El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Baja California Sur, reconoció que están imposibilitados para implementar planes de manejo y conservación para todos los sitios arqueológicos con pinturas rupestres de la geografía de la entidad, María de la Luz Gutiérrez Martínez, delegada del Instituto, justificó argumentando que los recursos financieros son insuficientes. “Imagínate cuánta gente necesitaría para estar vigilando abrigos rocosos, estoy hablando de miles de sitios, lo ideal sería tener un plan de manejo, para que en cada lugar, la Sierra de Guadalupe, la Sierra de la Giganta, la región de cabo, todos esos lugares, pero cada investigador, los arqueólogos que trabajamos directamente con estas pinturas, hacemos mucha conciencia con la gente, les invitamos a que se sumen al instituto y sean ellos quienes cuiden”, sostuvo. Gutiérrez Martínez dijo que el hecho de que sean sitios arqueológicos, no los excluye de ser dañados con graffitti, pero, según la delegada del INAH, las pinturas rupestres son respetadas por los turistas que se allegan al sitio. “Es cierto, muchas veces se hacen algunos graffittis, pero no sobre las pinturas, la gente, como que respetan las pinturas en la mayoría de los casos, pero es materialmente imposible controlarlo, incluso en la sierra de San Francisco hay algunos graffittis históricos, con letra palmer, de principios de siglo 20”, afirmó. Detalló que a lo largo de la península de Baja California se tienen registrados cientos de sitios con pinturas prehistóricas y en particular, Baja California Sur cuenta con miles de pinturas y grabados rupestres. En ese sentido, el INAH ha enfocado sus esfuerzos a concienciar a las comunidades rurales para que conserven los sitios y en concreto, ha implementado planes de manejo y conservación de las pinturas rupestres de San Francisquito por su estado óptimo e impacto para el turismo local “desde que empezó a funcionar el plan de manejo, la sierra de San Francisquito está bajo control, los mismos rancheros son los que se contratan como guías, rentan a sus animales para bajar a los camiones y hay custodios del instituto que vigilan y supervisan estas expediciones a la sierra”, expresó. Concluyó diciendo que “los sitios están exactamente igual que hace 20, 25 o 30 años…y con los planes de manejo para todas las zonas arqueológicas y con los recursos necesarios, sería suficiente para mantener en óptimas condiciones cada sitio de la entidad”. Adelantó que se realizó un proyecto para evaluar la posibilidad de desarrollar un plan de manejo y conservación para las pinturas rupestres en la Sierra de Guadalupe, allí se tiene un registro de alrededor de 800 sitios arqueológicos, sin embargo, la mayoría se encuentran cerrados porque aún se carece de este plan, el cual requiere custodios e infraestructura, entre otros recursos, para mantenerse.
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