiento del PIB fue impulsado por incrementos en el sector primario (4.9 por ciento), el terciario (1.8 por cinto) y el secundario (1.6 por ciento) respecto al primer trimestre de 2013. De acuerdo con cifras desestacionalizadas (sin factores coyunturales por temporada), el PIB aumentó un 0.28 % en comparación con el trimestre inmediato anterior. Por su parte, el Banco de México (Banxico) informó que en el primer trimestre de 2014, la cuenta corriente de la balanza de pagos de México registró un déficit de cuatro mil 533 millones de dólares, cifra inferior a los siete mil 711 millones de dólares reportados en el mismo periodo del año previo. Informa que este resultado se derivó de la combinación de saldos negativos en la balanza de bienes y servicios y en la de renta, así como por un superávit en la balanza de transferencias. Luis Videgaray Caso es objeto de fuertes críticas debido a que la economía está estancada y sus previsiones, alegres a principios del primero y segundo año de Enrique Peña Nieto, se han debido corregir.