A raíz del terremoto que sacudiera Mexicali y el Valle, el 4 de abril de 2010, la llamada Zona Cero -el epicentro del temblor- hundió cerca de 90 centímetros buena parte la región, por lo que miles de hectáreas quedaron inservibles. Lo peor: la misma zona, conocida ahora como “La Olla”, se hunde aproximadamente 10 centímetros cada año. En efecto, cuatro años después, decenas de productores y sus familias viven en la incertidumbre, pues aunque algunos han recibido -tardío y desfasado- el apoyo federal de 7 mil pesos por hectárea, saben que éste será el último año de la ayuda económica. Sobre lo que sucederá en seis meses, cuando arranque el próximo ciclo agrícola otoño-invierno, pocas esperanzas tienen. En noviembre de 2013 se anunció que el Canal 4 de Abril, que sustituyó al devastado “Delta”, estaba listo. Pero nada dijeron de los canales “laterales”, que son que los bajan y llevan el agua a las parcelas y que aún no están concluidos. Hay zonas donde los laterales, en la última parte que llega frente a cada parcela, están en apresurada construcción; en otras, el descenso de agua ha quedado desfasado varios metros de la parcela, y otros presentan fallas en el encementado -muy delgado-, con fisuras y grietas. La apresurada construcción implicó la eliminación de rutas y veredas utilizadas por productores, jornaleros, regadores y canaleros; accesos a parcelas han quedado bloqueados o estrechos. También se aprecian filtraciones que empiezan a agrietar esas veredas. Los pies sobre la tierra Heriberto Montoya, presidente del Módulo 10, solo atina a hacer un gesto de disgusto cuando se le pregunta qué celebrarán el 4 de abril de 2014. El temblor afectó fundamentalmente tres zonas agrícolas donde se ubican los Módulos de Riego 10, 11 y 12, que aglutinan a cerca de 2 mil 525 usuarios, productores agrícolas. Tan solo en el Módulo 10 -en la zona del Ejido Nuevo León, Saltillo- existen 920 usuarios distribuidos en 13 mil cien hectáreas, de las cuales aproximadamente el 70 por ciento sufrió afectaciones. De acuerdo a Heriberto Montoya, apenas se ha reconstruido el 1 por ciento de la zona más afectada, y según planes gubernamentales, este año se programó reconstruir el 50% de lo dañado, “la otra zona está en veremos, no sabemos qué es lo que va a pasar, es la zona del hundimiento”, explica en referencia a la parte de “La Olla” que les toca, y que alcanza las seis mil hectáreas. Según el agricultor, lo que reconstruirán serán los canales. Ante la adversa circunstancia, los agricultores deben regar por tramos de tierra o reconstruirlos, pero con esa acción, “estamos afectando a terceros para poder llevar el agua, estamos ocasionando más problemas”. Los que tienen las parcelas más afectadas han estado en un programa federal que les otorga 7 mil pesos por hectárea, y son cerca de mil 500 hectáreas las que no se están regando. Aun así, éste será el último año del apoyo que administra la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), mientras el Gobierno del Estado “ha estado un poco ausente” del tema. Luego del temblor, los agricultores hicieron un anteproyecto para la construcción y continuar cultivando en los Módulos 10, 11 y 12, pero después de 2011, se acordó esperar la conclusión del Canal 4 de Abril, que surtirá agua a la mitad del módulo. Y en mayo de 2014, la reconstrucción de los canales locales. El problema se concentra en la zona de “La Olla”, donde no se ha reconstruido, ni se planea hacerlo: “No sabemos qué va a pasar”, dice Montoya sobre esa vasta zona no apta para la agricultura, “estamos esperando estudios, soluciones”. Destaca una urgencia: sacar el agua de esa “olla”, ya que la zona se está ensalitrando, debido a que es la parte más baja y acumula sales de un área más amplia. “Esto implica que esas seis mil hectáreas del Módulo 10 estén en peligro de que quedemos fuera de la agricultura en años futuros”, dice en alusión a 400 usuarios. Algunos