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lunes, septiembre 30, 2024
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Colosal escultura de Sebastián en Tijuana

La escultura de 48 metros de altura, 80 toneladas y de color rojo, bautizada como “La Puerta de las Américas”, será creada en la garita “El Chaparral” en Tijuana por el célebre artista Enrique Carbajal, mejor conocido como Sebastián. Para empezar, el doctor Tonatiuh Guillén, presidente de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef) en calidad de gestor y promotor del proyecto, explicó a Semanario ZETA los avances de la obra, desde el surgimiento de la idea en 2012 hasta la etapa actual de financiamiento: “La parte de Colef fue primero conceptual, que es imaginar una iniciativa de estas características, el de gestión que se hizo primero con Sebastián con un recibimiento de su parte muy generoso, con el SAT que es la institución que tiene ahí (en la garita ‘El Chaparral’) el uso del espacio de la garita que también tuvimos una buena acogida, nos detuvo un poco el cambio de gobierno porque esto lo empezamos en el aniversario del Colef (en 2012), ahí nació como idea, luego fuimos progresivamente avanzando, la parte estructural pues requiere de ingeniería y ahí tuvimos el apoyo de la UABC, y pues ahora estamos en la etapa de financiamiento y de promoción de la escultura”. De acuerdo con Guillén, al proyecto se han unido la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), la Fundación Sebastián, el Centro Cultural Tijuana (UABC), el Instituto de Cultura de Baja California (ICBC), el Ayuntamiento de Tijuana, “más los que se sumen”. Características monumentales Sebastián explicó a ZETA que “La Puerta de las Américas” “será pintada con pintura de poliuretano en un rojo clásico de mi obra. El rojo es un color muy clásico de México y de lo prehispánico, es el color simbólico para ‘Nahui Olli’, en el calendario azteca predomina el rojo que es símbolo de la sangre de los mexicanos, lo que simboliza el ‘Nahui Olli’ poéticamente es como la sangre derramada de los mexicanos para enaltecer la aurora, el símbolo religioso del ‘Nahui Olli’ es un símbolo muy del Altiplano, pero es como una demostración de lo que encontrarán al introducirse a nuestro país, de una cultura de raíz profunda y fuerte”. La majestuosa escultura se erigirá en “El Chaparral”, y de acuerdo con el mapa de ubicación de la escultura proporcionado por El Colef a este Semanario, viniendo de Estados Unidos hacia México, una vez cruzando las 22 puertas de ingreso al país, “La Puerta de las Américas” se ubicará justo en el centro de las garitas de salida; hacia la derecha, a poco más de 100 metros, se localiza la bandera de 50 metros de mástil, altura similar a la gigantesca escultura sebastiana. Réplicas para el financiamiento El costo total aproximado de la escultura es de 14 millones de pesos, según afirmó a ZETA Tonatiuh Guillén. Para empezar, contestó a las críticas de quienes argumentan otras prioridades: “No quiere decir que no estemos preocupados por los grandes temas del desarrollo, los pequeños y los grandes, por supuesto, pero también pues aspiramos a cosas adicionales, no son en vez de, son adicionales”. Aclaró: “El Colef no tiene recursos para una iniciativa de estas características, nosotros solo somos gestores”. De manera tal que para financiar el proyecto, El Colef gestionó para que el escultor creara 100 réplicas con las siguientes características y precios para su venta: * Edición de 30 piezas a 8 mil pesos cada una, de 19.5 centímetros de altura por 6 de largo y 6 centímetros de ancho, de fierro y con un peso aproximado de medio kilogramo. * 30 ejemplares a 35 mil pesos cada una, de 37 por 12 por 10 centímetros, de bronce platinado, con peso aproximado de 1 kilogramo. * 20 ejemplares a un costo de 90 mil cada uno, de 63 por  20 por 18 centímetros, de bronce platinado, cuyo peso aproximado es de 7 kilogramos. * Y 20 piezas a 400 mil pesos cada una, con una altitud de 146 centímetros, de 45 por 39, de bronce platinado con un peso aproximado de 40 kilogramos. En total, las pizas suman un monto de 11 millones 090 mil pesos para financiar la obra: “Las réplicas son el sustento fuerte de todo el financiamiento”, expresó el doctor Guillén a este Semanario. Asimismo, del total del costo de la escultura “yo estimo que andamos en un tercio, si nos movernos en esta ruta muy probablemente a los tres o cuatro meses podremos cerrar bien la etapa”. El doctor Tonatiuh Guillén también refirió que El Colef no maneja los recursos, sino que la venta se lleva a cabo a través de la Fundación Sebastián: “Los recursos entran a la Fundación Sebastián, nosotros no manejamos dinero, ellos son los que dan recibos (deducibles de impuestos), nosotros no recibimos dinero”. Los interesados en una réplica pueden dirigirse a Fundación Sebastián A.C., Avenida Patriotismo número 304, Colonia San Pedro de