Con la licenciada Maricela Dalle-Mese Partida en su calidad de directora de Contraloría de Sindicatura Municipal de Tijuana, se sabrá si el dicho aquel de “la tercera es la vencida”, es preciso en política y cosa pública. La abogada con experiencia en el Poder Judicial, donde trabajó durante quince años entre un Juzgado y un Tribunal de Circuito, fue nombrada por el síndico procurador Arturo Ledesma Romo. La Dirección de Contraloría en Sindicatura la han ocupado, en tan solo cuatro meses, tres personas. El primer contralor fue el abogado Joel Guardado, a quien le tocó encabezar las auditorías e investigaciones iniciales sobre las más de 600 observaciones que funcionarios del XXI Ayuntamiento de Tijuana hicieron sobre la administración que encabezó Carlos Bustamante. Todo iba bien para Guardado, hasta que a finales de febrero, el alcalde Jorge Astiazarán denunció públicamente que la familia Ledesma había intentado extorsionarlo con la mitad de 80 millones de dólares, y acusó como emisarios a Joel Guardado y a Rubén Salazar. Ambos salieron de la administración. Entonces Arturo Ledesma tomó posesión a Mariano San Román como contralor pero… no duró dos semanas en el cargo. Se le removió porque precisamente fue parte del Cabildo que “acordó” el ahora conocido como “Fraude de las Luminarias” en la pasada administración, y que se trata, vaya, de la investigación madre de la Sindicatura Municipal. No podía pues ser San Román, juez y parte. Así llegó la joven Dalle-Mese a la posición. Considerando que no es de oficio política ni ex funcionaria, sino abogada y colegiada, se espera que su nombramiento y trabajo apacigüen las aguas al interior de Sindicatura y le den ese matiz neutral y de respeto a la Ley y a los reglamentos hacia el Ayuntamiento en general, en cualquier caso de irregularidad.
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