agricultores aferrados a su modo de vida, han alcanzado a sembrar como han podido, pero poco a poco la tierra se está deteriorando, ya que al levantarse el manto freático, aumenta la cantidad de sales, lo cual repercute en una disminución en la calidad de la tierra. <p>“Sobre esta parte no tenemos una respuesta”, dice Heriberto Montoya, para después mencionar que una solución a este problema “no es de cien pesos”, pues requiere la reubicación de 6 mil hectáreas; además que no ha habido respuesta ni en el Gobierno Federal, ni en el estatal, “creo que desde que pasó el terremoto y hasta la fecha, no se ha dimensionado ni hemos puesto los pies sobre la tierra”, considera el presidente del Módulo de Riego 10. Añade que en esa parte se ha monitoreado un hundimiento de 30 centímetros en los últimos tres años, que se sumaron al hundimiento inmediato después del terremoto, lo que hace que esos terrenos sean -en términos agrícolas- inutilizables. “Estamos sentados en una bomba de tiempo”, concluye Montoya. Tiempos que matan “El 4 de abril, según ellos ya está terminado, pero todavía le faltan muchas obras”, sostiene Arcadio Rodríguez, integrante del Frente Campesino de la Zona Cero; hay cuarteaduras y levantamiento, afirma, en algunas losas del nuevo canal. Salvador López, residente del Ejido Sonora, comenta que ahí han cortado hasta en tres ocasiones el fluido de agua debido a reparaciones en el nuevo canal, que no está terminado porque las represas -que les llaman “picos de pato”- no tienen electricidad (para poder bajar y subir niveles), ya que no se han instalado motores ni cableado. “El Canal 4 de Abril tiene sus defectos, hay partes donde se está rajando”, sostiene el productor cachanilla, además que de donde inicia el 4 de Abril -Colonia Villarreal- a la mesa del canal, le instalaban una malla metálica antes de ponerle el concreto, pero en gran parte, esa malla ya no la instalaron. Ernesto Rodríguez, comisariado del Ejido Sonora, comenta que funcionarios de CONAGUA se comprometieron ante los productores usuarios del Módulo 11 que les entregarían 7 mil pesos por hectárea durante tres años. “Efectivamente el Canal 4 de Abril se iba a inaugurar en noviembre, pero en un 70 por ciento no tenemos (canales) repartidores, en los que ahorita andan trabajando. Aquí el problema son los tiempos”, refiere en relación al arranque del ciclo otoño-invierno, cuando ya se debería saber quién si y quién no podría sembrar. Como ejemplo, menciona que con el arranque del ciclo primavera-verano, los productores deben tener la seguridad de que podrán sembrar porque de ahí se derivan previamente los tramites de créditos y apoyos financieros. Por eso algunos productores han optado por mejor rentar la parcela, malbaratarla, ya que los apoyos gubernamentales se han tardado debido a una serie de trámites burocráticos. De acuerdo al abogado Javier Zepeda, adeudan los pagos de cerca de 8 mil hectáreas -de ese programa de apoyo- que se calcula, suman cerca de 59 millones de pesos. “Desde que pasó el temblor han sido mentiras y más mentiras, los tiempos no son los correctos”, comenta el jefe del Comisariado en el Ejido Sonora. Salvador López –a quien apodan “El Cacho”- indica que de más de 150 productores del ejido Sonora, solo 11 han estado sembrando, los demás rentan. Pendientes Laterales apenas en construcción, otros recién terminados, fisuras entre losas y filtraciones, son parte de la realidad que enfrenta el nuevo canal y sus ramificaciones hacia las parcelas, según constató ZETA en un recorrido realizado la mañana del domingo 2 de marzo. Aparte, hay equipo no completado -algunas compuertas que no les han instalado motores ni cableado-, aparentemente por la inseguridad, y en algunas zonas, los accesos a la parcela quedaron desfasados del canal. Recorrer los sinuosos caminos pegados al canal, implica encontrarse con zonas muy altas donde el acceso a la parcela parece