En la colonia más pobre yo nací bajo este techo, es mi hogar algo mal hecho, no hay comida que nos sobre. Casi siempre me acuesto con la barriga vacía, qué triste la vida mía, contra el mundo estoy molesto. Las penas con pan son buenas, dice un refrán muy certero, mientras tanto yo me muero por malas mañas ajenas. No tenemos agua potable ni luz ni gas pa’ cocer lo poco que hay de comer, la pobreza es muy palpable. De ropa qué les diré, no conozco de marcas, quisiera tapar mis zancas, que mi cuerpo no se enfríe. Es por eso que este día no recibí ni un regalo, otro día, cualquier año, la panza sigue vacía. No sé pa’ qué se festeja al chiquillo en este día si pa’ mí la mayoría no tiene quién los proteja. Y aquí estamos hambreados papá, mamá y mis hermanos mirando a tantos humanos tan ricos y bien cebados. Alberto Torres B. Tijuana B. C.