los Pinos, entre calles 7 y 5, del Distrito Federal, o en el teléfono (55) 55 15 08 33 y página www.fundacionsebastian.org “Yo calculo que en unos tres meses, más o menos, ya cerramos la parte de financiamiento; espero que ese pronóstico sí lo logremos, depende de los apoyos que tengamos de personas, empresas, coleccionistas de arte, museos aquí en esta región, en la ciudad de México y tenemos una ruta hacia California de promoción de la piezas”. Sobre las réplicas con su firma, numeradas, en edición limitada con su respectivo certificado de autenticidad, Sebastián declaró a este Semanario: “Ahorita yo te digo que deben de aprovechar que están muy bajas (de precio); yo dije, no quiero que las vendan a lo que cuestan en el mercado, pónganlas bajas para que todo mundo aproveche y se quede con una imagen, aproveche que están bajas, coopere rápido y se vendan; y luego, en el momento en que ya se terminan y hacemos la obra y se construye, esas piezas ya van a valer completamente otra cantidad: pueden duplicarse, triplicase, pueden subir mucho. “Por ejemplo, en San Antonio, Texas, que eso yo no lo ubiqué, salieron las piezas pequeñas, en réplicas, en 5 mil dólares, eso es en lo que lo estaban vendiendo, no por mí, así decidió el comité; en el momento en que se construyó la pieza ya valían 10 mil dólares, así es el sistema capitalista y más en la Unión Americana; entonces yo dije: ‘¡cómo no me quedé con alguna!’. Por su parte, el doctor Guillén proyectó que la obra se concluya “muy probablemente en el primer trimestre de 2015”. Mientras tanto, el escultor aseguró que “podemos empezar en mayo” a trabajar desde México. El célebre escultor La colosal obra de Sebastián es inconfundible. El mundo es testigo de una obra colorida, monocromática, dinámica, geométrica, emotiva, matemática, espiritual, revolucionaria, plástica, monumental, urbana, explosiva, pero sobre todo, viva; así es el lenguaje sebastiano. Más de 200 esculturas sebastianas pululan por el mundo; los japoneses son los más afortunados: 16 nada más en aquel país. De manera tal que Tijuana se une al circuito de ciudades poseedoras de una majestuosa escultura de Sebastián, como Monterrey, Colima, Guadalajara, Ciudad de México, Tokio, Osaka, Pekín, Alcalá, Dublín y Assilah, Marruecos, entre otras latitudes localizadas sobre todo en la frontera entre México y Estados Unidos: “Entonces ya está toda la franja fronteriza, pero también del otro lado: Hice en El Paso una escultura que se llama ‘El Aguacero’; y luego hice la ‘X’ en Juárez; luego tengo del lado de Matamoros, tengo piezas en San Antonio, en toda la parte de esa zona de la frontera norte, ¿y por qué no en Tijuana si es el punto clave? Es el punto clásico de México, es el inicio de nuestra patria”. — ¿Hubo antes algún intento de realizar alguna escultura para Tijuana? “Hace muchos años, en la época en que empezó prácticamente la urbanización moderna de Tijuana, en algún proyecto del arquitecto Ramírez Vázquez, cuando hicieron la pieza de Ángela Gurría (Monumento a México, comúnmente conocido como ‘Las Tijeras’, en 1973), hicieron el Padre Kino, hicieron varios monumentos en esa época, a mí me invitaron, era muy joven, me invitaron a que propusiera algo, propuse algo, pero mi propuesta era pues muy moderna, muy de avanzada, no tenía el carácter de lo que se estaba pidiendo y no me tomaron. Fue a principios de los 70s, con Echeverría Álvarez. Entonces, pues no pasó nada, y dije un día voy a regresar a Tijuana a tratar de poner ícono, una obra que tenga sentido y creo que es el momento”. — ¿Por qué se llama “La Puerta de las Américas”? “Bueno, ‘La Puerta de las Américas’ es porque a mí me pedían que diseñara la puerta de América y me parecía que no era el nombre adecuado porque la puerta de América se presta a que es la puerta de América del Norte, y no es la puerta de América del Norte sino la puerta de las Américas, que es la entrada a las Américas del centro, del sur; o sea, es la marca en donde empieza nuestra patria y la entrada a las Américas. “Entonces es más lógico que se llame ‘La Puerta de las Américas’ como símbolo de recepción, de bienvenida, de buena voluntad, no es un muro, es una gran escultura con una vitalidad conceptual con símbolos y signos del mundo prehispánico de la carga ancestral de nuestra cultura, es realmente una reinterpretación o una interpretación y una evocación al ‘Nahui Ollin’ prehispánico, no es una copia, sino es simplemente una readaptación a mi lenguaje personal y es más contemporáneo pero salido de las raíces prehispánicas”. — ¿Por qué le pareció importante combinar lo ancestral con su lenguaje plástico contemporáneo? “Lo que pasa es que las culturas que permanecen, las culturas sólidas del mundo tienen esa característica. El pueblo japonés, por ejemplo, es ancestral y ha sabido traer lo ancestral hasta nuestros días y ha podido ser contemporáneo y universal. Yo creo que es la condición