Para Ernesto Gómez Cruz, ser un actor improvisado nunca fue una posibilidad. Descubrió tardíamente su vocación, aunque, una vez dando por hecho a qué se quería dedicar, trabajó para conseguirlo. Entre sus logros destaca haber participado con Felipe Cazals y Arturo Ripstein en películas que le han valido premios, aunque para él sean una muestra de que debe seguir superándose para retribuir los reconocimientos. A sus ochenta años, es normal que Ernesto Gómez Cruz divague. Se esfuerza por ocultarlo y llevar el ritmo de una conversación, pero inevitablemente termina por aceptar que su memoria ya no es la de antes. Tartamudea y duda, pero tan pronto tiene que actuar, pareciera que la lucidez vuelve a él. Si el tema es su oficio, la dinámica se repite y fluye aunque sea a un ritmo pausado. Evoca y disfruta compartir: “Mi inicio fue un poco sorpresivo porque yo no sabía a qué enfrentarme. A la edad de 27 años no tenía idea y pasé por una crisis de todos los oficios habidos y por haber. Era una búsqueda que no sabía si realmente era búsqueda, me sentía mal y dejaba el oficio trunco, hasta que por fin descubrí la fotografía”. Ayudante en su natal Veracruz de un fotógrafo, revelar, editar y vender imágenes de bodas fue su trampolín a la actuación cuando le propusieron montar un obra de teatro local. Sin saber siquiera cómo hacerlo y creyendo que debía cantar, la respuesta del público por su trabajo final en “Las Cosas Simples”, lo hizo dar con su verdadero talento. “Ese fue mi encuentro con lo que llaman la vocación, pero se me dio después de muchos años. No quise ser (un actor) improvisado, así que estuve ensayando como aficionado cinco años más. Cuando tuve la seguridad de que eso era lo mío, supe que me debía preparar y pedí una beca en Bellas Artes”. Fue a partir de entonces que su formación comenzó a darse por completo. Una vez concluidos sus estudios, la primera gran oportunidad se dio, para hacerlo trascender. Respecto a ese momento, añadió: “Nunca imaginé que iba a terminar en la pantalla, era imposible considerarlo, con ser actor me conformaba. Mi sorpresa mayor fue el primer trabajo que me salió, ‘Los Caifanes’, que se filmó en 1966 y sigue vigente. De ahí en adelante han pasado muchas cosas, algunas buenas, otras no tantas, otras nefastas, pero sigo de pie y todavía retando a los que me niegan alguna oportunidad, porque sé que cuando me vean, les va a gustar mi trabajo”. Más de 160 películas componen la trayectoria en el cine de Ernesto Gómez Cruz, aunque él mismo confirma que de ellas, aproximadamente, quince lo tienen como parte de los actores estelares. “Aquellos Años”, “Canoa”, “El Callejón de los Milagros” y de manera más reciente “La Ley de Herodes”, son algunas de la lista global que lo ha mostrado en la pantalla grande. Cuenta con cinco Arieles de Plata por Mejor Actor y Mejor Coactuación, además de tres nominaciones extras y la Diosa de Plata que le valió su papel debut. Sin embargo, nada de ello le ha garantizado el poder seguir constante en proyectos. “Esta carrera es muy ingrata, pero si se saben aprovechar las oportunidades, uno sube escalón por escalón. No sé cuándo voy a terminar, pero por lo menos sé que voy por buen camino. Ahora recibo recompensas, halagos y satisfacción, y siento que es merecido porque toman en cuenta el esfuerzo y mi actuación en diversas historias. Hay que hacer diferentes papeles, porque hay etapas en las que no trabajas”. Aunque ha dado a conocer que aspira a ser parte de varios guiones en este año, actualmente el actor atraviesa una sequía de ofertas en relación a otras temporadas, de ahí que esté canalizando su tiempo en dar charlas a jóvenes y adultos mayores, además de talleres de actuación para aquellos que no tuvieron la fortuna de descubrir su pasión cuando todavía podían aprovecharla. “Hay que solventar los gastos de familia porque a veces el cine se estanca por presupuestos, y quieras o no, los años pesan y no perdonan. Quiero seguir con mi carrera y trabajar en cine, pero si no se puede, por lo menos ahora me estoy protegiendo de no vivir la amargura de que ya no me llaman porque estoy grande, porque sé que a mi edad todavía puedo hacer muchas cosas”, afirmó. En la edición 56 de los Premios Ariel, a celebrarse el próximo 27 de mayo, Ernesto Gómez Cruz recibirá el Ariel de Oro por su trayectoria como actor. El evento tendrá lugar en el Palacio de Bellas Artes, en Ciudad de México.