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jueves, febrero 22, 2024
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Corrida suspendida en Las Ventas

En un hecho insólito, se suspendió la corrida de toros en San Isidro, en Madrid, podría decirse que esto nunca ha ocurrido por cornadas, se han cancelado festejos, pero por otros motivos. El 21 de mayo de 2014, en la Plaza Las Ventas de Madrid, se suspendió la duodécima corrida, una vez que los tres diestros cayeron heridos a la muerte del segundo toro, no pudiendo volver al ruedo para continuar la lidia, entre ellos, Saúl Jiménez Fortes. David Mora fue el primero en caer, con una agresiva cornada en la zurda y otra en el vientre, al saludar a porta gayola al primero de la ganadería de Ventorrillo. Antonio Nazaré sufrió un golpe en la rodilla cuando realizaba chicuelinas al segundo de la ganadería de Los Chospés, al parecer es una lesión de ligamentos, aunque llegó por su propio pie a la enfermería. Este mismo toro le dio tres volteretas, calándole la pierna derecha a Jiménez Fortes. Debido a todo esto, las autoridades tomaron la decisión de cancelar la corrida. El que se encontraba más grave, es el diestro David Mora, quien propinó a “Deslío”, de la ganadería de Ventorrilo. La cuadrilla se llevó a Mora sangrando profundamente y fue operado en la enfermería por dos cornadas. Antonio Nazaré presenta una lesión de ligamentos en la rodilla derecha. El parte médico de Fortes acredita dos heridas por asta de toros, una en la cara externa del tercio superior del muslo derecho, con dos trayectorias una hacia arriba y adentro de 10 centímetros que alcanza el fémur, y la otra de 10 centímetros hacia abajo que causa destrozos en músculo vasto externo y otra de 10 centímetros que alcanza la pala iliaca. Al terminar la intervención, fue trasladado al hospital Virgen del Mar en Madrid. Nazaré ha sido enviado a un centro hospitalario para proceder al estudio radiológico en un traumatismo en la rodilla derecha, con probable lesión de ligamentos de pronóstico reservado, aseguró el médico García Prado. El matador con los pies clavados en la arena, juega con el capote los brazos, carga la suerte sentado en los riñones y luego viene la muerte, tras enredarse al toro por la cintura. El toro en ostentación de majeza alcanza hacia el caballo y caballero, e igual hace con el matador. Los toreros caídos son revolucionarios en ciernes. arruzina@gmail.com 


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