de toda cultura mantenerse, transformarse y mantenerse viva; “Lo que yo hice es eso, así como hice en Japón, tomar sus símbolos más antiguos para hacer el Arco Fénix (en Sakai) o símbolos como el Tsuru (en Kadoma) y volverlos modernos en mi lenguaje, hice en México tomando lo muy nuestro, de raíz, el símbolo más característico y transformarlo a mi lenguaje personal, a mi código personal, que es contemporáneo y de una geometría más estricta, matemática, cuántica en todas sus relaciones formales. Entonces, es una forma de trasladarlo y ser contemporáneo y ser moderno, puede ser actual”. — ¿Qué es lo más importante en el simbolismo de esta obra? “Al final lo que se presenta es una forma que evoca el espacio y tiempo desde el punto de vista matemático, geométrico, que es lo que nos preocupa ahora en las investigaciones cósmicas para la comprensión del todo. Entonces, tiene un poco esa preocupación de tener espacio, tiempo, y de tener formas que están girando, que evocan también estos movimientos de personas, que se mueven de un lado para otro, es como el símbolo central de la pieza. “Pero al mismo tiempo es una especie de esfera cuántica, matemática, que tiene energía, y es un sol, por llamarlo de alguna manera; y esa esfera central tiene el símbolo del cráneo que hay en el calendario azteca que es el dios del sol. Luego tiene otros símbolos: Las cónicas son los cuatro rumbos del universo. “La parte piramidal de arriba es el símbolo del sol en el calendario azteca, son los picos del sol en la representación azteca; y luego las partes de una especie de espirales en tercera dimensión pentagonales que están girando que evocan primero una geometría también cuántica de dimensión cinco pero también de simetría cinco, que está ahora muy de moda en cuanto a lo nano, están ahí representadas, pero eso simboliza las cabezas de serpientes del calendario azteca. Entonces, uno va y viene en los dos universos en toda la cosmogonía prehispánica y la representación moderna del espacio tiempo”. — ¿Qué lectura hace de las críticas surgidas del proyecto en torno a su costo y la preponderancia de una escultura en Tijuana con el argumento de otras prioridades inmediatas? “Yo creo que son dos cosas diferentes absolutamente. Este tipo de obras son necesarias, han sido necesarias desde las cavernas, es una cuestión del espíritu humano, es una necesidad de ubicarse, de señalar, de no perderse, de tener sentido de pertenencia, de apropiarse de la imagen de lo que se pone para sentir que estás en tu lugar y que es tuyo. “En las cavernas estaban los dólmenes y menhires y se necesita un esfuerzo súper y, es más, supra humano para poder mover esos grandes moldes de piedra, a veces solo era para no perderse y a veces era para sentido religioso y en otras ocasiones eran tumbas; se necesita esa fuerza y ese esfuerzo del espíritu humano para tener esos señalamientos y entonces no había la economía pero costaban mucho y costaban, incluso, muertes de la comunidad para poder dedicársela a un dios o a una persona que había fallecido. “Y luego, a través de la historia, ya que Roma se vuelve urbana, pues siguen existiendo los mismos elementos conmemorativos, los arcos puertos, columnas, pero desligado de lo arquitectónico para conmemorar y decir elementos escultóricos urbanos, para representar. Yo me he dedicado a eso y eso es absolutamente humano para el espíritu. “La Torre Eiffel fue una torre que simbolizó muchas ilusiones, anhelos, y que en un principio era la negación y el gasto absoluto de una cantidad de dinero que no tenía sentido, pero cuánto han ganado ahora con la Torre Eiffel, cuánto no ha ganado Francia; ya se súper pagó con todo el turismo, así es el arte en ese sentido, en ese tipo de monumentos. “Todos los monumentos de tipo urbano con esas características se pagan a largo plazo, pero se pagan con creces. La Sagrada Familia de Gaudí, sin terminar, inconclusa, cuántas divisas no ha generado para Barcelona, nada más de ir a visitarla para sentir la emoción de verla inconclusa; así es esto, es para el espíritu humano. Y además genera una ganancia para el propio país, pero eso hay que entenderlo y hay que saber esperar”. —Finalmente, ¿cómo visualiza esta obra a largo plazo? “La visualizo como ha sucedido con muchas de las obras que he hecho a nivel monumental: que lo vi, lo soñé y se convirtió en realidad, va a existir en llaveros, va a existir como en Juárez: las maquinitas esas que les echas un pennie, le aplastas y sale la imagen de la pieza; o sea, va a existir en todas las posibilidades porque es de pertenencia, en tazas, las gorras, camisetas, y va a llegar un momento en que va a ser símbolo, va a ser un ícono, eso es innegable, eso no se puede ocultar, para bien o para mal es un ícono en donde todo mundo lo va a tomar como punto de referencia”.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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