imposible; en otras, los caminos aledaños son muy estrechos, imposibles también para que por ahí cruce el equipo agrícola. Resaltan entre los verdes campos los “lunares” de tierras sin sembrar, a la espera de mejores tiempos. En ese contexto, aún no se descarta la posibilidad de que el 4 de abril de 2014, el Presidente Enrique Peña Nieto visite la zona para inaugurar el nuevo canal. Ya hay que ponernos a trabajar: CONAGUA Para el delegado estatal de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), Eduardo Ledezma Romo, el canal y sus laterales ya están terminados y no hay ningún conflicto. “Hemos hecho la revisión con las constructoras, con los mismos usuarios, y no hay ningún problema, todo mundo está contento”, asume el funcionario federal. Asegura que el flujo y los niveles del canal no han bajado desde que soltaron el agua -a fines del año pasado-, señalando que la obra se concluyó el 18 de diciembre de 2013 y los laterales quedaron terminados entre el 29 y 30 de diciembre del mismo año, “la obra ya se dio por completo”, asegura el ex dirigente del Partido Verde Ecologista de México en la entidad. “Claro que existen detalles mínimos, los cuales ya las constructoras los saben bien, hay fianzas sobre las obras que se están haciendo, pero lo más importante, es que el canal sigue con el mismo flujo que vimos al inicio. Creo que hemos hecho una gran labor, claro que siempre va a haber una queja de aquí y una queja de allá, los recorridos los podemos hacer juntos y hemos logrado grandes avances en esto”, reitera Ledezma Romo, para después añadir que los ramales de cemento que llegan hasta las parcelas, están a cargo de otras compañías -subcontratadas- diferentes a las que construyeron los laterales: “Las constructoras se fueron sobre el revestimiento del nuevo Canal 4 de Abril, el principal, el concreto, la malla, pero la ingeniería está revisada, no hemos tenido ninguna queja oficial en CONAGUA, pero estamos con las puertas abiertas; si hubiera alguna fisura, fuéramos los primeros en saberlo”. Ledezma declara que la obra ya está al cien por ciento, y al comentarle que los ramales finales -los llamados “picos de pato”- están aún en construcción, argumenta: “Ya están trabajando, son temas muy pequeños, pero la obra principal ya está terminada -que el canal estuviera funcionando con agua flujo-, ya está al 100 por ciento”. Sobre los apoyos oficiales y las hectáreas improductivas, adelanta que el lunes 10 de marzo se hará entrega de aproximadamente 21 millones de pesos entre 200 productores. A tres semanas de que se cumplan cuatro años del terremoto del 4 de abril de 2010, el representante de CONAGUA en Baja California considera que estos apoyos “pueden ser ya los últimos, creo que ya nos tenemos que poner a trabajar”, por lo cual seguirán invirtiendo en la infraestructura del Valle de Mexicali. En cuanto a los productores asume: “Tenemos que poner todos una partecita de nuestra voluntad”, mientras que, respecto a las miles de hectáreas que quedaron inservibles, se buscarán proyectos nuevos: “En 2013 no se presentaron muchos proyectos, y ahora en 2014 se presentaron”, aunque insiste que “hay que meternos a la chamba”. Por su parte, de visita en Mexicali con motivo de la inauguración de Agrobaja, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Enrique Martínez, aseguró desconocer el tema de las tierras improductivas a raíz del terremoto de hace cuatro años. En rueda de prensa y ante la pregunta directa sobre el plan de SAGARPA para esa zona, Martínez volteó hacia el delegado en la entidad, Guillermo Aldrete, cuchichearon y, finalmente, indicó que es un asunto más “en el área de CONAGUA”. Al insistirle sobre el punto, intervino el funcionario Guillermo Aldrete Haas, para aclarar que estas tierras se incorporarán a “la producción”, por lo que será necesario ejecutar algunas maniobras, entre éstas, el programa de suelo mejorado. (Sergio Haro)